miércoles, 5 de marzo de 2014

Petra y la belleza


Aquí seguimos en el EBS Challenge 2014, “El abrazo del desierto”, en Israel y Jordania. Despertador a las 5 de la mañana (la llamada del moacín en la mezquita cercana al hotel ya nos había despertado media hora antes) y salida a Petra, para tener el privilegio de disfrutar de esta maravilla, una de las siete maravillas del mundo actual, antes que los turistas.
Si ayer el valor a practicar era el de la libertad, hoy por la mañana ha sido el de la belleza. Mi buen amigo Mario Alonso Puig nos ha hablado, siguiendo a Heráclito y a Parménides, de la belleza efímera (en línea con el filósofo presocrático que consideraba que todo fluye, todo cambia y nada permanece) y la belleza eterna (en consonancia con la idea de Parménides de que todo permanece), así como de Sócrates (la búsqueda de la verdad) y el mito de la caverna (apenas podemos conocer una parte del todo). Hay una belleza que se deteriora con el tiempo, pero la belleza más importante permanece y perdura para siempre.
Petra (en árabe, البتراء al-Batrā´) es la capital del antiguo reino nabateo. El nombre de Petra proviene del griego πέτρα que significa piedra; no se trata de una ciudad construida con piedra sino, literalmente, excavada y esculpida en la piedra. El asentamiento de Petra se localiza en un valle angosto, al este del valle de la Aravá que se extiende desde el mar Muerto hasta el Golfo de Aqaba. Los restos más célebres de Petra son sin duda sus construcciones labradas en la misma roca del valle (hemispeos), en particular, los edificios conocidos como el Khazneh (el Tesoro) y el Deir (el Monasterio).
Fundada en la antigüedad hacia el final de siglo VII a. C. por los edomitas, fue ocupada en el siglo VI a. C. por los nabateos que la hicieron prosperar gracias a su situación en la ruta de las caravanas que llevaban el incienso, las especias y otros productos de lujo entre Egipto, Siria, Arabia y el sur del Mediterráneo. Hacia el siglo VIII, el cambio de las rutas comerciales y los terremotos sufridos, condujeron al abandono de la ciudad por sus habitantes. Cayó en el olvido en la era moderna, y el lugar fue redescubierto para el mundo occidental por el explorador suizo Johann Ludwig Burckhardt en 1812.
A partir del 6 de diciembre de 1985, Petra está inscrita como Patrimonio Mundial de la Unesco. Desde el 7 de julio de 2007, Petra forma parte de las Las nuevas siete maravillas del mundo moderno. La película de Indiana Jones y la última cruzada la popularizó para el gran público.
Almuerzo en un hotel junto a Petra, que hemos disfrutado mucho, y salida hacia el Wadi Rum o Valle de la Luna. es un valle desértico situado a 1.600 metros sobre el nivel del mar, en una región montañosa formada por granito y arenisca en el sur de Jordania, 60 km al este-nordeste de Aqaba. Es el wadi (valle) más largo de Jordania y una de las zonas más bellas de Oriente Medio. El nombre rum significa "alto" o "elevado" en idioma arameo. El punto más elevado de Uadi Rum es el monte Jabal Umm ad Dami, con 1.854 metros. Allí los seis equipos del Challenge han realizado distintas pruebas (entre ellas, una carrera de camellos), Baldomero nos ha hablado del valor de la sencillez (“la difícil sencillez”, como diría mi gran amigo Joxe Mari Ulazia) y Jansi, del valor de la fortaleza.
Jornada muy intensa, con cena al aire libre (los grupos han representado sendas obras de teatro que tenían que preparar) y vuelta al hotel junto a Petra, al que hemos llegado sobre las 11 pm.

Mi gratitud a Carlos Ongallo y hoy a mis colegas “maestros” (Hakames, como se llaman por aquí): Mario, José Mari, Baldomero, Jansi y Javier.

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