Aquí seguimos en el EBS Challenge
2014, “El abrazo del desierto”, en Israel y Jordania. Despertador a las 5 de la
mañana (la llamada del moacín en la mezquita cercana al hotel ya nos había
despertado media hora antes) y salida a Petra, para tener el privilegio de
disfrutar de esta maravilla, una de las siete maravillas del mundo actual,
antes que los turistas.
Si ayer el valor a practicar era el
de la libertad, hoy por la mañana ha sido el de la belleza. Mi buen amigo Mario
Alonso Puig nos ha hablado, siguiendo a Heráclito y a Parménides, de la belleza
efímera (en línea con el filósofo presocrático que consideraba que todo fluye,
todo cambia y nada permanece) y la belleza eterna (en consonancia con la idea
de Parménides de que todo permanece), así como de Sócrates (la búsqueda de la
verdad) y el mito de la caverna (apenas podemos conocer una parte del todo).
Hay una belleza que se deteriora con el tiempo, pero la belleza más importante
permanece y perdura para siempre.
Petra (en
árabe, البتراء al-Batrā´) es la capital del antiguo reino nabateo. El
nombre de Petra proviene del griego πέτρα que significa piedra; no se
trata de una ciudad construida con piedra sino, literalmente, excavada y
esculpida en la piedra. El asentamiento de Petra se localiza en un valle
angosto, al este del valle de la Aravá que se extiende desde el mar Muerto
hasta el Golfo de Aqaba. Los restos más célebres de Petra son sin duda sus
construcciones labradas en la misma roca del valle (hemispeos), en particular,
los edificios conocidos como el Khazneh (el Tesoro) y el Deir (el
Monasterio).
Fundada en la antigüedad hacia el
final de siglo VII a. C. por los edomitas, fue ocupada en el siglo VI a. C. por
los nabateos que la hicieron prosperar gracias a su situación en la ruta de las
caravanas que llevaban el incienso, las especias y otros productos de lujo
entre Egipto, Siria, Arabia y
el sur del Mediterráneo. Hacia el siglo VIII, el cambio de las rutas
comerciales y los terremotos sufridos, condujeron al abandono de la ciudad por
sus habitantes. Cayó en el olvido en la era moderna, y el lugar fue
redescubierto para el mundo occidental por el explorador suizo Johann Ludwig
Burckhardt en 1812.
A partir del 6 de diciembre de 1985, Petra
está inscrita como Patrimonio Mundial de la Unesco. Desde el 7 de julio de
2007, Petra forma parte de las Las nuevas siete maravillas del mundo moderno.
La película de Indiana Jones y la última cruzada la popularizó para el gran
público.
Almuerzo en un hotel junto a Petra,
que hemos disfrutado mucho, y salida hacia el Wadi Rum o Valle de la Luna. es
un valle desértico situado a 1.600 metros sobre el nivel del mar, en una
región montañosa formada por granito y arenisca en el sur de Jordania, 60 km al
este-nordeste de Aqaba. Es el wadi (valle) más largo de Jordania y una de las
zonas más bellas de Oriente Medio. El nombre rum significa
"alto" o "elevado" en idioma arameo. El punto más elevado
de Uadi Rum es el monte Jabal Umm ad Dami, con 1.854 metros. Allí los seis
equipos del Challenge han realizado distintas pruebas (entre ellas, una carrera
de camellos), Baldomero nos ha hablado del valor de la sencillez (“la difícil
sencillez”, como diría mi gran amigo Joxe Mari Ulazia) y Jansi, del valor de la
fortaleza.
Jornada muy intensa, con cena al aire
libre (los grupos han representado sendas obras de teatro que tenían que
preparar) y vuelta al hotel junto a Petra, al que hemos llegado sobre las 11
pm.
Mi gratitud a Carlos Ongallo y hoy a
mis colegas “maestros” (Hakames, como se llaman por aquí): Mario, José Mari,
Baldomero, Jansi y Javier.