Martes en Madrid, de
reuniones internas y trabajo (incluyendo coaching estratégico) con clientes.
Almuerzo en La Penela cercana a la Plaza de Castilla, con José María Segón
(AON), gran directivo y mejor persona, y parte de su equipo.
Ayer, al volver de
Cataluña, estuve viendo el documental ‘El Bosco. El jardín de los sueños’ de
José Luis López-Linares. Presentado no hace mucho en salas comerciales, nos
presenta de una forma muy completa ‘El jardín de las delicias’, cuadro
enigmático y complejo. Puedes ver el tráiler en www.rtve.es/television/20160606/bosco-jardin-suenos-documental-desvela-misterios/1354837.shtml
Más de 4.000 personas pasan por delante de este tríptico que muestra el
Paraíso, con Adán y Eva, en el centro; el mundo y los placeres de la carne, a
la izquierda; el infierno, a la derecha. Para el historiador Reiner Falkenburg,
el cuadro fue concebido como un elemento de conversación para los duques de
Nassau. En esta película dialogan sobre el mismo personajes de la talla de Salman Rushdie,
Cees Nooteboom, Nélida Piñon, Laura Restrepo, Ludovico Einaudi, William
Christie, Silvia Perez Cruz, Renée Fleming, Michel Onfray, Miquel Barceló,
Isabel Muñoz, Elisabeth Taburet-Delahaye, o Albert Boadella. Una cinta maravillosa, una
exposición (la del V Centenario de Hyeronimus Bosch) que seguro veremos antes
del 11 de septiembre.
He estado leyendo
‘Cibernícolas. Vicios y virtudes de la vida veloz’ de Jesús J. de la Gándara.
El Dr. de la Gándara es jefe del servicio de Psiquiatría y Salud Mental de
Burgos, autor de una decena de ensayos y de varios poemarios. Es un estudioso
de la interacción entre los avances técnicos, los cambios sociales y los
problemas de salud mental.
Estamos en una nueva
era, posmoderna (Lyotard), hipermoderna (Lipovetsky) o ultramoderna (Marina),
en la sociedad red (Castells). Con un estilo rápido, lleno de pantallas, donde
domina “la égida de la publicidad, el imperio de la moda, la tiranía del placer
y la agonía del deber. “La belleza se antepone a la salud, el dinero a la
ostentación, la sexualidad es preferible al amor y la relación virtual a la
amistad confidente”. Es la “yoificación” de la vida cotidiana.
El autor se apoya en
Aristóteles y su concepto de “areté” (excelencia, virtud) como disposición
adquirida a través de la “paideia” (educación) para hacer el bien, no sólo en
potencia sino en acto. “No hay bien sin acción ni sin esfuerzo”. Los “músculos
éticos” a entrenar (Alain de Botton, School of Life) son 10: resiliencia,
empatía, paciencia sacrificio, buenos modales, sentido del humor,
autoconsciencia, perdón, esperanza y confianza. La “ética hacker” incluye la
pasión, la libertad y la compensación. “No deleguemos en los ordenadores lo más
humano de las actividades mentales e intelectuales, en particular, aquellas que
requieren sabiduría” (Joseph Weizenbaum, padre de la cibernética). Internet nos
puede hacer más estúpid@s (Nicholas Carr, 2008) o más brillantes (Clive
Thomson, 2014) no en función de la red, sino de nosotr@s: de nuestra cognición,
de nuestra emocionalidad, de nuestra ética. Como gran ejemplo, el de Nelson
Mandela con el poema ‘Invictus’ de William E. Henley: “Soy el amo de mi destino; soy el
capitán de mi alma”.
Jesús de la Gándara
nos alerta:
- Contra el vicio del
posesionismo (tener en lugar de ser), la virtud de la intelegancia
(inteligencia + elegancia: saber elegir con gusto y desprenderse de lo
superfluo).
- Contra el vicio del
apresuramiento (las prisas y el estrés), la virtud de la ticopraxia (de TIC,
tecnologías de Información y Comunicaciones, y praxia: la habilidad para
manejar las TIC de forma rápida y relajada, eficaz y ética).
- Contra el vicio de
la infosaturación (la inundación de chats, mensajes, noticias, basura
informática), la virtud de la ciberprosexia (atención nítida e intensa para lo
importante, ágil y flexible para deshacerse de lo superfluo).
- Contra el vicio del
espejismo ególatra (fantasías estéticas, placeres inalcanzables, paraísos
artificiales), la virtud de la telempatía (la comunicación emocional a
distancia, múltiple e intensa, comprometida y proactiva).
Estupendo libro, como
dice el autor, para ser “más inteligentes, elegantes, empáticos, atentos y
eficientes”. Mejores y más felices cibernícolas.
¿La banda sonora? De
una parte, la que empleé en Sevilla, en la MasterClass del Human Age Institute
sobre ‘Terminator Coaching’: www.youtube.com/watch?v=pVZ2NShfCE8
(Terminator II). De otra, el tema de The Buggles, ‘El vídeo mató a la estrella
de la radio’: www.youtube.com/watch?v=W8r-tXRLazs Ya sabes, la tecnología debe ser un trampolín del talento.
Me gustó mucho la parte que habla de la nueva forma de ser en la que vivimos y tienes toda la razón, cada vez vivimos más estresados, más rápidos, con exceso de información y eso no es rentable para nuestro organismo... Me dedico al coaching de equipos y tener siempre una actitud positiva y relajada es lo que se intenta pero como bien dices hay momentos donde se pierde la cabeza. Me apunto el libro Juan Carlos
ResponderEliminarGracias, Julia.
ResponderEliminarUn saludo
Juan Carlos