Después de la gran nevada de ayer en
Madrid, que modificó no pocos planes, hoy jornada más tranquila. Sesión de
coaching con una de las principales directivas de empresas tecnológicas de
nuestro país, reunión interna sobre el Futuro del Empleo, comité de dirección…
Mi gratitud a mis compañer@s por los debates de hoy.
He estado leyendo ‘En busca del éxito
educativo’ de Javier Oliver, a quien conocí hace unas semanas en Barcelona. Francisco
Javier Oliver Gavaldá es un quijote (sabes que para mí es uno de los mejores
calificativos) de la educación. En este libro se plantea retos importantes.
Javier parte de una cita: “Cuando
todo parezca ir en contra, recuerda que los aviones despegan contra el viento,
y no a favor”. El autor entiende la educación como un proceso que no conoce
atajos, marcado por los intereses del educando. Un proceso que es
responsabilidad de tres partes: educando, educador y familia.
La realidad educativa vive el tsunami
de la globalización, que provoca civismo, financiación, consciencia,
ignorancia, educación escolar, futuro académico, paradigma laboral,
oportunidades y honestidad. Javier Oliver comenta que estamos en una nueva era,
el talentismo (como dice Sergio Fernández, la crisis se ha ido pero la globalización
se queda).
Para influir sobre el educando, el
poder de los hábitos (“la repetición es la madre de la habilidad”), el arte de
la sinceridad, el contraste entre disciplina y autoridad, el amor como eje de
vida (no podemos dar aquello que no tenemos), el poder de las palabras, del
contacto, de la demostración. “Descubre el talento que hay en tu interior”, nos
propone Javier.
Educar con creatividad. El autor nos
regala siete consejos: fomentar el sentido de independencia, dejar de
etiquetar, crecer con integridad personal, no temer jamás la propia grandeza,
promover la atención y la capacidad de concentración, fomentar la
perseverancia, inducir hacia un pensamiento independiente. Y también los pasos
para aprender a fluir, para lograr la sensación de fluidez.
Aprende de las personas con las que
te relacionas. Cambio de roles en el hogar, en la escuela, capacidad de
comprender las emociones: el amor, la empatía, el placer, la curiosidad, la
alegría, la tristeza, el miedo, la vergüenza, la envidia, el enfado. Por otro
lado, el valor de las responsabilidades.
Acciones educativas de calidad. Se
trata de adaptar el modelo tradicional con una perspectiva de futuro;
continuidad, coherencia, humanidad. Javier trata las inteligencias múltiples.
Javier dedica el capítulo final a la
educación financiera para afrontar un nuevo paradigma laboral, en los hogares y
en las escuelas. Y concluye resumiendo los cinco engranajes: Influencias,
Talentos, Relaciones, Acciones educativas de calidad y Educación financiera. En
la bibliografía, grandes expertos como Bernabé Tierno, Wayne Dyer, Harv Eker,
Mihalyi Csikzentmihalyi, Joshua Aguilar, Sergio Fernández, José Ballesteros,
Raimón Samsó, Robert Kiyosaki, Dale Carnegie, Fernando Alberca, Augusto Cury,
Robin Sharma, Eileen Kennedy-Moore y Mark Lowenthal.
Un libro que me ha hecho reflexionar
sobre la necesidad de trabajar por proyectos, de la orientación al cliente (al
educando) superando sus expectativas, de la educación como proceso. Gracias,
Javier, por este texto sobre el tema más importante.
Anoche estuve viendo en Netflix ‘La
llamada’. Una peli curiosa. plena de canciones. Entre ellas, ‘Mi reina’ de Henry Méndez: www.youtube.com/watch?v=pwkuKOXeeKs y 'Todas las flores' de Presuntos Implicados: www.youtube.com/watch?v=_wjQZdm-T3k
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