domingo, 14 de enero de 2018

Lecciones de Talento de la princesa del póker


Anoche, programa doble en torno a Jessica Chastain. Estuve en Movistar+ ‘El caso Sloane’ y leyendo el libro ‘Molly’s Game’, la historia real de Molly Bloom, “la princesa del póker”, protagonizada en el cine por Jessica.
Elizabeth Sloane (Jessica Chastain) es una lobista de Washington con una reputación formidable. Está en contra de la venta de armas en su país, tan superficial (un auténtico escándalo) y se enfrenta al rival más poderoso de su carrera. Lo mejor de la peli es precisamente la actriz, que está en un momento de gloria. Roger Salvans en Fotogramas dice que es “para amantes del “walk & talk” (andar y hablar) soriniano). Entonces, la cinta de John Madden la supera el propio Aaron Sorkin en ‘Molly’s Game’.
Hablando de la historia de Molly (he tratado el papel de Kevin Costner como padre de Molly en este blog), hay varias lecciones de su biografía que nos resultan útiles para nuestra #Learnability, para el desarrollo de nuestro talento.
1. Cultivar el talento. Molly, que vive de niña en un pueblo de Colorado, se convierte en esquiadora de clase olímpica (su hermano es un icono del deporte). La “culpa” es de su padre, Larry. El 100% de las deportistas olímpicas han tenido padres exigentes. “Me educaron para ser una campeona. Mi objetivo es ganar”.
2. Una circunstancia del azar le provoca un accidente y acaba con su carrera deportiva. Sin embargo, con su actitud siempre será una luchadora (y una triunfadora). Ganar, primero en la mente y luego en la vida; es la actitud que aprende del mundo del deporte.
3. Cambia de sitio, cambia de vida. Y gana experiencia trabajando de camarera, para un emprendedor (“Yo soy tu trabajo”, le dice Dean Keith) y montando para él timbas selectas de póker en Los Ángeles.
4. Aprovechar el tiempo. Molly aprovecha las interminables sesiones de póker para aprender de todo, desde el propio juego a economía y empresa. “Lo googleaba todo”.
5. Marca. “Yo no dije que fuera la princesa del póker”, le dice Molly a su abogado, Charlie Jaffey (Idris Elba).
6. Altura de miras. “Si miras al suelo, allí es donde acabarás”, le dice Larry Bloom a su hija cuando era joven. Útil para el esquí y para la vida.
7. Valentía. “Juega para ganar, no para no defenderte, para no perder” es otro de los consejos a Molly de su padre.
8. Motivaciones. “¿Para qué juegas?”, le pregunta  Molly al Sr. X., jugador frecuente en su mesa. “Juego para destrozar vidas”, le contesta él. Entre otras, la de la propia Molly. Pero ella sale adelante, de Los Ángeles a Nueva York.
9. Perfil. Molly elige como abogado a Charlie, por su experiencia (ha trabajado en la fiscalía anteriormente) y por su integridad. Además de su demostrada capacidad, en la negociación muestra su compromiso.
10. Reputación. Cuando su abogado le pregunta: “¿Por qué estás sola en esto? ¿Dónde esta la gente a la que proteges no contando toda la historia?”, Molly responde: “No son sus nombres lo que protejo, sino el mío”, “Porque es todo lo que me queda, porque es mi nombre”. Ella tiene claro lo que es importante.

De la banda sonora de ‘Molly’s Game’, la canción ‘Say hello to heaven’ de Tample of the dog. www.youtube.com/watch?v=5qi8hhiYEQA “Now it seems like too much love/ Is never enough”. 

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