Paseo por Cartagena esta mañana de navidad. Una limpísima localidad de
algo más de 200.000 habitantes, fundada por el cartaginense Asdrúbal en el 227
aC, considerada “la Covadonga de la Enseñanza” porque sus escuelas graduadas
fueron los primeros centros de enseñanza que dividían a l@s alumn@s por edad y
nivel en un entorno higienizado. El alcalde Mariano Sanz Zabala y el ministro
de Instrucción Pública (y diputado a Cortes por Cartagena) Manuel García Álix
situaron las escuelas graduadas en la calle Gisbert (Bien de Interés Cultural
desde 2004) y en las obras de puesta en marcha (diciembre de 1900) asistió
Miguel de Unamuno. El verano de 1902 dos profesores, Enrique Martínez Muñoz y
Féliz Martí Alpera, recorrieron Europa para aprender de las mejores
experiencias pedagógicas. El 5 de octubre de 1903 comenzaron las Escuelas en
funcionamiento, con el firme propósito de “una Escuela moderna, gradual, amplia
e higiénica, que no solo infunda al niño amor por el estudio, sino que
brindándole aire, espacio y ejercicio, lo proteja contra las enfermedades”. Fue
Joaquín Costa quien apodó a Cartagena “la Covadonga de la Enseñanza”. Carmen
Conde, en en sus ‘Vidas ejemplares de Maestros’, escribe sobre Enrique Martínez
Muñoz: “Su rectitud moral, su generosidad, su excedente sentimental
impidiéronle triunfar en épocas en que la política no era sino para medro de
desaprensivos. Y fundó centros de cultura para clases trabajadoras, alargó su
acción educadora hasta el periódico y el libro”. Y concluye: “El día 14 de
julio, cuando hablaba a sus niños de que era llegado el último día de clase, y
que al día siguiente celebraría su santo con ellos, una súbita asfixia le
detuvo la voz. El maestro se ahogaba. Rodeáronle los alumnos, los compañeros.
Breve agonía de tres minutos inmensos, sin aire.
El día último de curso, en la Escuela que él fundó y dirigió.
Maestros: ¿Qué mayor honra para uno de los nuestros, que morir en la
escuela?.
¿Qué gesto más amplio, de poeta, que morir en lo que se creó?.
Final de una jornada de trabajo, de amor a los niños; frente al estío, la
nieve del maestro se ha licuado en luz de eternidad.” Tras la Guerra Civil, el
edificio de las Escuelas Graduadas (modernista) albergó los tribunales
militares y en 1995 se rehabilitó para usos sociales y culturales.
Papá Nöel me ha traído varios libros. Entre ellos, ‘Gestión del Talento’,
de mi amigo Roberto Luna (Bob Moon, como le llamo cariñosamente) y ‘Qué nos ha
pasado, España. De la ilusión al desencanto’, de Fernando Ónega.
El veterano periodista Ónega (Mosteiro, Lugo, 1947) fue director de
prensa de la Presidencia del Gobierno con Adolfo Suárez, dirigió la SER el 23F,
el diario Ya, la COPE y Onda Cero. Actualmente escribe opinión para La Voz de
Galicia y La Vanguardia y colabora con Onda Cero y TVE.
La obra se divide en tres partes:
I. La construcción de la democracia: “Le hemos hecho creer al
pueblo español que la democracia iba a resolver todos los graves males que
puedan existir en España… y no era cierto” (Adolfo Suárez).
1. 15-J (1977). El día de la
ilusión. La democracia como “obra de artesanía” en tres talleres: Zarzuela
(Juan Carlos I), Moncloa (Suárez) y el Palacio de las Cortes (Torcuato
Fernández-Miranda: “De la Ley a la Ley pasando por la Ley”). Un 15 de junio que
sonaba a estreno, con UCD a 10 escaños de la mayoría absoluta. Estabilidad,
sistema de partidos.
2. El lento (y tenso) viraje hacia
la moderación. Un país sin extrema derecha ni extrema izquierda. Una
Constitución con la conformidad de la inmensa mayoría de partidos políticos.
3. Cómo se liquidó el golpismo en
los ejércitos. Tres tendencias a finales del franquismo: dura (Iniesta
Cano), templada (Díez-Alegría) y de cambio (Unión Militar Democrática). El 23F
la institución no fue golpista. La clave fue la incorporación a la OTAN (“la
medicina”) y la profesionalización (adiós a la mili).
4. Cómo se derrotó a ETA. 2.472
actos terroristas de ETA y 856 muertos. De la rebeldía contra las torturas a
las actitudes mafiosas (impuesto revolucionario). El gran error de la guerra
sucia (GAL). El “Espíritu de Ermua” (Miguel Ángel Blanco), primera rebelión
pública. Rubalcaba y la movilización general. Queda el yihadismo (del 11 M a
las Ramblas).
5. Muerte y ¿resurrección? de
Montesquieu. Gobiernos con todos los poderes y resistencia al control.
Rodillo en la mayoría absoluta, comodín de diálogo en minoría. Parlamento “de
intención”, jueces sin medios y fiscalía sin encaje.
6. Un nuevo Estado: las Autonomías.
Sentimientos regionales a través de la música (de Jarcha a Serrat y Lluis
Llach). Los nacionalismos, nuevos agentes políticos. Desigualdades en servicios
y derechos. La “República Catalana” llama a la puerta.
7. Los presidentes. Media
docena de hombres valientes. Adolfo: el desmontaje del franquismo. Leopoldo (el
breve): conservador vestido de centrista. Felipe (“the one”): la izquierda que legitima el régimen. José María (“España
va bien”): la ambición de la grandeza. José Luis (“El comienzo de la
historia”): quién dijo crisis. Mariano (“Resistiré”): marinero de la calma.
8. Gloria y caída del Socialismo.
Socialistas antes que marxista. Cuando el PSOE parecía invencible. La caída de
los “cinturones rojos”. El corazón y la razón, almas enfrentadas. Zapatero,
paréntesis en la caída. Crisis en Europa. Podemizarse: abandonar la cultura
constitucional.
9. Y llegaron los nuevos. 15-M,
algo nuevo. Podemos: cabreo y bofetada al sistema. Influencia sin gobierno.
Municipios frente a “la casta”. Ciudadanos: cuarta fuerza, partido bisagra,
vencedor en Cataluña. “Ningún parecido con las actitudes políticas de 1977”.
II. Los puntos negros
10. Corrupción, la gran mancha. Con
Franco, enriquecerse a cambio de lealtad. Con la democracia, denunciar los
delitos. De Filesa a la financiación ilegal de Convergéncia y el PP. Las
capitales del escandalo (de Marbella a Valencia y Madrid). Y Urdangarín.
11. La crisis que lo cambió todo.7
años de descalabro financiero y social. La burbuja que se pinchó. Fuga de
capitales de 250.000 M. Desahucios y fortísimo castigo a las clases medias. El
saqueo de las Cajas. El crecimiento de la desigualdad y los indignados.
12. Cataluña, la herida abierta.
25 años de cordialidad y entendimiento Pujol, “español de 1984”. Independencia
= libertad, Referéndum = democracia. “Legalidad” catalana frente a la
Constitución. 155 y 21D.
III. El cambio social
13. El mayor cambio es el de la
sociedad. El destape y la libertad. La España rural, de la Edad Media a
internet. Del macho ibérico al metrosexual. Del camino al AVE. El low cost y el
consumismo. El hogar unipersonal y el cambio familiar. Salir del armario y la
nueva sexualidad.
14. Mujer: la otra revolución.
Cuando las casadas no podían comprar sus bienes. De profesión, “sus labores”.
La difícil conquista de derechos. “La primera mujer que…” De 21 diputadas en
1977 a 138 ahora. En las empresas, todavía minoritarias.
15. La comunicación tampoco es lo
que era. Libertad de información, prensa de propiedad privada, oficio
proletario (con la crisis), medios digitales, papel sin futuro, ofertas
múltiples en TV, redes sociales… Indefensos ante la mentira.
16. Revolución tecnológica: la
digitalización. Más móviles que habitantes, profesores virtuales,
inteligencia artificial, comercio electrónico, nuevas relaciones humanas,
robots.
En resumen, en 40 años, “los 100 cambios de un país en cambio”. Y al
frente de todo, dos reyes.
Un libro magnífico, imprescindible para entender la transformación de
nuestro país. Gracias, Fernando Ónega, por una crónica que muy pocos como tú
pueden hacer.
Creo que el desencanto actual es consecuencia de la falta de Liderazgo,
de Talento para influir en los demás. Comparar a Adolfo Suárez, Felipe
González, Santiago Carrillo, Manuel Fraga, Jordi Pujol o Enrique Tierno Galván
con la situación actual no se sostiene. La historia nos enseña que si las cosas
se ponen peor surgirán líderes a la altura.
La canción de hoy, de Malú: /www.youtube.com/watch?v=Q9HQGxWZThc “Quiero
el poder/
De desaparecer/ Y ponerme un disfraz hecho de luz/
Camuflaje total
blanco y azul/
Aprender a volar, ser invisible”.
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