Impresionante la jornada de hoy del
Challenge 2014 entre Jerusalén y Belén. 12 pruebas por la mañana, desde las
distintas puertas de la ciudad. En la puerta de Damasco, he tenido el privilegio
de pasar varias horas conversando con el gran Jansi Escobar, un orgullo para
nuestros tod@s nosotr@s tener en Jerusalén un compatriota que defienda los
intereses de España como él: culto (50 artículos especializados sobre Oriente
Medio), sensible, cercano. Un líder que ha aprendido de grandes líderes.
Almuerzo en Notre Dame y por la tarde, Jansi nos ha llevado a Mario Alonso Puig
y a un servidor al American Colony hotel, donde hemos tomado un cafelito y
visitado la mejor librería de esta zona del mundo. Gracias a Munter Fahmi, el
dueño de esta espléndida librería. Nacido en Jerusalén en 1954, no posee la
ciudadanía por ser palestino. Su causa ha sido apoyada por los escritores
israelíes Amos Oz y David Grossman y por los autores británicos e irlandeses Ian McEwan, Roddy Doyle, John Banville y Simon
Sebag Montefiore (de éste último he comprado “Jerusalén: una biografía”, un
libro imponente; y además “After the prophet”, sobre los suníes y los chiitas.
Por la tarde/noche, salida a
Jerusalén a cenar en el valle de los pastores de Belén. Allí, según la
tradición, estaban los pastores a los que el ángel anunció el nacimiento de
Jesús. Anwar Somali, emprendedor que lleva la empresa líder en viajes de Tierra
Santa, su esposa Amal, sus hijos, hijas, nueras y alguna de sus niet@s (la
pequeña Elena) han sido unos anfitriones inmejorables. Nunca olvidaremos su
enorme generosidad y hospitalidad.
Entre los libros que he estado
leyendo esta semana, quisiera destacar “el EFECTO LUNA DE MIEL. El arte de
crear el Paraíso en la Tierra”, del Dr. Bruce Lipton (autor de “La biología de
la creencia”). Lipton define este efecto como “un estado de bendición, pasión,
energía y salud que resulta de un enorme amor. Tu vida es tan hermosa que estás
impaciente por levantarte y empezar un nuevo día, por agradecerle al universo
el hecho de estar vivo”.
Han sido muy recientemente grandes
libros para desarrollar el talento de pareja, como los últimos de Rubén
Turienzo (“Smile 2”) y Patricia Ramírez. Sonja Lyubomirsky, la gran experta en
felicidad, considera que para la gran mayoría la pasión dura un par de años.
Sin embargo, para un 13% (casi paretiano), el amor y la pasión pueden
prolongarse durante décadas. ¿Cuál es el secreto? Bruce Lipton lo comparte con
nosotr@s.
Y para ello cuenta su experiencia
personal. Él estaba “programado” por sus padres en la idea de que “el
matrimonio es un negocio” y el amor, un mito. En opinión de Lipton: “No son tus
hormonas, tus agentes neuroquímicos, tus genes ni tu educación los que te
impiden conseguir la relación que dices que quieres. Son tus creencias las que
evitan que experimentes esas elusivas relaciones de amor. Si cambias tus
creencias, cambias tus relaciones”.
Los seres humanos no estamos
diseñados para vivir solos. Somos como las hormigas, como las alamedas. En EE
UU en 2010, las parejas casadas con hijos son el 20%. Lipton nos habla de
relaciones (de alejarnos, instintivamente, de las personas que emiten malas
vibraciones, como debía haber hecho él con un vecino). “El mundo que una vez
creímos material es en realidad pura energía”. La física cuántica sobre la
newtoniana. El amor es una “interferencia constructiva”, “buenas vibraciones”.
Hemos de evitar la interferencia destructiva.
Para nosotr@s, generar buenas o malas
vibraciones depende de nuestro pensamiento. El entrelazamiento vibratorio es lo
que llamamos “ley de la atracción”. La víctimas proyectan miedo o distracción.
Las personas protagonistas, responsabilidad. “El universo es inmaterial; mental
y espiritual. Vive y disfrútalo” (Richard Conn Henry, físico de la Universidad
John Hopkins).
Hemos de ser conscientes de lo que
deseamos, para modificar positivamente nuestras propias vibraciones, y por
tanto las relaciones.
El “efecto luna de miel” es una
adicción química, y su falta genera síndrome de abstinencia. La bioquímica del
amor no es como un diapasón que vibra, sino como un conjunto de hormonas:
estrógenos y testosterona (apareamiento), dopamina (placer y anhelo),
vasopresina (unión y agresividad), oxitocina (vínculos), serotonina (obsesión).
Son los ingredientes de esta pócima de amor.
En nosotr@s y nuestra pareja hay una
mente consciente (apenas una millonésima parte) e inconsciente. La primera
controla la actividad cognitiva; es sabia y creativa. La segunda (el 95%; en
realidad, más) es rutinaria y repetitiva. Estamos programad@s, pero podemos (si
queremos), mejorar la programación. Puedes imaginar que el coaching sirve para
eso.
Para reprogramar la mente subconsciente,
Bruce nos da una serie de consejos:
1. Sé consciente de lo que pides.
2. Revisa tu programación subconsciente.
3. Inicia la reprogramación.
4. Comunica a un nivel profundo.
5. Ten paciencia
6. Practica (un hábito es un
comportamiento que practicas hasta que se te graba en el cerebro).
Los “gases nobles”, como en la
física, extienden el amor. Son las personas preparadas para un amor
desinteresado. Un láser es un tubo lleno de átomos de gases nobles excitados
por la energía.
El libro acaba con un epílogo que
explica la secuencia de relación de Bruce Lipton con su pareja. Una maravilla,
que no siempre ha sido fácil.
Estupendo libro. Mi agrdecimiento al
autor, y por supuesto a Anwar Somali y su familia, a Munter, Jansi y a Carlos
Ongallo y su equipazo del Challenge.
“un estado de bendición, pasión, energía y salud que resulta de un enorme amor. Tu vida es tan hermosa que estás impaciente por levantarte y empezar un nuevo día, por agradecerle al universo el hecho de estar vivo”.
ResponderEliminarA esto es a lo que hemos de aspirar, aunque no siempre sea fácil. Me apunto en la lista tanto éste, como el de Jerusalem.
Gracias Juan Carlos.