Segunda
jornada de Coaching de Equipo en Fuenterrabía.
Esta
mañana he prestado especial atención a tres líderes que aparecían en las
noticias: José María Aznar López, ex presidente del gobierno, que presentó el
segundo volumen de sus memorias, El
compromiso del poder. Junto a él, los miembros de sus gobiernos (le
presentaron José María Fidalgo y Josep Piqué), pero no los del gobierno actual.
Felipe González Márquez, también ex presidente del gobierno, que presentó en el
Círculo de Bellas Artes, que presentó En
busca de respuestas, una interesante reflexión sobre el Liderazgo del que
he hablado en este blog. Y Vicente del Bosque presentó la lista de 23 jugadores
(incluido Diego Costa) de La Roja para los dos próximos partidos amistosos. El
seleccionador comenzó que no era tan fatuo como para pensar que ganaríamos el
Mundial.
En
el Coaching de Equipo de hoy, me he referido a los cuatro diferentes sentidos
del Compromiso (prometer con alguien y con algo: con un proyecto ilusionante y
con personas que merecen la pena por su credibilidad y su liderazgo).
-
El Compromiso como energía (el Talento es Capacidad por Compromiso en el
Contexto adecuado). De hecho, es la suma de cuatro energías: física, mental,
emocional y de valores.
-
El Compromiso como cualidad, como competencia. En este sentido, es en realidad
“semilla de compromiso” y por tanto una persona con 23-25 años que no ha vivido
experiencias de compromiso (con los boy-scouts, con otra asociación, peña, etc)
es raro que “se caiga del caballo” al entrar en una organización como primera
experiencia laboral.
- El
Compromiso como valor, como guía para las actuaciones en la medida que se
valora, se le da importancia al mismo. Es un valor común a muchas de las
organizaciones ganadoras.
-
El compromiso como las reglas del juego. En este sentido, los equipos de
verdad, los auténticos, han de estar dotados de “reglas de compromiso”, de un
contrato de comportamientos observables que se espera de los integrantes de un
equipo.
Mucho
me temo que un supuesto equipo sin “reglas de compromiso” dista de ser tal. Como
tampoco lo es realmente si no tiene visión, misión y valores compartidos por el
equipo; si no cuenta con un “mapa de diversidad intangible”, y por tanto no ha
analizado su complementariedad; si no hay un diagnóstico certero de sus
fortalezas y sus oportunidades de mejora; si no tiene su “parrilla ERAC” para
implantar una estrategia de océano azul; si no actualiza sus planes de acción
como equipo.
En
consecuencia, la gran mayoría de los llamados equipos no lo son porque no
generan suficientes sinergias, no obtienen resultados mucho mayores que cada
uno de los integrantes por separado. Y cuando un grupo no genera sinergias, lo
que genera es antisinergia (el valor total se reduce respecto al de cada
individuo).
Ya
sabes: no hay equipo sin líder ni líder sin equipo. El compromiso del líder es
en generar un equipo de verdad (hacer equipo, desde una visión para inspirar a
los integrantes del equipo). Y un equipo solo se compromete de verdad si cuenta
con un/a líder que merece la pena.
En
el aeropuerto de Hondarribia, la Real Sociedad, equipo que se clasificó para la
Champions League 2013-2014 y que mañana juega en el Santiago Bernabéu contra el
Real Madrid. Un ejemplo de éxito desde la segunda división y las dificultades
económicas que ha evolucionado muy positivamente gracias a su presidente y su
equipo directivo.
Mi
agradecimiento a los integrantes de este equipo con el que hemos trabajado en
el Coaching de Equipo de ayer y de hoy. Profesionales muy capaces, altamente
comprometidos con su empresa, que han estado concentrados en el desarrollo de
sus talento.
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