¡Qué
preciosa tarde-noche ayer en la Plaza de María Pita de A Coruña! Cena en La
Penella (una de las tortillas de patatas más famosas del mundo) y hoy en
Santiago, hablando en el Cluster do Produto Gráfico e do Libro Galego, sobre “La
emoción en el punto de venta”. Un asunto que me apasiona.
Emocionarse
es movilizarse, dinamizarse, actuar. He dividido la presentación en cuatro
bloques:
A.
Ya no estamos en Crisis, sino en un cambio de era. Crisis es un término médico,
que designa el momento en el que el enfermo puede sanar o puede morir. En este
caso, “no estamos ante una época de cambios, sino ante un cambio de época”,
como señaló en su momento Leonardo da Vinci. Se trata de una era conceptual (si
no eres un concepto, una marca, no eres nada), conductual (el cerebro
emocional, el sistema límbico, nos define a través de las conductas) y de
generosidad. El valor está en los intangibles: capital humano, marca, capital
clientes y expectativas de futuro. Los cuatro puntos cardinales
(imprescindibles para emocionar en el punto de venta) son la Confianza, la
Excelencia, la Innovación y el Talento.
B.
¿Somos alfabetos o analfabetos emocionales? Somos alfabetos si sabemos
distinguir una emoción de un sentimiento, si sabemos cuántas emociones hay, qué
impacto tóxico tienen las emociones negativas y cómo superar una emoción no
deseada. El 90% del liderazgo es pura inteligencia emocional.
C.
Claves y hábitos en el punto de venta. Hay hasta 16 hábitos a evitar:
1. Fracasar por no estar presente. Manifestaciones repetidas
y molestas de comportamiento que indican que preferimos estar en otro lugar, en
otro momento o con otra persona. Silva Gonçalves, psicóloga brasileña: “90-9 y
1”. 90% sintonizar el presente, 9% planificar el futuro y 1% revisar el pasado.
“No puede haber multitareas en la relación personal”.
2. Muletillas: repetir frases y palabras sin sentido. El uso
excesivo de calificadores verbales sin sentido e innecesarios. Un generador de
apatía sutil pero mortal, que distancia al cliente. Por ejemplo, el “pero”, que
quiere decir “haga caso omiso de la información previa”. Detén ese
comportamiento que ofende.
3. Vender después de lograr el negocio. La necesidad
irresistible de verbalizar y ejecutar cada movimiento posible en el proceso de
venta. Es “añadir demasiado valor”. Después de que el cliente ha dicho que sí,
el vendedor sigue hablando.
4. Ser selectivo al escuchar. La ausencia de una escucha
activa en presencia del cliente. Es el mayor asesino de empatía: la incapacidad
de prestar atención. La escucha no es una habilidad natural, sino adquirida.
5. Establecer contacto sin propósito. Una comunicación repetida
de forma deliberada sin ninguna razón comercial válida (que no esa querer
vender algo). Hay que establecer de 4 a 6 contactos antes de que el cliente
muestre disposición de comprar. Establecer contacto sin propósito es un asesino
de la empatía. El propósito recompensa a nuestros clientes y nos premia a
nosotr@s mism@s.
6. Clasificar según la apariencia. La tendencia de juzgar la
motivación y los ingresos de los posibles clientes de forma superficial desde
una perspectiva distante. Como Pretty Woman (Julia Roberts) cuando va a
comprar a Rodeo Drive: “¡Tengo dinero, de verdad!”
7. Usar la ansiedad como herramienta. Es “las ventas se
cierran el sábado”. Con la ansiedad está el poder coercitivo. Es lo de
“me queda el último”. Una variante es tratar de vender cuando el comercial está
enfadado.
8. Usted está ahí – Yo estoy por encima. La necesidad
constante de superar a nuestro interlocutor es un esfuerzo por mostrarle al
mundo lo inteligentes que somos. En el intento de impresionar a nuestros
clientes con nuestra experiencia, se pierde la venta.
9. Exceder la confianza. El uso de gestos íntimos
inadecuados. Saludos demasiados familiares, excesiva familiaridad… Hemos de ser
cautelos@s con la formalidad.
10. Ocultar la pasión y la energía. La tendencia a olvidar que las
personas deciden sobre la base de la emoción y más tarde justifican esa
emoción con la lógica. La pasión es deseo poderoso, entusiasmo ilimitado,
ardor, creer en lo que un@ representa. El 95% de nuestra motivación es
inconsciente, y por tanto emocional.
11. Explicar el fracaso. Comportarse bajo la creencia equivocada
de que ser capaz realmente de culpar a otros, mencionar los fallos o hacerse el
culpable es suficiente para satisfacer al cliente. No existen excusas en las
ventas, y hay una tendencia molesta a explicar mecánicamente por qué se
decepcionó al cliente.
12. Evitar decir “lo siento”. La incapacidad personal de pedir
disculpas o aceptar la responsabilidad por una equivocación o daño de la
organización o persona. Lo único que podemos controlar es lo que hacemos ahora
y lo que haremos la próxima vez.
13. Lanzar a otro al agua. Sacrificar a un colega, a menudo
anónimo, vulnerable y normalmente inocente, al culparlo por un fallo funcional
en la que tienes responsabilidad. Se trata de construir una relación personal
entre el/la comercial y su cliente.
14. Hacer propaganda. Exceso de confianza en los temas y en la
retórica de la organización. Una cosa es un mensaje deseado, comunicado por la
organización, y otra es la intrusión personal y el “insulto” de repetir
(literalmente, leer) unas líneas de instrucciones que el/la comercial no cree.
15. Desperdiciar energía. Tomar parte en discursos autocompasivos
y conversaciones para culpar a otros. Son actividades no solo improductivas
sino contraproducentes. Se disipa energía emocional y espacio mental.
16. Obsesionarse por las cifras. Lograr beneficios, margen,
productividad está enfocado a expensas de ser promovid@. La obsesión por los
números puede dar lugar a dos errores: lo que nosotr@s queremos de la vida y lo
que otr@s quieren de nosotr@s. Las cifras deben estar en la planificación, no
en la obsesión en el trato (ansiedad). Por ejemplo, podemos atropellar a
nuestr@s compañer@s por detalles de poca importancia.
Se trata de un nuevo AIDA (Atención, Interés, Decisión, Acción):
- Atención: Para promover la atención, estar presente (1), establecer
contacto con un propósito (5), ser cauteloso con la formalidad (9), jamás
“hacer propaganda” (14).
- Interés: Para generar el interés, hablar sin muletillas
(2), escuchar plenamente (4), evitar la soberbia (8), mostrar pasión
y energía (10).
- Decisión: Para lograr la decisión, evitar dejarse llevar por
la apariencia (6), dejar de lado la ansiedad (7), hacer equipo
respecto a los errores (11), nunca sacrificar a un colega (13).
- Acción: Para conseguir la acción, no vender después de cerrar
el trato (3), saber decir “lo siento” (12), nada de discursos
autocompasivos (15), evitar obsesionarse con las cifras (16).
Y siguiendo los conceptos de Daniel
Pink en su reciente libro Vender es
humano, cuya edición en castellano he tenido el honor de prologar, El
mundo comercial estaba basado en la asimetría de la información (el vendedor la
tenía; el comprador, no). Pero ya no. En lugar de
ser agresiv@, el nuevo ABC es Attunement (Ajuste, sintonización), Buyoyancy
(Flotabilidad, optimismo) y Clarity (Claridad, lucidez). Y por ello las tres
capacidades clave son Pitch (Arrojar, argumentar; la iniciativa), Improvise
(Improvisar; la naturalidad, la autoconfianza) y Serve (Servir; la orientación
a los demás, el altruismo, la generosidad).
D. Talento Comercial. El Talento es “inteligencia triunfante” (José
Antonio Marina), convertir conocimientos en comportamiento. Es poner en valor
lo que sabemos, queremos y podemos hacer. El talento comercial, como todo
talento, no es innato ni exclusivamente aprendido si un@ no quiere. Necesita de
voluntad (que te guste vender, aportar, relacionarte con l@s demás) y de 10.000
horas de práctica deliberada.
Mi gratitud a los integrantes del Cluster, y a mis socios Mar, Enrique y
Julio. Me encanta sentirme en casa cuando estoy en Galicia.
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