Esta
mañana me he provisto en la FNAC de Plaza Norte de tres libros: En busca de respuestas. El liderazgo en
tiempos de crisis, de Felipe González; El
gran cambio. Claves y oportunidades de una nueva era, de Fernando Trías de
Bes y Palabras Caballo, fuerza vital para el día a día de Juan-Miguel Fernández-Balboa.
Felipe
González (Sevilla, 1942) ingresó en las juventudes socialistas en 1962, fue
secretario general del PSOE de 1974 a 1997, diputado desde 1977 a 2004 y
presidente del gobierno de 1982 a 1996. Premio Carlomagno, Doctor Honoris Causa
por las universidades de Lovaina, Toulouse y Tel Aviv y presidente del Grupo de
Reflexión sobre el futuro de la Unión Europea.
No
se trata de un libro de memorias (suelen ser aburridos y poco equilibrados),
sino de una amplia reflexión sobre lo que significa hoy el liderazgo (un tema
que me apasiona, como bien sabes) político, empresarial y social y cómo se
pueden afrontar los desafíos del presente para sentar las bases de un futuro
mejor.
El
texto se divide en prólogo y nueve capítulos:
1.
Lo que define a un líder
2.
Características del liderazgo
3.
La crisis: un debate confuso
4.
Una nueva era global
5.
¿Crisis de liderazgo o liderazgo en crisis?
6.
Un rescate urgente: el de la política
7.
Una salida liderada de la crisis
8.
Entrenando a líderes
9.
Aprender a emprender
Se
trata de un libro muy potente, imprescindible para tod@s aquell@s a quienes nos
interesa especialmente el liderazgo como “talento para influir decisivamente en
los demás”. Se nota que el ex presidente no es, como dice él, “un jarrón chino”
(valioso, nadie sabe dónde colocarlo) sino que ha reflexionado profundamente
sobre lo que significar liderar.
“La
política debería consistir en disminuir el sufrimiento de los ciudadanos, ése
sería el liderazgo de verdad. Si la política que se hace no gusta, hay que
cambiarla: si los partidos políticos que hay no gustan, hay que cambiarlos o
cambiar a sus dirigentes. Debemos mejorar la calidad y el contenido de la
política, y esto solo se consigue con ideas y con participación. Si no lo
hacemos, nadie ganará y todos perderemos” (Felipe González).
Pronostico
que será uno de los best-sellers de la temporada y provocará mucha
controversia. Solo te pido, como lector, que no cometas el error de comprar –y
leer- el libro o no en función de que votaras o no por Felipe o su partido hace
más de 15 años. Sus reflexiones son útiles, más allá del partidismo imperante.
La
Dra. Silvia Damiano, desde Australia, nos recomienda por Facebook el nuevo
anuncio de SONY: http://thenextweb.com/shareables/2013/11/01/sony-fires-8-million-colorful-petals-volcano-costa-rica-stunning-ad-4k-tvs/?&_suid=1383411382831022847230010665953
La multinacional japonesa lanzó ocho millones de pétalos sobre un volcán de
Costa Rica para mostrar el poder del color. ¿Por qué ocho millones? Porque es
la cantidad de píxeles del nuevo televisor.
Y
desde Venezuela, la historia de una joven (Rafaela S.) que puso un anuncio
buscando un millonario y uno le respondió de forma genial: www.leanoticias.com/2013/07/06/puso-un-aviso-buscando-un-marido-millonario-y-un-millonario-le-respondio-de-una-forma-genial/
Quería un “novio” que ganara más de medio millón de dólares para poder vivir
cómodamente en Central Park y un “candidato” le respondió así: “considero los
hechos de la siguiente forma: Lo que Ud. ofrece, visto desde la perspectiva de
un hombre como el que Ud. busca, es simplemente un pésimo negocio. He aquí los
por qué: Dejando los rodeos de lado, lo que Ud. propone es un simple negocio:
Ud. pone la belleza física y yo pongo el dinero. Propuesta clara, sin
recovecos. Sin embargo existe un problema. Con seguridad, su belleza va a
decaer, y un día va a terminar, y lo más probable es que mi dinero continúe
creciendo. Así, en términos económicos, Ud. es un activo que sufre depreciación
y yo soy un activo que rinde dividendos. Ud. no sólo sufre depreciación, sino
que, como asta es progresiva, ¡aumenta siempre! Aclarando más, Ud. tiene hoy 25
años y va a continuar siendo linda durante los próximos 5 a 10 años; pero
siempre un poco menos cada año, y de repente, si se compara con una foto de
hoy, verá que ya estará envejecida. Esto quiere decir, que Ud. está hoy en
“alza”, en la época ideal de ser vendida, no de ser comprada. Usando el
lenguaje de Wall Street, quien la tiene hoy la debe de tener en “trading
position” (posición para comercializar), y no en “buy and hold” (compre y
retenga), que es para lo que Ud. se ofrece.
Por
lo tanto, todavía en términos comerciales, el casamiento (que es un “buy and
hold”) con Ud. no es un buen negocio a mediano o largo plazo, pero alquilarla
puede ser en términos comerciales un negocio razonable que podemos meditar y discutir
usted y yo.
Yo
pienso que mediante certificación de cuán “bien formada, con clase y
maravillosamente linda” es, yo, probable futuro locatario de esa “máquina”,
quiero lo que es de práctica habitual: Hacer una prueba, o sea un “test drive…”
para concretar la operación.
En
resumidas cuentas: como comprarla es un mal negocio, por su devaluación
creciente, le propongo alquilarla por el tiempo en que el material esté en buen
uso. Esperando noticias suyas, me despido cordialmente.” Y lo firma: “Un millonario
que por eso es millonario”.
Esta
estrafalaria historia me ha hecho pensar sobre los activos que se aprecian
(como el talento, si cuenta con el aprendizaje, el desarrollo adecuado) y los
que se deprecian (como la belleza física, si no se mejora con ejercicio físico,
elegancia, dulzura). Ese “buy and hold” (como el “matrimonio” entre un
profesional y una organización) merece un “test drive”.
Mi
gratitud a Daniel, Luis, Goyo y María, a Silvia y a los que difundieron la
historia de la joven que buscaba un novio millonario.
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