El GPS del cerebro: algoritmos paralelos interactivos


Hoy hemos almorzado con una de las mejores directoras de comunicación de nuestro país. Una DirCom particularmente activa en redes sociales (confiesa que le engancha), que he vivido en un su empresa, una de las mayores de España, un proceso de transformación sin precedentes y lo ha sabido contar adecuadamente. Nuestra gratitud hacia ella y a Sandra Sotillo, experta en la Reputación del CEO (cuya tesis doctoral he comentado en este blog) y María José Martín, DG de Right Management, por este almuerzo de pleno Liderazgo Femenino.
En “La contra” de La Vanguardia de este lunes, una interesante entrevista de Lluís Amiguet al científico noruego Edvard Moser, premio Nobel de Medicina por su descubrimiento del GPS del cerebro (www.lavanguardia.com/lacontra/20170918/431379553427/nuestro-cerebro-funciona-con-algoritmos-paralelos-interactivos.html). A sus 55 años, es joven para el Nobel pero no para la investigación.
Moser y May Britt, otra reputada científica de su país que también recibió el Nobel de medicina de 2014 con la que se casó y de la que se ha divorciado, descubrieron las “grid cells”, las células rejilla, que reproducen en nuestro cerebro el espacio y nuestro movimiento en él. Suponen un mecanismo de cálculo dinámico para el auto-posicionamiento basado en información permanentemente actualizada.
¿Por qué cuando vamos a un sitio parece que tardamos más que cuando regresamos del mismo? Porque “la percepción del tiempo está ligada a la memoria, que está en el hipocampo, donde se halla también ese GPS neuronal”.
Lo que el Dr. Moser investiga es “cómo computan nuestros cerebros. Cómo calculan algo nuestras neuronas. Busco esos algoritmos que aplica nuestro cerebro para ver cómo funciona, porque si entiendes uno, a menudo también entiendes otros. Y podremos descifrarlos todos”. Un algoritmo, que compartimos humanos y máquinas, es una operación o conjunto de operaciones, un cálculo, que es lo que hacen las neuronas, como “cuánto tardarás en llegar a casa o si puedes saltar hasta allí”. En palabras de Evard: “De otro modo, pero sí. Si averiguamos qué algoritmos usamos nosotros, también podemos ­hacer que los apliquen ellos”. Lo que pasa es que nuestras neuronas son mucho más lentas que los ordenadores, aunque nuestro cerebro tiene aún mucha ventaja: “nuestro cerebro puede procesar miles de operaciones a la vez, en red; el ordenador, en cambio, va de una en una, aunque mucho más rápido”. “En nuestro cerebro esas operaciones interactúan y se coordinan entre ellas en paralelo”. Probablemente, es cuestión de tiempo fabricar ordenadores así.
De momento, “ un ordenador ya puede componer melodías. Aprende los elementos de una buena composición, los mezcla al azar, y el resultado creativo puede sorprendernos”.
Sobre el Alzheimer, que desgraciadamente sigue sin curación, “Nos estamos dando cuenta de que la línea que seguíamos no era la buena, y eso también forma parte de mi investigación, porque los alzheimer pierden primero la orientación, así que nos deberíamos preguntar: ¿por qué esas células rejilla del GPS cerebral son tan vulnerables y por qué son las primeras que ataca el alzheimer?”
(en Noruega financiar generosos programas de investigación de diez años de duración.
En cambio, los ministros de Ciencia a veces sólo duran semanas.
Descubrir ese GPS cerebral le llevó a Edvar Moser y su equipo siete años (en Noruega los programas de financiación tienen 10 años de duración). Los primeros dos o tres fueron para construir el laboratorio, y luego llegaron los primeros resultados, que nos llevaron a otros no previstos. Fue una investigación al principio errática. Y después dio un gran salto.

En Retina (contraportada de Cinco Días), también hoy, Victoria Nadal escribía sobre la investigación de Vanessa K. Bohns y su equipo (Journal of Experimental Social Psychology): ‘Pregunta en persona. Con el email eres menos persuasivo de lo que crees’. Pedir algo cara a cara a 6 persona tiene el mismo impacto que un correo electrónico enviado a 200. La efectividad entre uno y otro es de 34 veces, porque el lenguaje no verbal es muy poderoso (e influye, vía neuronas espejo, en la empatía de la otra persona).
El correo electrónico genera sobrecarga cognitiva, falta de claridad en las solicitudes y mala estrategia de gestión. Así que ya sabes: no abuses de los emails porque su influencia es mucho menor.

La canción de hoy, escuchada en el cuarto episodio de la primera temporada de Sense 8 (What’s going on?), es ‘What’s up?’ de 4NonBlondes /www.youtube.com/watch?v=6NXnxTNIWkc Combinable con la sonata 58 en C Major Hob XVI:48:1 Andante con espressione, de Haydn www.youtube.com/watch?v=ZUKODBfqrOk

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