Ayer
por la tarde tuvimos en Barcelona una estupenda reunión con el DG y la
responsable del talento y su desarrollo de una de las mayores empresas
industriales de Europa. Da gusto comprobar en estos casos la sensibilidad de la
Alta Dirección hacia el Liderazgo Innovador y la auténtica labor de equipo (ya
sabes, “no hay equipo sin líder ni líder sin equipo”). Muchas gracias, Susana,
por hacerlo posible. Después, café con una gran amiga que está en un momento
especialmente dulce (un estupendo ejemplo de Liderazgo Femenino) y cena entre
amig@s/compañer@s, en la que la felicidad (a través de la risa y la sonrisa)
estuvieron permanentemente presentes. Así se puede encarar el futuro con
garantías de éxito. Gracias a tod@s por vuestra sinceridad y grandeza.
Hoy
es uno de esos viernes “que parece que se acaba el mundo”. Me habría encantado
estar con el maestro Marina en Mallorca reflexionando sobre la educación y la
empresa (gracias, Sonia, por la cordial invitación); en Valladolid con Serafín
Cuenca (un referente en el mundo de la Calidad y la Excelencia) con l@s
directiv@s y empresari@s castellano-leoneses (queda pendiente para comienzos de
2017); por supuesto, en nuestra comida de navidad en Madrid (a la que llegaré a
los postres/copas tomando el avión desde Barcelona a las 4 pm)… Y aquí en la
ciudad condal, felicitando el año a tod@s nuestr@s compañer@s con una breve
reflexión sobre los logros alcanzados en los últimos días. Como canta Sole
Giménez, con la que tuve el gusto de dialogar el otro día en Antena3: ¡Cómo
hemos cambiado!
Para
prepararme, he estado pensando en las personas intra-emprendededoras, que
llevan la iniciativa (se sienten “presas” de una pasión) en una organización
más o menos consolidada. Tienen la grandeza y la generosidad de ceder parte de
su libertad por formar parte de un proyecto mayor.
Me
gusta recordar los “Factores Clave de Fracaso” que presentaba nuestro
buen amigo Fernando Trías de Bes, mentor de Creatividad e Innovación del Human
Age Institue (un lujo compartir proyecto contigo, Fernando) en su
imprescindible El libro negro del emprendedor. Totalmente aplicables a
quienes intraemprenden:
1.
Emprender con un motivo (un porqué), pero sin una motivación (sin un deseo).
2.
No tener carácter emprendedor (el temperamento viene de serie; el carácter
recoge los hábitos que hemos sembrado).
3.
No ser un/a luchador/a (esencial: quienes no luchan no merecen el éxito).
4.
Contar con soci@s cuando en realidad puedes prescindir de ell@s (cuidado con
arrastrar mochilas excesivas; se va mejor –y más lejos- liger@ de equipaje).
5.
Escoger soci@s sin definir criterios de elección relevantes (el talento elige
proyecto como el proyecto elige talento).
6.
Ir a partes iguales cuando no todo el mundo aporta lo mismo (la equidad, como
nos enseñó Aristóteles, es “tratamiento desigual de situaciones desiguales”).
7.
Falta de confianza y comunicación con los socios (la confianza, como cuenta
corriente emocional, hay que generarla desde la comunicación positiva y
constructiva).
8.
Pensar que de la idea depende el éxito (la semilla es condición necesaria,
imprescindible, pero hay que cultivarla).
9.
Adentrarse en sectores que no gustan o se desconocen (el papel de la vocación y
la preparación).
10.Escoger
sectores de actividad poco atractivos (si no te atrae, tampoco lo hará a tus
clientes internos y externos).
11.Hacer
depender al negocio de las necesidades familiares y ambiciones materiales (el
resultado es consecuencia, no causa).
12.Emprender
sin asumir el impacto que tendrá sobre nuestro equilibrio vital (hemos de
optimizar la vida, no transitar sobre ella).
13.Crear
modelos de negocio que no dan beneficios rápidamente y de modo sostenible (sin
“quick wins” no hay paraíso).
14.Ser
emprendedor y no empresario, y no retirarse a tiempo (cuidado por permanecer
demasiado tiempo en la misma posición, degenerando la aventura en rutina).
La Soberbia
está a la vuelta de la esquina y es fácil que nos atrape, de un modo sutil (en
el discurso, es fácil ser humildes y no pecar de vanagloria). Me gusta la
definición del Diccionario de la Real Academia de la Lengua: “Satisfacción y
envanecimiento por la contemplación de las propias prendas con menosprecio de
los demás”. La Soberbia se nos presenta y nos incorpora hasta de siete formas:
1.
Soberbia en el Individualismo: Creer erróneamente que podemos solos y no
en tándem, en quinteto, en equipo. Tal vez llegues más rápido, pero no más
lejos.
2.
Soberbia en la Ignorancia: Emprender sin modelo de negocio o con un
modelo de negocio que no sirve al cliente. La “buena suerte” (recordando a Álex
y Fernando) es preparación & oportunidad. La fortuna ayuda a las mentes
(permanentemente) preparadas.
3.
Soberbia en la Indolencia (incapacidad de conmoverse, pereza): No
ilusionarse, no luchar, no comprometerse a tope. Sin pasión no hay triunfo.
Como diría Cruyff, “haz de tu pasión tu profesión”.
4.
Soberbia en la Idea: Pensar que con una “idea genial” basta. Emprender
es cuestión de perseverar. Lo que se logra a la primera se pierde a la primera.
Ve adaptando las ideas originales para que sigan siendo eso: ORIGINALES.
5.
Soberbia en la Inercia: Dejarse llevar por el éxito, sin adaptarse
permanentemente a las necesidades y gustos de los clientes. Emprender debe
incluir siempre la autocrítica.
6.
Soberbia en la Insensibilidad hacia el Talento: Desconocer quién tiene
la Capacidad y el Compromiso necesario en cada rol. Depreciar el Talento por un
clima laboral asfixiante, por falta de Liderazgo.
7.
Soberbia en la Irresponsabilidad: No sentirte plenamente responsable del
proyecto en cada momento del ciclo. Dar sentido y significado a cada paso.
Emprender
significa dirigir tu propia vida, decretar lo que deseas y ponerte a la tarea
(la ejecución es el 90% de la estrategia). Te deseo que estas navidades
actualices tu propósito en la vida, con un plan de acción (cuando mejor sepas
lo que quieres, más adaptable puedes ser para conseguirlo).
Mi
profunda gratitud a los centenares de personas con las que he estado en comunicación
hoy en el mensaje de navidad. Sois muy especiales.