hablemos de talento: Desempeño, Compromiso y Empleador de Referencia

Esta mañana he estado reunido con el DG de una empresa muy innovadora con el que, con permiso de la autoridad y si el tiempo no lo impide, comenzaremos sesiones de coaching estratégico (comenzando por él mismo, una persona preparada, sanamente ambiciosa y que se marca objetivos retadores de crecimiento y expansión) y la elaboración de un perfil de liderazgo acorde con la cultura, valores y estrategia de su organización. Mi gratitud a este DG por una reunión tan interesante y productiva.

Después, comida entre amigos en un restaurante italiano en el que hemos disfrutado de lo lindo.

He estado leyendo el número de noviembre de Capital Humano, publicación que dirige José Antonio Carazo (que estuvo presente, como el resto de los directores de este sector, en la entrega del premio CEO-DCH a Rosa García, presidenta de Siemens, el pasado día 3). En portada, el Banco de Potencial de Jefes de Departamento de Red Eléctrica, la inteligencia emocional de los equipos y el caso de Lyreco como empleador de referencia.

Me han gustado especialmente el artículo de Salvador Ibáñez, country manager del Top Employers Institute: ‘El Compromiso de los empleados, en el foco de la Gestión del Desempeño’. Salvador habla de la transformación de “la evaluación del desempeño anual en la que se clasificaba a los empleados en un ranking” a un diálogo a dos bandas con reconocimiento, más frecuente y motivador. El 89% de las empresas Top Employers 2016 (frente al 83% el año pasado) practican ese reconocimiento. El autor expone las buenas prácticas de Adidas, Bankinter y Canon. Y concluye: “Los empleados a los que se les ofrece la responsabilidad sobre su propio desarrollo con todas esas herramientas tienden a estar más comprometidos y son más autónomos para definir sus objetivos. De este modo el proceso de gestión del desempeño deja de ser una carga administrativa y se convierte en parte de un proceso de aprendizaje y mejora”. Gracias, Salva, por un artículo tan clarificador.

Creo que deberíamos cambiar el nombre de Evaluación del Desempeño (o Gestión del Desempeño) por el de DCP (Diálogo sobre Carrera Profesional), porque la evaluación es puntual y el diálogo habitual, el desempeño un examen (más o menos subjetivo) y la carrera una dinámica (el talento es una foto; la carrera profesional es una película), quien analiza el rendimiento es un gestor y quien dialoga sobre la carrera es un/a líder-coach. Las diferencias son notables. Para que las empresas sobrevivan y triunfen, deben adaptarse continuamente a sus mercados y para ello el DCP resulta imprescindible.

Mi también amigo el coach Roberto Crobu explica el ascenso del UCAM CF en términos de equipo de alto rendimiento con cinco variables: gestión eficaz de las emociones, comunicación y feedback positivo, organización, confianza y confiabilidad, iniciativa responsable. Enhorabuena, Roberto, porque el éxito no es por casualidad. “Hay que vencer el miedo a equivocarse individualmente en pro de atreverse para que el equipo se beneficie”.

Además, artículos de José Manuel Casado (El Ranking de Talento), María Graciani (Esprit de Conduite), Antonio Peñalver (¿Realmente somos productivos?), Lourdes Molinero (Digital Talent), Camilla Hiller-Fry (Atreverse a no mandar), Juan Carrión, Miriam Aguado (Conectando con la Generación Z), etc.

José Antonio Carazo escribe sobre el caso de Marina Salud como organización orientada al cliente. Mercedes de la Rosa, sobre Ericsson y entrevista a Miguel Ángel Aller, Director de Personas, Organización y Cultura de Gas Natural Fenosa (con quien estuvimos el pasado martes en el Factor Humano de Barcelona). Además, los premios ABC-Hudson a María Dionis (Ferrovial): “La Crisis nos ha enseñado a aprovechar el potencial de nuestros profesionales para que aflorase la inteligencia colectiva”, Camino Agra (ABanca): “Tenemos que trabajar evaluando permanentemente los riesgos de todo tipo, incluidos los reputacionales” y Julián Martín (Kiabi): “La coherencia en la cultura, el liderazgo, la comunicación, el compromiso son ingredientes imprescindibles para el éxito”.