Fin de semana especialmente lluvioso
en Madrid. Esta mañana, mientras preparaba temas de la próxima semana, he
estado viendo en la tele el concierto ‘Por ellas. Cadena 100’ del Palacio de
los deportes: Jesse y Joy, Rosana, Ruth Lorenzo, Coti, Manuel Carrasco, Sergio
Dalma. Una iniciativa solidaria muy importante. Me gusta ‘Uno x Uno’: www.youtube.com/watch?v=Vj1190w58UM
de Manu Carrasco. Y ayer el primer episodio de la serie sobre la antigua Roma
de la historiadora de Cambridge Mary Beard, galardonada con el premio Princesa
de Asturias.
Precisamente el viernes SS MM los
Reyes de España entregaron en Oviedo los galardones de este año. No pude verlo
en directo; sin embargo, lo he seguido después en la prensa y en los vídeos de
la red.
Nuestro Monarca citó a D. Miguel de
Unamuno para reivindicar una España “de brazos abiertos”, solidaria y animada,
“alejada del pesimismo, del desencanto o el desaliento”. Una nación que se
valore a sí misma, “orgullosa de lo que somos y que aprecie sus logros
colectivos”. Porque “lo que juntos hemos conseguido ha sido mucho y admirable”.
Un país culto, porque “un pueblo que quiera, respete y ampare su cultura nunca
temerá a su a futuro”. Como sabes, el pesimismo, como el optimismo, es un
“estilo explicativo de la realidad” (Martin Seligman). Como comunidad humana,
hemos de aprender a ser optimistas (en la explicación de los logros y errores
del pasado y del presente, en la esperanza hacia el futuro, en nuestra propia
autoestima) y re-encantarnos, re-ilusionarnos, con nuevas metas. Eso es
precisamente el Liderazgo: marcar la pauta, hacer equipo e infundir energía.
Necesitamos más Liderazgo Innovador. Si no en la clase política, que salvo
excepciones no parece a la altura de las circunstancias, en el ámbito social.
“No hay ninguna obra científica,
política, social o artística que no haya surgido de unos ideales firmes y
sólidos”, proclamó Felipe VI. Y añadió: “Somos más conscientes de que el
progreso es siempre fruto de muchos esfuerzos compartidos entre personas de
orígenes diversos, entre culturas y creencias distintas, entre naciones
diferentes”.
El periodista Richard Ford, premio
Princesa de Asturias de Letras, se considera “un novelista político”: “Si
pudiera, rescataría lo que entendemos por política y restauraría el valor de
esa palabra; me cercioraría de que evocara la necesidad de una respuesta
imaginativa para recuperar la capacidad de vivir juntos y de que la política no
significara, como en EE. UU., sinónimo de egoísmo, cinismo, engaño y
despropósito. Sinónimos de infortunio”.
La actriz y directora Núria Espert,
premio PdA de las Artes, contó que “el teatro es dueño absoluto de mi vida, mis
deseos, mis sueños”. Tal es la vocación (en su caso, desde los 13 años) para el
Talento.
La historiadora Mary Beard recibió el
galardón “en nombre de todos los profesores, académicos y escritores que
trabajan duro para que nuestra conversación con el mundo antiguo sea tan viva y
cautivadora”. Y también les dedicó el premio a los romanos, su pasión. “La
historia no es un tema reservado a unos pocos profesores solitarios en sus
bibliotecas; es una actividad ciudadana, compartida, y no ser capaz de pensar
de forma histórica hace que seamos todos ciudadanos empobrecidos”. Citó a John
Donne: “Ningún hombre es una isla/ algo completo en sí mismo./ Cada hombre es
un fragmento del continente”.
Patricia Espinosa Caballero,
Secretaria Ejecutiva de la Convención de Naciones Unidas sobre el Cambio
Climático, recogió el premio PdA de Cooperación Internacional: “Tenemos las
herramientas para crear un presente sostenible”. Además fueron galardonados
Aldeas Infantiles (Concordia), Javier Gómez Noya (Deportes), el reportero de
guerra James Nachtwey (Comunicación e Humanidades) y el pionero en prótesis inteligentes
Hugh Herr (Investigación Científica y Técnica).
“Al parecer, la alegría mengua
velozmente en el mundo, por lo que supongo que se hacen aún más necesarios los
actos de la imaginación encaminados a inventarla”. Estoy plenamente de acuerdo
con Richard Ford. Se trata, como hizo Cervantes, “de imaginar más”.
Hoy, en El Mundo, la entrevista de
Esther Panigua a Kekuni Minton, psicólogo y filósofo, pionero de la
psicoterapia sensomotriz: ‘Mirar al cuerpo para curar la mente’. Pone el foco
en el cuerpo, en conjunción con las emociones y los pensamientos. Fascinante.
Nuestro querido José Antonio Marina,
en ‘Ideas’, se refiere a Gilles Lipovetsky y su último libro, ‘La ligereza’:
“La ética tiene un contenido que puede describirse con la objetividad de una
ciencia social”. “Es sintomático que se
hable tanto de la viralidad de los mensajes. Todos podemos enfermar”. Y
concluye citando a Machado: “¡Qué difícil es no caer cuando todo cae!”.
En PAPEL, Ismael Marinero entrevista
a la mencionada Mary Beard: “Los romanos vencieron porque abrieron sus
fronteras”. Juan Sardá escribe sobre Clint Eastwood, que nos trae nueva cinta
(“Mientras hayas buenas historias, las seguiré contando”). Y Pablo Scarpellini,
sobre JK Simmons, “el secundario más humilde”, que también regresa a la gran
pantalla.
En El País (Negocios), Ramón Oliver
escribe sobre ‘Empleados de ida y vuelta’, profesionales repescados, con
ejemplos de Mahou San Miguel, Apple (Steve Jobs), la SER (Carles Francino) o el
Atlético de Madrid (Fernando Torres). Y en Ideas, ‘Volver a los clásicos’
(Homero, Virgilio, Platón), con artículos de Carlos García Gual, Maurizio
Bettini y Paul Veyne: “Los clásicos nos enseñan a hacernos preguntas”.
Efectivamente, nos entrenan para el pensamiento y la vida.
En ABC Empresa (Gestión y Talento),
entrevista de Unai Mezcua a Martin Lindstrom: “Las marcas usarán a tus amigos
para lograr que las compres”. Y J. Pagola: “Los jefes, los profesionales menos
digitales pese a tener que liderar la transformación”.
También esta mañana, como Zoe no ha podido ir
al entrenamiento en la Academia AR10, hemos ido al cine: ‘La chica del tren’. Un
thriller psicológico interesante. Me he comprado la novela, que no había leído.
Mi amigo Miguel Ángel ha visto, en Santander, ‘El contable’ y me la recomienda
encarecidamente. Como diría Martin Lindstrom, es el mejor comercial posible. Mi
gratitud por ello.