He vivido una semana particularmente
estimulante, en Madrid, Ibiza, Mallorca, Tarragona y Barcelona, con reuniones
multitudinarias, cenas apasionantes, almuerzos deliciosos, presentaciones de
libros, reuniones muy productivas. Os estoy muy agradecido a todas las personas
con las que he dialogado durante estos cinco últimos días. Hoy, AVE a Madrid,
breve paso por la oficina de Lagasca, peli (Un monstruo viene a verme, de Jota
Bayona), mi hija Zoe y gimnasio con Irma Valderrábanos, una excelente monitora
personal que seguro que se convertirá (nada es casual) en una Marca poderosa.
Hemos empezado con muy bien los lanzamientos
editoriales desde el verano: libros de Cristina Mulero, Mónica Esgueva,
Patricia Ramírez, Paco Alcaide, Rubén Turienzo (además de la última novela de
Rosa Montero) y desde EEUU ‘Las 12 palancas del éxito’, del difunto Stephen
Covey (falleció en julio de 2012). Un texto que es la actualización mejorada de
sus famosos ‘7 Hábitos de la gente eficaz’.
En la primera parte, Covey (a través de sus
seguidores) nos habla de la “Grandeza primordial” (Primary Greatness) frente a
la grandeza secundaria (dinero, poder, estatus). “Todos tenemos tres vidas:
pública, privada y secreta. La secreta es donde está el corazón, donde moran
las verdaderas motivaciones, lo que realmente anhelamos en la vida”. Hemos de
examinar nuestras motivaciones personales (una idea socrática), autoafirmarnos
(una comunicación personal, positiva, en presente, visual y emotiva),
interiorizarla (respiración, visualización, repetición), construir el carácter
(equilibrio entre el valor y la consideración, desde la humildad como fuente de
virtud), escribir programas nuevos, alinearnos con nuestros principios (los
principios son a los valores lo que la ética a la moral: son universales,
atemporales y evidentes; acaban rigiendo siempre), cultivar nuestros dones (la
propia consciencia con un diario personal, la consciencia moral leyendo,
escuchando y respondiendo, la voluntad independiente formulando promesas y
cumpliéndolas, la imaginación creativa desde la visualización), mantener el rumbo
evitando las distorsiones, reprogramar el pensamiento (evitando el
encarcelamiento emocional, la mentalidad de escasez y el desequilibrio de
roles). “Empieza a liderar más y a gestionar menos, en la empresa y en casa. La
mayoría de las empresas y de las familias están demasiado gestionadas y poco
lideradas”.
En la segunda parte, nos presenta los 12
principios que rigen las vidas de las personas de éxito:
1. Integridad, en lugar de “aparentar ser”.
Cuestión de Humildad y Valor. Sus frutos son la sabiduría, la mentalidad de
abundancia, la sinergia, la relación de confianza. “¿En qué áreas de tu vida
eres un ejemplo de valor?”.
2. Contribución frente a “una vida fácil”.
Covey cita la película ‘Profesor Holland’ (“Todos somos mejores personas
gracias a usted”). Son las dos facetas del Liderazgo: Victoria privada
(responsabilidad, misión y visión personal, acción) y Victoria pública
(seguridad compartida, delegación, implicación a otros). ¿Retirarse o
Renovarse? Buscar en el corazón: “Busca en tu propio corazón con diligencia,
pues de él fluyen los manantiales de la vida”, Salmos).
3. Prioridad, frente a las distracciones
fatales. Identificar qué es lo primero y “poner primero lo primero”,
subordinando el reloj a la brújula y desde un “Sí” ardiente. Interdependencia y
“salir de la caja”. Tu trabajo como líder es liberar la energía creativa de l@s
demás (Jack Welch).
4. Sacrificio personal, frente a las
intenciones ocultas. Las nuevas fuentes de poder son el ejercicio sabio del
autoconocimiento, la imaginación, la voluntad independiente y la consciencia;
dedicar más tiempo a las cosas importantes pero no necesariamente urgentes;
aprender, mejorar y progresar continuamente; contar con una red de relaciones y
asociaciones de beneficio mutuo. “El dolor es el principal motor del cambio
personal”, porque cambiamos de dentro a fuera, desde la humildad y el sacrificio personal.
5. Servicio a los demás, frente al egoísmo.
Servir a los demás como si fueran únicos. “Cuanto más mayor me hago, más
evidente se me hace la relación entre el modo en que tratamos a los empleados y
el modo en que éstos tratan a los clientes. Es una reacción en cadena”.
Experiencia Talento-Cliente, la llamamos ahora.
6. Responsabilidad, frente al victimismo. En
una relación dañada, “admitir cómo somos, asumiendo, al menos en parte, nuestra
responsabilidad”, saber que las personas dolidas “se aíslan y se encierran en
sí mismas”, buscar restablecer la confianza, admitir nuestro error y
disculparnos para acercarnos, ser sincer@s (sin manipulación). No es fácil
salir de esta “cárcel”.
7. Lealtad frente a la falta de respeto. Para
ser leales, defender a los indefensos, anticipar la discusión y obtener
autorización, llamar a las personas y explicarles, pensar en los clientes no
presentes, mencionar el contexto de lo sucedido, ofrecer a la otra persona la
posibilidad de explicarse, mencionar lo positivo de la otra persona.
8. Responsabilidad frente al “¿qué hay de lo
mío?”. “Nadie puede conocer su propia belleza ni percibir su propia valía hasta
que no las ve reflejadas en el espejo de otro ser humano que lo ama y respeta”
(John Joseph Powell). Hemos de “mirarnos en el espejo”, crear intimidad,
compartir conocimiento e información, incluir las relaciones con todas las
partes interesadas, prepararse para quienes están “en primera línea”, preferir
la clemencia al “ojo por ojo”. “La ley de la reciprocidad es tan constante como
la ley de la gravedad. No podemos violar un principio o una ley natural sin
sufrir las consecuencias. Al final de cada minuto de nuestras vidas recibimos
el saldo resultante de nuestra conducta diaria” (Stephen Covey).
9. Diversidad, frente a la semejanza. El
autor cita a Maya Angelou: “Es hora de que los padres enseñen a los jóvenes
desde el principio que en la diversidad hay belleza y fuerza”. “El secreto del
éxito de todo el que lo ha conseguido reside en adoptar hábitos que quienes
fracasan no quieren practicar”.
10. Aprendizaje continuo, frente a la
irrelevancia. El aprendizaje es esencial para la grandeza primordial e
irrelevante para la secundaria. El Aprendizaje, recordemos, es Educación
(Formación), Experiencias y Exposición a nuevos retos.
11. Renovación frente al declive. Supuestos
físico, mental, social (emocional) y espiritual. Afila la sierra desde estas
cuatro áreas.
12. Enseñar para aprender, frente a la
depreciación (pérdida de aprendizaje). Para capturar el aprendizaje: Propósito,
Puntos clave, Validación, Aplicación y Valor. Se aprende mejor cuando se enseña
(nos sentimos bien, reforzamos el vínculo, establecemos nuestro propio proceso
de cambio y crecimiento). Enseñar nos libera.
Una última palabra de Covey: “Aspira a la
sabiduría”. Los cuatro principios de la sabiduría son: saber que el cambio
positivo empieza en el interior, que exige carácter y competencia, se
manifiesta cuando ambas se solapan, está más allá de la información y del
conocimiento (porque alineamos nuestro criterio con los principios correctos).
El libro nos regala la última entrevista a
Stephen Covey: los 7 hábitos “cambiaron el cambio”. Para cambiar, nos
recomienda “seguir a nuestra consciencia” y preguntarnos “¿qué me pide la vida
ahora?”.
“Un acto de bondad es
muy poderoso” (Stephen Covey). Esto nos conecta con la bondad como aplicación
práctica de la ética (Marina).
Hoy la música, en honor a Jota Bayona y a su
nueva película ‘Un monstruo viene a verme’, es de Fernando Velázquez,
compositor de sus dos obras anteriores. Nadie como él ha retratado
emocionalmente en una partitura (las de ‘Lo imposible’ www.youtube.com/watch?v=pftt4_p-mv8
y ‘El orfanato’ www.youtube.com/watch?v=Uo6KRXGBkz8) el amor de una madre a sus
hijos. Degústalas con exquisitez.