La Inseguridad en primera persona: 'Haz lo que TEMAS', de Marta Robles


Este fin de semana estoy cumpliendo con mi “disciplina” de descansar adecuadamente. Ayer, almuerzo entre amigos (y Zoe), siestita y por la noche, tras la cena, me sorprendió en Movistar+ una comedia romántica que desconocía, ‘¿Cómo se escribe Amor?’ (The Rewrite, 2014). Es la historia de un guionista que ganó un Óscar (Hugh Grant) en horas bajas que acepta dar clases de escritura en una Universidad del Estado de Nueva York y conoce a una alumna, madre soltera (Marisa Tomei). Escrita y dirigida por Mark Lawrence, parece ser que nunca se estrenó en España. Una comedia romántica muy digna que no tuvo oportunidad, que no se puso en valor, pero que es una deliciosa reflexión sobre lo que significa escribir. “Sí sabes enseñar, porque yo he mejorado”.
También estuve leyendo ‘Haz lo que temas’, de Marta Robles. Subtitulado ‘Una reflexión sobre la inseguridad en primera persona’, esta prestigiosa periodista se atreve de forma muy valiente a contarnos cómo y por qué es tan insegura. Además, la psicóloga Paula Martín de Bustamante completa cada capítulo con el punto científico.
Marta comienza así: “Llevo toda la vida ocultando mi inseguridad. Y no debo hacerlo mal del todo, porque tengo que jurar sobre la Biblia que soy insegura para que me crean”. Doy fe, porque Marta Robles participó en un curso de Eurofórum que organizábamos (hace más de una década) y nos dio la impresión de que además de bella, culta y elegante (o precisamente por ello, por su éxito) era una persona muy segura. “La mía es una seguridad impostada”, escribe, “que se sostiene sobre endebles palillos fácilmente derrumbables”. Su mantra (de Ralph Waldo Emerson) es “Haz siempre lo que temas hacer”.
Su inseguridad nace de que a los 12 años no sabía montar en bici, de que medía más de 1’70 y era muy flaca, etc. “La inseguridad personal no es sólo la falta de certeza respecto a las propias capacidades que no hemos puesto a prueba, sino el rechazo a aceptar las que hemos probado que tenemos, incluso aunque no las reconozcan los demás”. Por ello, “la inseguridad es miedo. Miedo a no estar a la altura de las circunstancias y de los otros”.
A la inseguridad se llega por exceso o por defecto de protección. “El amor es una cosa muy rara y muy valiosa. Pero no siempre se ama como corresponde. Saber amar implica una enorme generosidad. Y desde luego saber que aquellos a los que amamos no nos pertenecen. Ni aunque les hayamos dado la vida. Ni aunque sean nuestros hijos”. Paula nos enseña que “las personalidades inseguras se caracterizan por la dificultad a la hora de tomar decisiones”. “Se mueven por y para la aprobación de los demás, su autoestima y la construcción de su yo están en manos de terceros”. Para entender la inseguridad en la infancia, la teoría del apego (attachment) de Bowlby y Ainsworth y la teoría de la seguridad emocional de Davies y Cummings.
Tipos de inseguridades: física (“el patito feo”: dismorfofobia), intelectual (en casa de Marta no había libros), socioeconómicas (complejo de clase) “La seducción está más en saber mirar, saber contar y, sobre todo, saber escuchar que en ser el más bello de la creación”. “La belleza está en los ojos de los que miran”. “Los celos son una respuesta emocional que surge cuando una amenaza hacia algo que considera propio”. Es decir, miedo. Marta cree que “en el amor cierta inseguridad es fundamental” porque “quien piensa que lo que tiene es para siempre lo cuida lo justo y de manera rutinaria… y puede acabar perdiéndolo”. Celos familiares, profesionales, de hijos en un segundo matrimonio… Cuidado con los tóxicos: negativos por naturaleza, egotrips, odiosos. Paula se basa en Maslow para distinguir necesidades deficitarias (fisiológicas, de afiliación, de reconocimiento) y de desarrollo (autorrealización). Sobre los celos, White y Mullen (1998).
Sobreprotección o negligencia: “Si l@ quieres, déjal@ libre”. A Marta su madre la sobreprotegía y su padre pasaba (“demasiado ocupado y poco dado a los cumplidos con los niños y menos aún conmigo). Paula habla de estilos educativos: padres autoritarios, permisivos, negligentes, democráticos (“ejercen el control óptimo sobre sus hijos y razonan con ellos para evitar el uso de la fuerza y la imposición”), sobreprotectores.
Diferencias de género en la inseguridad. “Las mujeres somos una hormona con dos piernas. Las hormonas –o la falta de ellas- lo determinarán todo a lo largo de nuestra vida (…) todo es un juego de idas y venidas de hormonas que condicionan nuestro carácter”. Las inseguridades masculinas son las de los cazadores. Las mujeres se sienten inseguras si “no se encuentran lo suficientemente atractivas”, “no son lo suficientemente seductoras como para conquistar a los hombres”.
“La inseguridad es la causa del miedo y la baja autoestima su consecuencia directa”. La baja autoestima se manifiesta en la autocrítica rigorista, el perfeccionismo, el miedo al rechazo, la culpabilidad. Para elevarla, prácticas como vivir conscientemente, aceptarse un@ mism@, autoresponsabilizarse, autoafirmarse (logros), vivir con propósito y la integridad personal.
El fracaso: “Absuélvete a ti mism@ y tendrás la aprobación del mundo” (Ralph Waldo Emerson). Inseguridad en el trabajo, en la amistad, en la pareja. “El miedo no protege, paraliza”.
Cuándo quitarse la máscara. Marta Robles incluye el poema de Pedro Salinas ‘Se te está viendo la otra’ (puedes escucharlo en la voz del propio poeta en www.palabravirtual.com/index.php?ir=ver_voz.php&wid=471&t=Se+te+est%E1+viendo+la+otra...&p=Pedro+Salinas&o=Pedro+Salinas). Llevar la máscara más tiempo del debido puede provocar que el personaje ficticio mate al real.
“Ventajas” de la inseguridad: la reflexión, el reto, la humildad, la creatividad (“Hay que ser sublime sin interrupción”, Baudelaire). Peligros del exceso de seguridad: creerse superior, la soberbia impide ver con claridad, expectativas excesivas. Cuidado con el narcisismo. “La vida es efímera e incierta, y tal vez por eso es tan maravillosa”.
Marta, siempre periodista, nos regala además las opiniones de medio centenar de escritores, entre ell@s Julio Llamazares (“Se escribe por inseguridad, que nadie se engañe, por más que luego uno se muestre muy seguro a la hora de escribir”), Nativel Preciado (“Lo que más me ayuda a superar mis inseguridades es sentirme querida por las personas que me importan”) y Josef Ajram (“En el momento en el que dejas de preocuparte por lo que va a pasar empiezas a disfrutar de lo que está pasando”).
“Yo no he podido superar mi inseguridad”, confiesa Marta Robles. “Y algunos días me ataca sin compasión y me vuelve ansiosa e insoportable”. Gran libro, Marta. Va a resultar de enorme utilidad a muchas personas. La fortuna, como has demostrado con esta obra, ayuda a las valientes como tú.
Mi apuesta musical para este esplendido libro, imprescindible, es ‘Hungry Heart’ www.youtube.com/watch?v=lQSn26zCXYQ de Bruce Springsteen, ‘The Boss’, otra persona con especial coraje.