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Me encanta regresar a
Extremadura, la Toscana de España. Es una región tan completa, tan entrañable,
tan sincera y de verdad que te cambia la vida a mejor y a la que estoy
profundamente agradecida.
Ayer poco antes de
comer, el Dr. Carlos Ongallo, nuestro mayor experto en aprendizaje
experiencial, nos recogió a Zoe y a mí en Navalmoral de la Mata y fuimos a
almorzar a Cuacos de Yuste (donde el Emperador Carlos decidió retirarse
voluntariamente y pasar sus últimos días) a almorzar en la Abadía. Nos
acompañaron nuestras buenas amigas la Dra. Isabel Tovar (que cambió su guardia
como médico para estar con nosotr@s) y la empresaria Beatriz Tello, que ha sido
la directora del cluster audiovisual de Extremadura. Con uno de los mejores
jamones del mundo, huevos fritos con pimentón de la Vera y viandas acordes de
la tierra, hablamos distendidamente de la vida y del amor. Carlos nos recordó
aquellas palabras de Antoine de Saint Exupéry: “Amar es habitarse en el espacio
del otro”. Humildad y vanidad. También del autor de ‘El Principito’ son estas
frases: “Para las personas vanidosas, los demás sólo son admiradores”, “Las
personas se descubren cuando se miden con obstáculos”, “Para ver claro, basta
con cambiar la dirección de la mirada”, “Fue el tiempo que pasaste con tu rosa
la que la hizo tan importante”. Tendré que volver a ‘El Principito’ este
verano, y comentarlo paso a paso con Zoe por Escandinavia.
Vaya, vaya, aquí sí
hay playa. Tomamos café en la garganta de Pedro Chate, en Jaraiz. Se trata de
una piscina natural llamada El Lago, un paraíso estival en la comarca de la
Vera.
Un poco de descanso
en el hotel y a las 9 fuimos a la gala solidaria organizada por Cáritas para
los proyectos de Zimbabwe del padre Ildefonso Trujillo, misionero jaraiceño que
lleva 48 años ayudando decisivamente en aquel país africano. Durante cuatro
horas, tuvimos folklore, el ballet de Mónica Tello y el regaetton de Gus
Romero. Zoe y yo lo disfrutamos al máximo, al aire libre, con una temperatura
muy agradable y un ambiente superpositivo.
Tras la gala, Beatriz
Tello nos presentó al padre Ildefonso, un ejemplo de plenitud en la entrega a
los demás. Me gusta su concepto de “ayuda responsable” a aquellas comunidades
rurales. Es conscientemente nada paternalista; es un canal para que ellos se
ayuden a sí mismos, construyendo en lo que pueden colegios, hospitales y
viviendas. Su labor me ha ganado el corazón.
Y después, cena con
las hermanas Tello (Mónica, Raquel, Bea), su hermano Ángel, sus parejas, Lucas
(el hijo de Mónica) y el resto del cuerpo de baile. Puro arte y sensibilidad. Bocadillos,
cruasanes y cerveza Abadía de Yuste.
La banda sonora es "Estando contigo" de Marisol, en la versión de Malú: www.youtube.com/watch?v=e9wEvBVE0h4
Hoy Carlos Ongallo
nos tenía reservada la grata sorpresa de dialogar con el superior de Yuste. Desde
los tiempos de Carlos V, fueron los jerónimos (dedicados al silencio y la
oración) quienes regentaron el monasterio. En el siglo XIX eran más de mil y
vivían en 46 monasterios. Ahora quedan
11 y se han reagrupado en Santa María del Parral (Segovia). Para "resucitar" Yuste, los paulinos recurrieron a Pawel Stepkowski y Rafal Zawada, que vivían
a 2.862 kilómetros, en Jasna Gora, el santuario más visitado de Polonia (cinco
millones de peregrinos al año). Gracias, Carlos, por esta enorme oportunidad.
Ya que estamos en
verano, una web de desarrollo personal nos aconseja 12 pasos para mejorar
nuestra vida en las próximas cuatro semanas:
- Levantarse temprano
- Alimentación ligera
- Deporte
- Limpiar el espacio
- Centrar asuntos y
deberes
- Limpieza de lo que
te rodea (relaciones tóxicas)
- Escribir y realizar
los planes
- Escribir la lista
de lo imposible (sueños que no se cumplirán nunca)
- Hacer planes cada
día (de la noche, para el día siguiente)
- Tratar de vivir de
otra manera, sin cambios abismales
- Salir de la zona de
confort (pero de verdad)
- Descansar, que
falta hace
Gracias a la autora,
Svetlana Pokrevskaya, por estos consejos. Sentido común, pero (al menos en mi
caso), práctica común. Ese “Ama, no lo que eres, sino aquello en lo que te
puedes llegar a convertir” de Cervantes, Jodorowsky lo expresa con otras
palabras: “No hay alivio mayor que comenzar a ser lo que se es”.