Deliciosa la cena
de ayer en Santiago, en A Moa (Rúa de San Pedro, 32), con Belén, Mónica,
Javier, Santi García, Isabel y su esposo, Isabella, Francesc… Una charla muy
agradable en la que Javier Cebreiros, todo un talento, nos preguntó por
recomendaciones de libros. Gracias a AEDIPE Galicia por la organización de la
cena en un entorno tan especial.
Esta mañana, ‘El
talismán’ de Rosana: https://www.youtube.com/watch?v=B6eFarJ3-ig
“Yo soy la tierra de tus raíces:/ el talismán de tu piel lo dice./
Yo
soy la tierra de tus raíces:/ lo dice el corazón y el fuego de tu piel./
Yo
soy la tierra de tus raíces:/ el talismán de tu piel lo dice./
Yo soy la
tierra de tus raíces:/ a ver qué dices tú.”
Jornada sobre la
Felicidad en el Trabajo (FET), seis años después del Congreso Nacional de
AEDIPE en A Coruña en la que este “sueño hecho realidad” de Santiago Vázquez
(director de gestión de personas de R) se ha convertido en uno de los Congresos
sobre este tema, esencial para la supervivencia organizativa, de mayor
tradición en el mundo.
Precisamente, Santi
Vázquez ha presentado al primer ponente de la mañana, Santiago García (iOpener
Institute de Oxford), que nos ha hablado de ‘El arte de dirigir personas hoy’,
título de su último libro. Me he comprado éste y su libro anterior, ‘El ocaso
del empleo. Cómo sobrevivir en el futuro del trabajo’. Los comentaré como
merecen en este blog. Gracias, Santi, por una ponencia magnífica.
Antes del café,
AEDIPE Galicia ha celebrado sus 18 años de vida, con los tres presidentes que
ha tenido: Emilio, Antonio Domingo y Belén Varela. Esta tarde, Belén pasa el
testigo al/ a la nuev@.
Y después, mesa
redonda con los DRH de tres empresas referentes en la felicidad en el trabajo:
Isabel Arribas (Admiral Group), Alfonso Garrido-Lestache (Hospital de Manises)
y Francesc Porta (Grupo SIFU), que he moderado como Head of Talent de
ManpowerGroup.
Posteriormente, en
calidad de mentor de Coaching del Human Age Institute (patrocinador del FET16),
he hablado del Talento para la Felicidad y de la Felicidad para el Talento. Ya
sabes, las personas felices son el triple de creativas; hemos de pasar de jefes
a “GeFes” (María Graciani), generadores de felicidad. La Felicidad no se busca,
se construye, con 12 actividades deliberadas (Sonja Lyubomirsky). El Talento no
nace ni se hace, se cultiva… si uno quiere y lo trabaja (motivación de inicio y
de mantenimiento).
Mi profunda
gratitud a quienes desde hace 6 años hacen posible el FET, el gran evento de la
Felicidad en el Trabajo. Esta tarde, tras la Asamblea General de AEDIPE
Galicia, un taller sobre empresas resilientes, con Isabella Meneghel, doctora
de la Universidad Jaime I (Castellón) que trabaja con la gran Marisa Salanova. Y
mañana por la tarde, dentro de la reunión de Empresas Saludables, conferencia
de cierre de Christian Felber sobre Economía Colaborativa y del Bien Común,
presentado por Emilio Pérez Troncoso (AEDIPE Galicia).
De vuelta, he
estado leyendo ‘El show de Trump. El perfil del vendedor de humo’, de Mark
Singer. El centro de las elecciones más alarmantes de la historia de Estados
Unidos es un corredor de bienes raíces que se autoproclama (falsamente) el
mayor constructor de Nueva York. Parece ser que tomó la decisión de presentarse
a candidato presidencial en la cena de corresponsales de la Casa Blanca de
2011. “Sin duda, ésta ha sido la campaña electoral más absurda y deprimente que
hemos tenido en décadas”, escribe Mark Singer, periodista de The New Yorker
desde 1974, que escribió sobre Trump en 1996.
Trump es “un
artista del performance”. De él ha dicho un analista financiero: “En el fondo,
quiere ser Madonna”. Ya le gustaría. A su ex (3’5 años casados) la describió
como “buenos pechos, cero sesos”. Donald es “una ópera bufa de la clase acomodada”. Ha
rozado la bancarrota y es un mentiroso compulsivo (tras una reunión en
Wisconsin, el Huffington Post contó “71 momentos en los que Trump hizo una
declaración inexacta, engañosa o profundamente cuestionable”, en una hora). De
él ha dicho Alair Townsend, la Teniente de Alcalde de Nueva York con Ed Koch
(tres victorias municipales) que “No le creería a Donald Trump, aunque su
lengua estuviera notariada”. “Adicto a la hipérbole, que tergiversa por
diversión y en beneficio propio”. Un narcisista con predilección por explotar
las debilidades de los demás. Puro show para la sociedad del espectáculo.
Su comida favorita
es pastel de carne con puré de patatas. Ama el boxeo (su ex, Marla, decía: “Lo
disfruto siempre que nadie se lastime”). Se declara con un valor neto de 2.250
M $ (en realidad, no pasará de 150 M $). Repite “Créeme” y suelta frases como
“parte de mi belleza es que soy muy rico”. Soy lema “Hacer que América vuelva a
ser grande” tampoco es original (lo utilizó Reagan en los 80). Y ha repetido
“Amo a los que no tienen educación”. Tan contentos.
Esperaba más de
este libro de “crónica-actualidad” que no llega a las 100 páginas.
Probablemente lo mejor es el papel de los medios respecto a esta campaña:
“buena parte del cuarto poder ejerció el poder de bobo facilitador, primero al
no tomar a Trump en serio, y luego “al tomarlo”, de hecho, en serio, adoptando
un papel de testigo cooperante. Durante meses, Trump manejó a los medios como
público de un espectáculo de feria. Cuanto más tiempo y tinta le dedicaban, más
los vilipendiaba. No importante cuánta invectiva mostrara al incitar a la
chusma a insultar a los desafortunados rehenes, ubicados en las cabinas de
prensa: las cámaras seguían grabando. Por momentos, el espectáculo era tan
inquietante que casi resultaba imposible verlo. Detrás de la barrera
(concretamente, en el sofá de mi casa), mi vergonzante secreto es que no podía
apartar la mirada”. Un explosivo cóctel de morbo y payasadas, como en todos los
populismos de ambos lados del Atlántico.
Canción para el final del día: ‘There must be an
angel (playing with my heart)’, de Eurytmics con Steve Wonder a la armónica. www.youtube.com/watch?v=TlGXDy5xFlw
Pura felicidad.
Feliz fin de
semana.