8 pídoras de motivación de Mónica Medoza para que nos motivemos comerciales y emprendedores

Estupendo día en A Coruña, entre sesiones de coaching estratégico con directores generales. Anoche disfruté de una entrañable cena con amigos. Y hoy, a la hora de comer, he tenido el placer de visitar la exposición A FRONTEIRA INFINDA sobre artistas gallegos en la inmigración, de las Colecciones de Arte ABANCA y AFundación (cuadros de Mario Granell, Isaac Díaz Pardo, Antonio Lago Rivera o Manuel Pailós) y de acercarme a la Casa Museo de Picasso en la calle Payo Gómez, donde vivió el mayor genio artístico del siglo XX de 1891 a 1895. Como me interesa mucho la etapa formativa de Picasso, he adquirido ‘Los cinco años coruñeses de Pablo Ruiz Picasso’, de Àngel Padín. Aquí, en la ciudad donde nadie es forastero, es donde el genio despierta. El 21 de febrero de 1895 La Voz de Galicia se hace eco de su primera exposición, con tan solo 13 años. “Continúe de esta manera y no dude que alcanzará días de gloria y un porvenir brillante”, profetizaba la crónica. Mi gratitud a los directivos con quienes hoy he disfrutado de su talento y liderazgo.
La lectura de este miércoles ha sido ‘Píldoras de motivación para comerciales y emprendedores’ de Mónica Mendoza. He tenido el honor de compartir escenario con Mónica en el Afterwork de Barcelona y me encanta su entusiasmo, positividad y practicidad. Mónica ama la vida y la vida le ama a ella. Psicóloga por la UAB y máster en Dirección Comercial por el IESE, es uno de los principales referentes en motivación comercial. Gracias, Mónica, por este nuevo texto tras el best-seller ‘Lo que NO le cuentan en los libros de ventas’.
La autora nos regala en esta ocasión, con las experiencias vitales de Alejandro Darías (arquitecto), José Salgado (cofundador de Exelisis), Ignacio del Valle (creativo de Bypass), Olga Escriu(BBVA) y Jaime Gurt (Infojobs), ocho píldoras de motivación que nos vienen muy bien:
1. Olvídate de la perfección.
2. Practica la posturización (alegría, optimismo).
3. Da el máximo sin pensar en el resultado.
4. Relativiza los éxitos y los fracasos.
5. Trabaja tu autoestima.
6. Practica el autocontrol.
7. Haz algún tipo de actividad física.
8. Valora lo que tienes.

En los mercados maduros como el nuestro, el ratio de venta es el 1%. De cada 100 llamadas, escuchan 30 potenciales clientes. De esos 30, 10 conciertan una cita. De esas 10 citas, en tan solo una habrá una venta. “La venta es un trabajo duro que exige esfuerzo mental y físico” (Elena Rubio Navarro, ‘El vendedor excelente’).
En la bibliografía que nos recomienda Mónica Mendoza, buenos amigos como José Antonio Marina (‘Los secretos de la motivación’, 2011), Álex Rovira y Fernando Trías de Bes (‘La Buena Suerte’, 2004), Fernando Botella (‘¡Atrévete!’, 2012), Tal Ben Shahar (‘La búsqueda de la felicidad’, 2011) o Valentín Fuster (‘El círculo de la motivación’, 2013).

Sí, el talento comercial y el emprendedor depende en una enorme medida de la Inteligencia Emocional: Autoconfianza, Autocontrol, Motivación de Logro, Empatía, Influencia desde la credibilidad. Como diría Daniel Pink (‘Vender es humano’), la labor comercial es una labor de relación personal. Desde “buscar un cliente en un pajar” (como con la aguja, se necesita un imán) hasta soportar la presión de los objetivos (cuestión de fortaleza mental), lo que pensamos es lo que hacemos. Las personas compramos por motivos que se ciñen al acrónimo MICASO (Moda, Interés, Comodidad, Afecto, Seguridad, Orgullo) y hay que actuar en consecuencia.