Esta
mañana he tenido el privilegio de disfrutar de una de las lecciones vitales más
importantes de mi vida.
En
la prueba final del EBS Challenge 2015, la de mayor puntuación, he tenido el
honor de acompañar al equipo amarillo, que cuenta con grandes líderes y que
hasta ahora en la competición había sufrido altibajos. La prueba en cuestión
era el Cabo do Mar. Nos han despertado a las 5 de la mañana, desayunado a las
5,30 (en mi caso, demasiado copiosamente para lo que nos esperaba), salido a
las 6 hacia Porto Formoso y de ahí en barcos de pescadores a alta mar en el
Atlántico Norte. Unos 30 minutos hacia alta mar y después hora y media tratando
de pescar. Los pescadores Tole, Carlos y Óscar han enseñado al equipo amarillo,
hoy liderado por Macarena Muñoz (una extraordinaria coach de Extremadura,
perteneciente a Talentia) cómo pescar a pesar de un viento de Levante nada
favorable a las capturas.
Cómo
se ha comportado este equipo (un verdadero equipo, porque ha obtenido juntos lo
que nunca lograrían por separado) me ha demostrado lo mejor del género humano,
en términos de compañerismo, generosidad y solidaridad. En hora y media, a
pesar de que siete de los diez se han mareado de forma importante (las condiciones
no eran para menos) se han apoyado, se han reforzado, se han animado y han dado
lo mejor de sí mism@s, individual y colectivamente. El resultado: un total de
18 capturas, y eso que las más valiosas se escaparon en 3-4 ocasiones
precisamente por su peso.
Como
observador de esta dinámica tan difícil, mi profundo agradecimiento a Beatriz,
Canuto, Concha, Diana, Edilio, Jorge, Luis, Macarena, Macarena M., Paco. ¡Sois
extraordinari@s! La vivencia de hoy no la olvidaré jamás.
En
el feedback posterior a la prueba por parte de los “Mestres”, mi buen amigo
Mario Alonso Puig nos ha recordado que Competición no debe ser lo mismo que
Enfrentamiento. Competir es contender, aspirar varias personas o equipos a la
misma cosa (por ejemplo, la victoria en el Challenge). Enfrentarse es “ponerse
frente a frente”, convertir al rival en un enemigo. La competición es sana para
conocernos mejor y exceder nuestros límites; el enfrentamiento suele ser
estúpido, porque pierden ambas partes.
Porto
Formoso es una freguesía en el Concelho de Ribeira Grande, en la isla de San
Miguel (Azores). Posee un área de unos 12’79 Km2 y unos 1.400 habitantes. Nos
ha recibido esta mañana antes de iniciar la prueba el presidente de la xunta de
la freguesía, Emmanuel Janeiro Faria. También hemos podido almorzar con él en
un restaurante de la localidad. Porto Formoso posee la playa dos moinhos (donde
ha oficiado una preciosa villa marinera nuestro querido Fray Emérito), la
iglesia de Nuestra Señora de la Gracia (erigida en el siglo XVI), la ermita de
Nuestra Señora do Carmo y la fábrica de Té (la de Gorreana, donde también hemos
estado estos días haciendo una prueba, está en la vecina villa de Sao Bras).
De vuelta
al hotel, nos hemos detenido en el precioso Lagoa do Fogo (Lago de Fuego),
donde hicimos la primera prueba con una niebla impresionante. Mari Cruz Díaz
escribe en www.minube.com:
“La
mayor parte del territorio de la isla de São Miguel en las Azores está formado
por tres volcanes principales que se unieron con sus depósitos de lava y
cenizas. Debido a las elevadas precipitaciones de la isla, en el cráter de cada
uno de ellos se ha formado una laguna, creando algunos de los paisajes más
bellos en un entorno donde predomina el color verde intenso. Estas lagunas son,
respectivamente de oeste a este, Sete Cidades, Fogo y Furnas.
Para
mi la más bonita y la más natural es la Lagoa do Fogo (Lagoa del Fuego), recibe
este nombre pues tuvo su última erupción ya en época de la colonización
portuguesa, destruyendo la primitiva capital de la isla hacia el siglo XVI.
En
la parte alta hay un mirador donde se puede disfrutar de un paisaje
maravilloso, los bordes del cráter están rodeados de una vegetación rastrera,
pero en el interior más protegido de los vientos ya crecen las especies típicas
de la laurisilva, flora característica de estas islas atlánticas. Al atardecer
las brumas que atraviesan de un lado al otro de la isla bajan por el cráter,
dándole al paisaje un carácter misterioso.
Si
seguimos bajando la montaña hacia la ladera norte, podemos dejar el coche y
coger un sendero que indica Caldeira Velha. Me sorprendió totalmente este
lugar, pues la vegetación fue adquiriendo un carácter casi tropical, y por
muchos sitios había pozas con agua y lodos hirvientes, con colores amarillos y
ocres y un fuerte olor a azufre. Si dejas volar la imaginación puedes pensar
que va aparecer por allí algún dinosaurio, pero lo que encontramos fue una pequeña
presa construida en piedra, con el fin de crear una piscina natural con el agua
que baja de una cascada de unos 3 metros de altura. El agua sigue después su
cauce y forma una nueva cascada en la pared de la presa para continuar su curso
por el rio. Se trata de un arroyo de aguas sulfurosas y termales y el agua cae
siempre a 37ºC, en cualquier época del año. Unas escaleritas construidas en la
piedra permiten al visitante darse un chapuzón y el baño es una verdadera
delicia. Si no hay demasiada gente puedes incluso ducharte con el agua de la
cascada y aquello resulta el mejor hidromasaje que se puede imaginar.”
Y
esta noche, la cena de gala, pero eso y te lo contaré mañana.
Como
escribió Khalil Gibran, “la apariencia de las cosas cambia de acuerdo con
nuestras emociones, y entonces vemos magia y belleza en ellas, cuando la magia
y la belleza están en realidad dentro de nosotr@s mism@s”.