El Rompehielos: Fue Stalin, y no Hitler, quien empezó la IIGM


Ayer leí un libro tan voluminoso (646 páginas) como importante: ‘El Rompehielos’, de Víctor Suvórov. Para el Times, “es la obra de divulgación histórica más reveladora que jamás hayamos leído”. Víctor Suvórov es el seudónimo literario de Vladimir Rezún (1947), militar de formación y alto oficial de la inteligencia soviética, autor de diversas obras, la más célebre de las cuales es precisamente ésta.
La tesis, ampliamente demostrada a lo largo de la obra, es que Stalin utilizó a Hitler como “rompehielos de la revolución” para devastar a Europa. Tras el tratado de Versalles que dio fin a la IGM, Alemania no podía rearmarse y la URSS lo hizo por ella. El 23 de agosto de 1939 en el Kremlin se formó el pacto de no agresión entre la URSS y el III Reich, que en realidad fue una alianza de agresión a Polonia. Hitler entró en el país el 1 de septiembre; Stalin se “demoró” un par de semanas. Así, el Führer resultó ser el culpable de la IIGM, contra Inglaterra, Francia y después los EE UU. En verano de 1940, Stalin arrebató Besarabia y Bucovina del Norte a Rumanía, descubriendo de esa forma su propósito: mientras Hitler combatía hacia Occidente, la URSS le cortaría el suministro de petróleo. Stalin puso a Hitler entre la espada y la pared. Alemania sabía que abrirse a dos frentes era, literalmente, un suicidio, pero no le quedó más remedio que la “guerra preventiva” para salvarse de una inminente invasión desde el este. El ejército rojo habría entrado en Berlín no en 1945, sino en 1941. Stalin se quedó con media Europa, tras el telón de acero, pero no con la totalidad. Mi gratitud a Suvórov por un libro tan impresionante, que mejora nuestra memoria de la historia y nuestra comprensión de la II Guerra Mundial.
No he tenido tanta suerte con las películas que he visto: ‘Loreak’, que se presentó en la 62ª edición del Festival de San Sebastián (la del año pasado) y que es la nominada del cine español a los Óscar 2016. Está claro que los gustos de l@s académic@s no coinciden con los del público. ‘Loreak’ (Flores, en castellano), de Jon Garaño y José Mari Goenaga, es un relato intimista que se estrenó en 33 salas y recaudó 41.000 € en su primer fin de semana (en total, unos 200.000 €, la 32ª más vista española del año). Fotogramas le dio 4/5; no es para tanto.
Y ‘Las ovejas no pierden el tren’, escrita y dirigida por Álvaro Fernández-Armesto, con Raúl Arévalo, Inma Cuesta, Alberto San Juan, Candela Peña, Jorge Bosch, Irene Escolar, Kiti Manver, Miguel Rellán y Pilar Castro. Se estrenó con 184 copias e hizo 1’3 M € (producida por TVE). Los fans de IMDB (la base internacional de películas) la otorga un 5’5/10.
Por lo demás, los datos del desempleo en España nos demuestran que éste “se ceba” con los jóvenes (96% de los nuevos desempleados tienen menos de 25 años) y con las mujeres (el 85% es desempleo femenino). Tras la temporada estival, el desempleo aumentó en 26.087 personas (hasta un total de 4 M), un 32% peor que el de 2014 (que fue un crecimiento de 19.720). Descensos en agricultura, industria y sobre todo construcción (-9.902) que no compensaron el mayor desempleo en servicios (+43.155). En Castilla-La Mancha, Aragón y Rioja, mejores datos por el inicio de la vendimia. En Andalucía y Cataluña, los peores. Sube el desempleo, y también la afiliación (especialmente en educación, 62.420 nuevos cotizantes, y agricultura, 35.895). El mercado laboral se está desacelerando, porque el empleo crece menos que el PIB (3’1% vs 3’4% en el Q3). Solo el 4’6% de los contratos son fijos indefinidos a jornada completa.
Desempleo y a la vez desajuste de talento. En los Estados Unidos, 7’9 M de desempleados, que no tienen la cualificación necesaria para cubrir los 6 M de empleos vacantes. Un drama. El CEO de LinekdIn, Jeff Weiner, señaló que “tenemos 18 M de personas que están en el paro, o trabajando a tiempo parcial o de forma esporádica, y al mismo tiempo casi seis millones de empleos vacantes”. Sí, hay un 5’1% de desempleo que ya lo quisiéramos en España; sin embargo, los puestos de cajeros o de camareros los reemplazan los iPads. Lo que faltan son expert@s en STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas).