Mi
enhorabuena a Clara, Estanis, Javi, Manuel, Pedro, Rocío, Sandra y Vero,
alumnos de ESIC Valencia y desde ayer graduados por el Programa Superior de
Liderazgo Innovador y Coaching Estratégico. Un equipo (no grupo, sino equipo,
porque obtienen juntos valiosas sinergias) de lo más heterogéneo, que se lo
pasan de maravilla. Estoy convencido de que el Coaching va a cambiar vuestras
vidas a mejor.
Esta mañana he encontrado en la Librería Soriano el último libro de mi
buen amigo Javier Martín sobre el Estado Islámico, subtitulado ‘Geopolítica del
Caos’. Javier Martín es un periodista de raza, un historiador de la actualidad;
valiente, riguroso, defensor como pocos de la libertad y de la verdad. Haber
compartido con él el Challenge de 2014 en Israel y Jordania es algo que nunca
olvidaré. Ahora está ejerciendo ese periodismo valiente y abnegado desde Túnez.
Confío en que nos veamos pronto.
‘Estado Islámico’, publicado recientemente, nos cuenta cómo se ha
gestado este proto-Estado declarado el 29 de junio de 2014 por Abu Bakr al
Bagdadi (“el califa Ibrahim”, para sus acólitos). Tras la caída del Imperio
Otomano, los acuerdos secretos francobritánicos de Sykes-Picot (1916)
repartieron Oriente Medio en zonas de influencia. “Javier Martín huye de
simplificaciones, deserta de generalidades, derriba estereotipos” (Cristina
Sánchez, RNE, en el prólogo). El ISIS (Estado Islámico) es una amenaza mayor
que una organización terrorista (Charles Lister, Brooking Institution). Su prioridad
es la guerra santa, pero no es la única; el dinero fluye a raudales, las
finanzas públicas son ejemplares, no hay corrupción ni dispendios, la sanidad y
la educación son gratuitas, saben utilizar las redes sociales…
La región árabe atraviesa un periodo similar al posterior a la IIGM.
Javier y el profesor Sayig (King’s College) coinciden en que el inicio
del caos se sitúa en el año 2000, cuando Hafez El Asad (presidente de Siria)
instaura la dictadura republicana hereditaria. Su vástago preferido falleció en
1994 y le deja el país a su segundo hijo, un oftalmólogo de Londres. El
experimento funciona y otros (como Hosni Mubarak en Egipto) tratan de copiarlo.
En 2003, la invasión angloestadounidense de Irak (que el autor califica de “ilegal,
chapucera y vengativa”). La caída de Sadam Husein refuerza el eje Teherán,
Damasco y Beirut (ahora con el gobierno chií de Bagdad). El califa Ibrahim fue
arrestado en enero de 2004 por tropas de EEUU y sus aliados musulmanes… y
liberado en diciembre de ese mismo año. David Petreus montó en Irak en 2006 los
“Consejos del Despertar” (milicias con señores del partido Baaz al mando) para
luchar contra Al Qaeda. Cuando se retiraron las tropas occidentales, los
Consejos volvieron a la insurgencia y finalmente al Estado Islámico.
El punto de
inflexión fue la matanza de Hawiya (27 de abril de 2013), perpetrada por afines
al primer ministro iraquí Al Maliki. Abu Bakr al Bagdadi era ya el líder del
Estado Islámico en Irak (ISI). Un año después, proclamó el Estado Islámico de Irak
y Siria (ISIS). Es el primer líder yihadista de envergadura que no ha pasado
por los campos de entrenamiento de Afganistán. Tiene una gran capacidad para
convencer y anticipar las oportunidades. Su política es el terror y la
solidaridad vecinal; económicamente, el estado funciona como la mafia: petróleo
de contrabando, compraventa de armas, asalto de bancos y secuestro de
extranjeros. Tiene 35.000 soldados de 90 nacionalidades.
En paralelo, uno de
sus grandes enemigos: el movimiento chií Hizbulá, dominado por el jeque Hasan
Nasrala.
Desde la caída del
Sha en 1979 y la creación de una teocracia antiamericana en Irán, los EEUU se
han apoyado en Israel y Arabia Saudi. Con el presidente Mohamad Jatami
(1997-2005) hubo un primer intento –secreto- de acercamiento; ahora el panorama
está cambiando.
La “primavera árabe”
en realidad nunca fue, en opinión de Javier Martín. Arabia Saudí está “en el
filo de la navaja” (es el título de un libro de Walter Lippman, periodista del
Washington Post), por la renovación y porque China es ya el primer consumidor
del crudo saudí. Israel comparte con Arabia Saudí la aversión por Irán, por el
régimen de Siria y por Hizbulá. Y están los “Hermanos Musulmanes” (por quienes
ha apostado Qatar), que atacan a todo estado democrático y moderno, y el papel
de Turquía. “Siria es aún un inmenso charco de sangre, más dividido que antes
si cabe y esclavo de la guerra civil, en el que chapotean si pudor los
intereses geoestratégicos internacionales”. Suníes y cristianos, apoyados por
Arabia Saudí, frente a chiíes (Irán, Hizbulá). “El destino del Estado Islámico
está intrínsecamente vinculado a Siria. Y el futuro de Siria depende del
desenlace de la guerra entre Irán y Arabia Saudí”. Javier opina que hay que
repasar vetustas alianzas. “El Estado Islámico no es más que el reflejo
monstruoso de la desigualdad y la desesperanza”. Gracias, querido Javier, por
enseñarnos las claves del ISIS.
De la prensa de hoy,
me quedo con los comentarios de dos mujeres líderes a las que admiro: Anna
Tarrés y Judy Smith.
En la sección de
deportes de El Mundo, la coach Anna Tarrés titula “España se ha precipitado al
abismo”. Desde que ella se hizo cargo en 1993 hasta la primera medalla en un
Mundial pasaron diez años (las 10.000 horas de práctica deliberada, ya sabes).
El equipo se mantuvo en la excelencia hasta 2013, otra década, hasta que Anna
se tuvo que marchar (despido nulo, según el TS). La Tarrés tiene sensación de
vértigo (“¿será capaz España de salir del pozo en que se ha metido?”). en tres
años, hemos perdido tres puestos. ¿Las causas? “Se ha perdido el nivel de
perfección, la búsqueda constante de la excelencia y la innovación, que se
traduce en coreografías que rompían estereotipos en un deporte, a veces,
demasiado encorsetado”. Quedan 12 meses para los Juegos de Río “y mucho tendrán
que cambiar las cosas para que España mantenga el podio que con tanto trabajo
conseguimos en Pekín y en Londres”. Rusia y China en lo más alto, Ucrania y
Japón por el bronce y luego Italia. En opinión de Anna, “España está más cerca
del sexto puesto que del podio”.
Ya sabes que la
Calidad Directiva es más del 60% de la productividad y la competitividad. Este
es un nuevo ejemplo de ello.
Begoña le pregunta a
la mejor gestor de crisis de EEUU (cuyo libro ‘Escándalo’, he tenido el honor
de prologar) por Bill Cosby y ella declara, muy profesional, que ella no habla
de clientes.
“Obviamente, no resulta fácil pillar a Judy
Smith en un renuncio ni hacerle decir una palabra de más o de menos. Esta
experta en gestión de crisis lleva 20 años ocupando un segundo plano en las
fotos cada vez que se produce un escándalo mediático en Estados Unidos. Su
figura se hizo más reconocible durante el caso Lewinsky (a su pesar, porque la
discreción es una de sus grandes bazas). Allá estaba Smith, guiando a la
exbecaria de la Casa Blanca por el enjambre de fotógrafos que la seguía a todas
partes. Desde entonces ha sido fácil reconocerla detrás o al lado de
todopoderosos de la política, el entretenimiento o el deporte que se han visto
envuelto en serios problemas.” Como con Kobe Bryant o SONY Pictures.
“Se entiende que Shonda Rhimes, la poderosa
productora televisiva detrás de éxitos como Anatomía de Grey, quedara
fascinada por ella cuando la conoció. Rhimes le prometió que crearía una serie
basada en su vida y de ahí surgió Scandal, en la que Kerry Washington
lleva cuatro temporadas interpretando a Olivia Pope, la versión de Smith en la
ficción. “Bueno, yo no voy por ahí trasladando cadáveres ni mantuve relaciones
con el presidente de Estados Unidos”.
“La jurista y experta en crisis, que fue
subdirectora de comunicación del primer presidente Bush, acaba de publicar un
libro hábilmente titulado Escándalo (Alienta) en el que traslada sus
recetas para la gestión de crisis a la vida cotidiana. “Es muy útil”, asegura.
“Lo primero es señalar cuál es el problema, qué lo está causando y después
tratar de resolverlo de una manera honesta y pensada. Porque a menudo la
tendencia cuando tenemos una crisis es no afrontarla y salir corriendo”.
“La apagafuegos ejerce también como productora
ejecutiva de Scandal [en España se emite en Divinity] y aconseja a los
guionistas a la hora de concebir las crisis a las que se enfrentan los
“gladiadores con traje”, como Olivia Pope llama a sus asociados. Smith se
refiere a los suyos como “superhéroes de la Liga de la Justicia”. Mantiene una
excelente relación con Kerry Washington, que suele llamarla “al menos una vez
por capítulo” para consultarle cómo afrontaría ella tal o cuál situación y ha
calcado de ella varios detalles clave, como la tendencia a vestir de blanco y
de firmas de lujo. “Es mi color preferido, pero yo no consigo estar tan
impecable a todas horas como Olivia Pope ¡Nadie puede!”, dice.
Antes de que se
empezase a emitir la serie, Smith llamó a su exjefe, George Bush padre, para
alertarle. Bush bromeó con que le tentaba confirmar el affaire. “Sería
bueno para mi reputación”, le dijo. Asesora tanto a republicanos como a
demócratas en apuros y rechaza a muchos clientes.”
Su libro es uno de los mejores que puedes leer
este verano. Nunca se sabes cuándo aparece una crisis a la que enfrentarse.