He estado leyendo el último número de la
revista ‘Mente y Cerebro’ (versión española de ‘Gehirn und Geist’) cuya DG es
Pilar Bronchal y la Directora Editorial, Laia Torres. En portada, ‘La
neurociencia del futuro. Ideas para mejorar la investigación del cerebro’.
Anna Von Hopffgarten nos ofrece la historia
de la neurociencia, desde las primeras trepanaciones (2500 a.C.), Hipócrates
(400 a.C.; el cerebro como sede de las emociones y la experiencia), Galeno (170
a.C., que creía que un gas, el espíritus animalis, transportaba las emociones;
su teoría se mantuvo un milenio), Vesalio (anatomía: 1543), Descartes (el
cerebro como máquina: 1649), Galvani (la naturaleza eléctrica de los impulsos
nerviosos: 1791), Franz Joseph Gall (fundador de la frenología: 1800), Phineas
Gage (funciones de la parte anterior del cerebro: 1841), Paul Brocca y Carl
Wernicke (centros del habla: 1862-1874), Camillo Golgi y Santiago Ramón y Cajal
(premios Nobel 1906), Korbinian Brodmann (áreas de la corteza cerebral), Dale y
Loewl (acetilcolina: 1914), Walter Dandy (neumoencefalografía: 1919), Hans Berger
(1º EEG: 1924), Egas Moniz (angiografía: 1927; lobotomía: 1934), Penfield y
Rasmussen (homúnculo sensorial y motor: 1957), David Cohen
(magnetoencefalografía: 1968), Resonancia magnética (1973), Tomografía por
emisión de positrones (1975), R. W. Sperry (hemisferios cerebrales; premio
Nobel 1981), Quenthony Barler (EMT, 1985), Giacomo Rizzolatti (neuronas espejo:
1991), Neuroimagen por tensor de difusión (1995), Proyecto Blue Brain (2005)
hasta el Proyecto Cerebro Humano de 2013 (500 investigadores de 20 países para
crear un modelo cerebro por ordenador).
El pasado noviembre, un Congreso en la
Universidad Humboldt de Berlín debatió los pros y contras de la Neurociencia.
Steve Ayan nos habla de cinco controversias:
1. La reducción del ser humano a su biología,
frente a la naturalización de la mente.
2. Exageración de los resultados.
3. La “neuromoda” en los medios de
comunicación.
4. Uso de conceptos equivocados (“falacia
mereológica”: tomar la parte como el todo).
5. La investigación y la publicación enferman
(sesgo de publicación). Steve nos recuerda que el obispo Milton Wright
(1828-1917) vaticinó que las personas nunca volarían, porque eso solo lo podían
hacer los ángeles. Sus hijos Wilbur y Orville destrozaron la profecía de su
devoto progenitor.
La psicóloga Isabelle Bareither, el psicofarmacólogo
Felix Hasler y la filósofa Anna Strasser (los tres, de la Escuela de la Mente y
el Cerebro de Berlín) nos presentan las 9 ideas para mejorar la neurociencia
del mencionado congreso ‘Mind the Brain’ (Cuidado con el Cerebro) de la capital
alemana.
1. Criterios de calidad más estrictos “Nos
ahogamos en falsos positivos” (Ulrich Dirnagl). Desatención a los estándares
científicos.
2. Más transparencia. 50% de las
investigaciones no se publican.
3. Replicar más estudios, para que sean más
seguros y fiables.
4. Mejorar la formación en métodos
estadísticos.
5. Un nuevo sistema de incentivos. Vivimos
“la tiranía del factor de impacto” (Reinhard Werner).
6. Cambiar el sistema de publicación.
7. Considerar la investigación científica en
el contexto social.
8. Más información (auto)crítica. Muchos
hallazgos se publican en los medios de forma precipitada, exagerada o errónea.
9. Una teoría sobre el cerebro. “Necesitamos
una teoría global sobre el cerebro” (Henrik Walter, Escuela de la Mente y el
Cerebro de Berlín). Se requiere más y mejor colaboración interdisciplinar entre
biólogos, cibernéticos, psiquiatras, psicólogos y neurocientíficos.
Los números son impresionantes. Entre 2009 y
2013, 1’79 M de artículos especializados en Neurociencia en publicaciones
científicas (un 16% del total), 1.730.000 neurocientíficos investigan desde
hace 20 años, 59’3% de participación de la Neurociencia en temas
interdisciplinares. Tras la euforia, la Neurociencia ha entrado en crisis.
Dos libros a tener en cuenta,que nos
recomienda Luis Alonso:
‘The Future of the Brain’, El Futuro del
Cerebro (Princeton, 2015), dirigido por Gary Marcus y Jeremy Freeman. En 2005
se introdujo la optogenética (diseñar neuronas que se iluminan cuando se
excitan). David Hubel y Thorstein Weisel descubrieron que las neuronas dela
corteza visual se encuentran sintonizadas. En el cerebro hay 85.000 M de
neuronas, con 100.000 neuronas y 900 M de sinapsis por milímetro cúbico de
corteza cerebral. Todavía ignoramos cómo se almacenan los recuerdos o se
secuencian acontecimientos a lo largo del tiempo.
Las tres grandes líneas de investigación que
se han abierto en Neurociencia son la conectómica (cartografía de la conexión
sináptica entre neuronas), la cartografía de la actividad cerebral (observación
del trafico eléctrico a lo largo de las sinapsis) y la simulación a gran escala
del cerebro.
Herbert Simon, uno de los padres de la
Inteligencia Artificial, predijo en 1965 que en 20 años las máquinas
realizarían cualquier tarea de la mente humana. Ha pasado medio siglo y
evidentemente no ha ocurrido.
‘Sobre la belleza y la risa’, de Sixto J.
Castro (2014). La Estética (del griego “aishtenashtai”, percibir) es una parte
de la Filosofía que permite converger Ciencia y Arte. Charles Darwin ya abordó
la estética animal (la paradoja del pavo real), por significado aposemático
(aposematismo es la función disuasoria frente a depredadores). La belleza como
utilidad, Darwin estudió la selección sexual de las mariposas (de pasada en ‘El
Origen de las Especies’, 1859; de forma exhaustiva en ‘El Descendiente del
Hombre, 1870).
Tanto en la belleza como en la risa, se han
buscado paralelismos con otras especies. No es exclusiva de los seres humanos.
Es una herramienta para crear un contexto placentero de interacción y
comunicación social”.
Este ensayo de ontología estética del
profesor de la Universidad de Valladolid repasa belleza y risa desde los
diálogos de Platón. “La belleza y la risa son realidades que se proyectan más
allá de sí mismas y que fundan mundos. Son celebraciones de la existencia que
simbolizan y realizan el sentido. Risa y belleza representan siempre el
contrapunto a la desesperación. Y, de este modo, abren el camino a una
interpretación de la existencia alternativa a la filosofía trágica, a una
ontología que comprende el mundo como hogar y la existencia de un arraigo
alegre y gozoso”. Belleza, junto a la verdad y la bondad.
Y de Platón a Paul Adrien Maurice Dirac, el
físico cuántico: “Reviste mayor importancia obtener la belleza de una ecuación
que alcanzar que se ajuste a la observación experimental”. La guía del físico,
del matemático, del pintor, del poeta (¿del lider?) debe ser la belleza. ¿Se
conjugan las palabras, los colores, las ideas, las conductas de una manera armoniosa?
Es la primera prueba a superar.
Mi gratitud a Luis Alonso, a Sixto, a Pilar y
Laia, a Isabelle, Felix y Anna, a Steve… y l@s neurocientífic@s que nos aportan
y nos aportarán tanto.