En esta nueva época, el Talento ya no es lo que era


Viernes en Madrid de reuniones internas de preparación de proyectos, con especial énfasis en el Empowerment (apoderamiento, empoderamiento, facilitación o capacitación). Las empresas “Human Age” ponen el énfasis en compartir de información, dotar de la necesaria autonomía y responsabilidad a su gente. Las tayloristas practican la división del trabajo entre quienes piensan y quienes obedecen.
Por la tarde, he tenido el honor de asistir a título particular en la Escuela de Emprendedores, para hablarles del Talento. Me gusta apoyar en lo posible a aquellas personas que desean perseguir sus sueños y crear riqueza a partir de su propio esfuerzo.
Estamos pasando, como sabes, del Capitalismo al Talentismo, para lo cual se hace necesario:
- definir apropiadamente el Talento no solo como inteligencia, sino como “el buen uso de la inteligencia” (José Antonio Marina), como inteligencia en acción, inteligencia triunfante. Se trata de convertir los conocimientos (aptitud) en comportamientos (capacidad).
- el compromiso, que es la energía que le ponemos a un proyecto, es determinante en el talento. No hay talento sin el suficientemente compromiso o, en palabras de Ralph Waldo Emerson, “nada importante se ha conseguido sin entusiasmo”.
- para desarrollar la actitud, lenguaje (positivo), emociones y postura. Las “posturas poderosas” elevan las hormonas energizantes y reducen el cortisol.
- el talento es poner en valor lo que sabemos, queremos y podemos hacer. Requiere de marca, de dejar huella.
- el talento parte del disfrute (lo que nos gusta, la vocación), aprecia la diversidad (sentirnos orgullos@s de nuestra diferencia), exige dedicación y obtiene el dominio después de 10.000 horas de esfuerzo. No es innato; el talento se cultiva desde la semilla del querer.
- el talento no es fijo, sino móvil. El talento que no se aprecia, se deprecia. Y si en tu organización no se aprecia, se desprecia.
- el talento se fideliza (el talento no se retiene, se fideliza) a base de emociones positivas.
- el Talentismo es dual: muchos tendrán “trabajos” mal remunerados y poco gratificantes. Un@s poc@s emplearán su talento.
- La pasión (que no se escoge, sino que te escoge a ti, como sabían los antiguos griegos) es la ignición del talento. Sigue tu pasión o vivirás una existencia triste.
- el talento es clave para la felicidad, que no se busca sino que se construye.
Mi gratitud a Naty, a Mónica Galán y a las emprendedores y emprendedoras con las que he tenido el gusto de compartir esta tarde.
Me habría gustado celebrar esta noche, pero no ha podido ser, el homenaje a Alan da Silva en Zaragoza. Alan es un gran profesional (de Coopers & Lybrand, donde fuimos compañeros, y actualmente en PwC) y una de las mejores personas que conozco, con una sonrisa perenne. Su ejemplo y su actitud representan los mejores valores de la India. Con él he pasado algunos de los momentos más gratos de mi vida. Gracias, Alan, por ser como eres.