El poder de la imagen: el Talentismo es audiovisual


Anoche nos quedamos en la habitación del hotel viendo en DVD ‘La gran boda’ (The Big Wedding), una de las últimas cintas de Robin Williams. Una comedia muy divertida protagonizada por Robert de Niro, Diane Keaton, Susan Sarandon, Katherine Heigl, Amanda Seyfried, Toper Grace y Robin Williams. Una pareja que lleva 15 años divorciada (Keaton y De Niro) finge que siguen casados porque se casa su hijo adoptado, y su madre natural es muy religiosa. Robin Williams interpreta al padre Moinighnan, un sacerdote católico que celebra no una sino dos bodas ese día. Zoe no la había visto y le pareció graciosa.
Si ayer hablaba en este blog de la imagen del poder (gladiadores como Totti o líderes políticos como Renzi y Obama, reformistas pero tal vez no transfromadores), hoy quiero tratar el poder de la imagen. Porque el Talentismo, esta nueva era en la que el talento es más escaso que el capital, es netamente audiovisual.
Te pongo un ejemplo notorio. El sábado, cuando llegamos a Roma, a mi hija le llamó la atención ‘Time Elevator’, un espectáculo junto a la Via del Corso (puedes ver el tráiler en YouTube: www.youtube.com/watch?v=_hHlvc5SmlM). Se trata de un espectáculo que, en los primeros 5 minutos, presenta a los “protagonistas de la ciudad”: el emperador Constantino, Augusto, Bernini y Garibaldi. Octavio Augusto (63 aC – 14 dC), el primer “César” después de Julio César, “conversa” con Gian Lorenzo Bernini (1598-1680) sobre quién aportó más a la ciudad. Y luego pasamos a un auditorio en el que se exhibe en tres pantallas simultáneamente la historia de Roma, con la ficción de que el Dr. Arnaldi ha inventado una “máquina del tiempo” y ha podido volver a la fundación de la ciudad (con Rómulo y Remo abandonados en el bosque y amamantados por una loba, hacia el 783 aC), al asesinato de Julio César, a la pasión de Cristo y la llegada de San Pedro a la ciudad, a la Roma de Nerón y el incendio de la capital del mundo, a la peste negra en el siglo XIV, a Miguel Ángel y su obra en la Capilla Sixtina, a la Roma barroca, al Risorgimento y a la Dolce Vita.
A Zoe le gustó tanto que hemos repetido días después. Es evidente que se superponen en la ciudad la Roma del Imperio antiguo, la Cristiana, la Renacentista, la Barroca, la de la Independencia y la de la 2ª mitad del siglo XX que ha llegado hasta nuestros días. La tesis de ese “ascensor del tiempo” es que el mismo no es más que la cuarta dimensión. Si compartes las otras tres (en el espacio), podemos ver lo que Roma es (el presente, que parte del pasado) y lo que fue (el pasado, que en su esencia determina el presente).
Roma es la carrera de cuadrigas de Ben-Hur (www.youtube.com/watch?v=v31sXoATz5Y), rodada en el teatro de Marcelo; es ‘Gladiator’, los Gladiadores en el Coliseo (www.youtube.com/watch?v=v31sXoATz5Y), es Miguel Ángel (Charlton Heston) en ‘El Tormento y el Éxtasis’, es la Fontana di Trevi de ‘La Dolce Vita’ (www.youtube.com/watch?v=bbtjqxXs3zQ) con anita Elkberg y Marcello Mastroiani, es la Piazza di Spagna y la Bocca della Veritá en ‘Vacaciones en Roma’ (Audrey Hepburn, Cary Grant), son los Museos Capitolinos en ‘La Gran Belleza’. La Ciudad Eterna es todo eso y mucho más, y estará en nuestra mente para siempre.
Del libro al curso audiovisual, del blog al videoblog, de la conferencia al programa de televisión, de Google a Youtube (comprado por Google), de la web a la plataforma audiovisual. Tal es el poder de la imagen (y el sonido). Como recordarás, en ‘Del Capitalismo al Talentismo’ compartía una serie de películas que anuncian esta nueva época.
El poder de lo audiovisual es tal que mi buen amigo Christian Gálvez, uno de los presentadores con mayor credibilidad de la televisión (‘Pasapalabra’, ‘Tú sí que vales’) que ha escrito un estupendo ensayo (‘Tienes talento’) y una excelente novela que es un best-seller (‘Matar a Leonardo’) está preparando un documental sobre el genio Da Vinci. Coincidiremos en Roma este jueves, lo que es una delicia. Seguro que su documental será un éxito.