Formación sin Desarrollo, Desarrollo sin Formación


Martes que inicia el mes y el trimestre de reuniones de integración en ManpowerGroup. Quiero agradecer a las decenas de compañer@s que han estado en ellas su colaboración, participación e involucración. Me siento sanamente orgulloso de pertenecer a esta organización, que bajo los distintos parámetros (EFQM, Most Admired Companies, Empresa Ética, Empresa Flexible, Top Employer, etc) es sin duda una de las mejores empresas para trabajar. Y esto es solo el principio, porque daremos mucho que hablar.
En este cambio de ciclo en la economía (ayer, una pregunta de Carmen nos inspiró al respecto) cada vez veo más necesario combinar la Formación y el Desarrollo. “La pasión sin sistema es tan peligrosa como el sistema sin pasión”, nos enseñó Tom Peters. Igualmente, la formación sin desarrollo (la mera exposición de conocimientos, sin autodiagnóstico, sin plan de acción, sin un antes y un después, sin impacto real) sirve para poco o nada, para crear “eruditos a la violeta” (Moratín), toreros de salón, inteligencia fracasada (Marina). Se ha abusado de esta formación tan voluntariosa como estéril.
En el otro extremo, el desarrollo (autodidacta) sin formación, sin conocimientos, sin la preparación adecuada. Esos jefes, parafraseando a Machado, que “desprecian cuanto ignoran”. En nuestras empresas (especialmente en las de dueño, pero también en otras de mayor tamaño, incluso multinacionales) abundan los directivos supuestamente hechos a sí mismos, que no se han preparado para la responsabilidad que han asumido. O que lo hicieron hace demasiado tiempo (los conocimientos se duplican cada 14 meses).
Cuando la formación y el desarrollo están debidamente combinados, la rentabilidad de la inversión en aprendizaje (en educación real) es del 1.700%, según ha demostrado el premio Nóbel de Economía James Heckman, autor de “Inequality in America”.
Hay ganadores y perdedores, y la diferencia está cada vez más en la preparación (formación + desarrollo) y en la oportunidad. En el fondo, eso es “la buena suerte”.
En otro orden de cosas, te propongo el artículo de Javier Martín (uno de los mejores periodistas que conozco; inolvidable la semana con él en Israel y Jordania con motivo del Challenge) sobre la situación en aquella zona del mundo, centro de civilizaciones. Se titula “El diálogo entre israelíes y palestinos, en jaque” y lo ha publicado La Vanguardia.
“Tras semanas de aparente estancamiento, bajo las sombras de las crisis de Crimea, las piezas del tablero de Oriente Medio, colocadas en posición de jaque, aguardan un penúltimo movimiento que puede alargar una partida casi eterna o asestarle un golpe de insospechadas consecuencias.
Más interesado en las tablas que en un movimiento arriesgado que pudiera agrietar aún más la heterogénea coalición de centro derecha, el actual gobierno israelí espera que el compromiso del presidente palestino, Mahmud Abas, con la liberación de los presos sirva para prolongar un diálogo cuyo camino parece incómodo.
Ocho meses atrás, cuando el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, decidió vincular su prestigio a una resurrección del exhausto proceso entre palestinos e israelíes, los primeros pusieron varias condiciones a cambio de olvidar su órdago legal en pos del reconocimiento internacional: entre ellas, liberar presos.
Israel aceptó, y en los meses siguientes, a medida que la quimera de Kerry tomaba primero forma para después poco a poco diluirse, puso en libertad a más de setenta, en tandas duramente criticadas por los elementos más extremos de la derecha.
Los últimos deberían haber salido este sábado, exactamente un mes antes de que expire el plazo fijado por las partes para llegar a un acuerdo marco que sirva para acometer la negociación definitiva, algo que expertos y diplomáticos en la zona intuyen cada vez menos plausible.
"Ambas partes se han arrastrado mutuamente a una situación de intransigencia propia de la que tienen muy difícil poder librarse", explica a Efe una fuente diplomática europea que prefiere no ser identificada.
"Los esfuerzos norteamericanos para salvar la situación son arduos desde hace semanas. Prolongar la negociación es más beneficioso para el actual gobierno israelí, que se ve liberado de hacer concesiones a las que algunos sectores se oponen", agrega.
Una idea que la semana pasada ya verbalizaba la periodista Ravit Hecht en una columna en el diario Haaretz titulada "la gran huida de Bibi de la paz".
En ella, argumentaba que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, había logrado "matar el diálogo" con su insistencia en que los palestinos reconocieran de la naturaleza judía del Estado de Israel.
Una exigencia que estos entendieron como una excusa sacada a última hora de la chistera y que Estados Unidos incluso subestimó al declarar que suponía "un error" hacer de ella condición obligatoria para el progreso.
"Consiguió matar la negociación como quería. No con golpes, bombas o declaraciones feroces... esa clase de cosas habrían convertido a Netanyahu en un líder ilegítimo", escribió.
"Mató las negociaciones con un largo, lento, discreto y efectivo veneno. El suero del reconocimiento del Estado judío", agregaba Hecht, para quien el político ha logrado transformar, con habilidad, "un asunto insignificante... en un mar de emociones y ansiedades".
Convencido de que el viento sopla ahora a su favor, el liderazgo palestino respondió con contundencia y reiteró que si Israel se enrocaba, el 30 de abril proseguiría con la estrategia de buscar el reconocimiento unilateral de Palestina en las instituciones internacionales.
Un obstáculo, el israelí, al que esta semana el Ejecutivo de "Bibi" unió la táctica de retrasar la excarcelación de la citada última tanda de presos palestinos, comprometida antes del inicio del diálogo, el pasado verano.
Sostenido en una supuesta desconfianza sobre el compromiso palestino, Netanyahu giró hoy la tuerca e insistió en que su gobierno no cumplirá con lo prometido hasta que no consiga "una retribución clara" por parte de la Autoridad Nacional Palestina (ANP).
Un fuente oficial citada por el diario Haaretz explicó, por su parte, que el objetivo del Ejecutivo es que los palestinos abandonen la idea de seguir adelante con su desafío unilateral y prolonguen el diálogo más allá de la fecha establecida, el 29 de abril.
Para ello, aseguró la publicación, habría propuesto "liberar a más prisioneros", hasta un número que algunos medios elevan hasta los 400.
"Israel ofrece una liberación adicional de presos palestinos a cambio de extender las conversaciones de paz y que los palestinos no den pasos unilaterales en la ONU", afirmó la fuente, según el diario.
Y "está a la espera de una respuesta a esta oferta, hecha a través de Estados Unidos" agregó, un eventual acuerdo que daría al Gobierno de coalición de Netanyahu seis meses más para espantar lo que algunos en su entorno consideran "el fantasma de un Estado palestino".

Javier es un gran luchador por la libertad y una pluma excelente. Muchas gracias a Ignacio por compartir el artículo de Javier Martín con nosotr@s.