La luna llena me despedía anoche en
Barcelona y la misma luna, amplia y luminosa, me recibía en San Sebastián
después de haber aterrizado en Bilbao. Habitación 910 del Astoria 7 (un hotel
“de cine”), dedicada a Willem Dafoe. Siempre que vengo a este hotel pienso que
he de venir tranquilo, a celebrar, y alojarme en la de Merryl Streep.
En el vuelo de anoche estuve leyendo,
en la revista Yorokobu (nº 48), un fascinante artículo de Francesc Beltrí
Gebrat titulado “Cariñómetro”.
Se refería a una investigación del
MUSAC que ha descubierto una hormona que sintetiza la expresión amorosa y han
bautizado con el nombre de “cariñocina”. “Todo cachorro humano nace en una
total indefensión. Apenas sobreviviría unas horas si no fuese por el ambiente
afectuoso que le espera y acoge. La expresión de cariño es, pues, una ventaja
competitiva que nos caracteriza”, escribe el autor.
La cariñocina se mide en “cuddle”
(gesto de cariño, en inglés), de modo que un beso supone 80-90 cuddles; un abrazo,
entre 60 y 80; la sonrisa, 40-60. Por debajo, los elogios y reconocimientos,
las miradas en diferentes distancias… Las relaciones íntimas alcanzan los 200
cuddles.
Los mismos investigadores han
descrito la “analgesia cariñosa”, a través de la epidermis: alivio del dolor
por expresión afectuosa. Ya sabes, cuantos más cuddles, menos dolor. Se espera,
siempre según Francesc, crear un e-cuddle o “cariñómetro”, para medir el grado
de cariño expresado o recibido.
Al parecer, ni existe el MUASC (las
siglas corresponden, en Google, a la Marcha Universal a Santiago de
Compostela), ni la cariñocina (aunque sí la oxitocina, las endorfinas o la
dopamina) ni por supuesto el cariñómetro (en inglés, “cuddle” es un abrazo muy
cariñoso y prolongado). En cualquier caso, el artículo de Francesc Beltri es
una maravilla y merece ser tenido en cuenta.
Ayer se celebró la presentación del
nuevo libro de nuestro buen amigo Rubén Turienzo, “Smile 2”, con Roger Domingo,
Yolanda Sánez de Tejada, Carlos Álvarez, Patri Baena y mucha buena gente como
ell@s. Y también estaba prevista la presentación de “Marca Profesional” en
Valencia, que se pospuso por las razones que tod@s conocemos.
Todavía no he leído “Smile 2” (por
supuesto que lo haré), pero me ha contado Rubén que trata de la felicidad en la
pareja. Cariñocina en estado puro.
El gran Fernando cita a Jorge Bucay:
“Enamorarse es amar las coincidencias. Amar es enamorarse de las diferencias. Y
también a Khalil Gibrán:
Si
amáis, que estos sean vuestros deseos:
Fundiros
y ser como un arroyo que canta
su
melodía por la noche.
Conocer
el dolor de la inenarrable ternura.
Despertar
al alba con espíritu alado
y
dar gracias por otro día.
Adormeceros
con una plegaria para el ser amado
en
vuestro corazón
y
con un cántico de alabanza en vuestros labios.
Khalil
Gibran
Ojalá te desborde hoy la “cariñocina”
y tu “cariñómetro” tenga niveles de récord.