Reuniones comerciales por la mañana
en Madrid y conferencia en Zaragoza, en ESIC, para hablar de Liderazgo
Innovador y presentar la III Edición del Programa de Coaching Estratégico. Ya
sabes que el Liderazgo (la Calidad Directiva de las personas que tenemos
responsabilidades sobre equipos) no se puede improvisar. Un/a directiva@ sin
coach es como un deportista autodidacta.
Partidazo anoche del Real Madrid en
Alemania (en 25 visitas anteriores, solo había conseguido una victoria; el
último encuentro allí, en semifinales de la Champions, fue una goleada en
contra). 1-6, con dobles goles de Benzema, Bale y Cristiano Ronaldo. Y el
portero Iker Casillas, uno de los mejores porteros del mundo, dejó su récord de
imbatibilidad en 952 minutos. Con el 0-1 hizo una palabra “estratosférica” que
marcó el rumbo del partido. Así es el fútbol: con 1-1 habríamos visto otra
cosa.
Xavi Hernández, que no jugó ni un
minuto en la debacle del Barça en San Sebastián, habló en rueda de prensa. Xavi
es uno de los futbolistas más inteligentes del momento. Reconoció su
desencanto, con serenidad (“cualquier jugador quiere estar en el campo),
apreció a su entrenador (“le pagan para tomar decisiones”), a Neymar (“le pagan
para jugar al fútbol), al Real Madrid (“está por delante, pero estamos en una
posición óptima”) y lo importante de aprender (“a veces hay que dar un paso
atrás para poder dar un paso adelante”). Es una delicia escuchar a un talento
como Xavi Hernández, y no digamos verle jugar.
El Juli, uno de los mejores toreros
de la actualidad, presentó su temporada taurina en el Círculo de Bellas Artes.
Supo ponerse en valor, acompañado de su cuadrilla y de personalidades
relevantes.
He lamentado el fallecimiento de Paco
de Lucía, el genio del flamenco. Un artista que supo estar en la vanguardia
durante más de medio siglo, y cuyo secreto es que trabajaba más de 14 horas
diarias. En abril saldrá un libro póstumo del maestro, que seguro que será una
maravilla. El escritor José Manuel Caballero Bonald, Premio Cervantes y también
gaditano, hizo una preciosa semblanza del guitarrista y compositor: “Paco de Lucía estudió y practicó la guitarra flamenca con una
extraordinaria capacidad indagatoria. Se sometió desde muy niño a un riguroso,
obstinado, inflexible aprendizaje y asimiló muy a fondo los secretos expresivos
de una tradición flamenca nacida y desarrollada en ciertos arrabales de la Baja
Andalucía.
Desde su rincón nativo, Paco de Lucía saltó bien pronto al mundo. Era de
natural retraído y ensimismado, pero nada de eso se traspasó a la potencia
comunicativa de su música. También era partidario de la soledad y de la
felicidad, y eso sí reaparece de continuo en su obra. Casi sin apenas ser
notado, a través de lentas y perseverantes enseñanzas, pasó de usar la guitarra
como acompañamiento del cante a enaltecerla como instrumento de concierto. Se
integró así en una estirpe de guitarristas —Niño Ricardo, Sabicas, Montoya- que
aportaron al flamenco toda una serie de memorables conquistas expresivas. Pero
Paco de Lucía impulsó, dotó de un nuevo rango estético, más dinámico, más
innovador, lo que ya se había alcanzado en este sentido.
Convertido en uno de los grandes reformadores históricos de la guitarra
flamenca, Paco de Lucía quiso llegar a más. Su técnica era impecable, de una
desaforada perfección, pero él necesitaba ir más allá: necesitaba posponer la
técnica a la sensibilidad, supeditar el lenguaje a su libre potencial creador.
A partir de los básicos esquemas musicales del flamenco, ideó nuevas
formulaciones complementarias. Los límites expresivos de los cantes eran en
ocasiones insuficientes, o lo eran en razón de sus propios cauces
comunicativos. Probó para ello con deslumbrante eficiencia esa correlación de
fuerzas que le proporcionaban otros guitarristas eminentes de acento universal
—Carlos Santana, Al Di Meola, Eric Clapton—, con quienes se confabuló para
articular una manera de entender la poética de la guitarra flamenca
absolutamente innovadora. Se fundamenta así una forma nueva por inusitada de
alianza artística. Por el tejido de la tradición popular empiezan a filtrarse
—o a definirse— unos nutrientes cultos. Una eventualidad que, en el mejor de
los casos —en este caso— también resultaba enriquecedora.
Paco de Lucía disponía de un virtuosismo enigmático, imprevisible por
momentos, literalmente inscrito en un sistema expresivo que podría llamarse
—empleando un término muy manoseado— la estética del duende. Por ahí se perfila
el prodigio de llegar adonde nadie había llegado, a una situación límite donde la
novedad equivalía a la clarividencia. La manera de tocar la guitarra de Paco de
Lucía era su forma de sacar a flote la intimidad. Y en esa intimidad se
juntaban con similar lucidez el conocimiento y la intuición, lo aprendido y lo
adivinado, una especie de cabal síntesis creadora. No me refiero ya a sus
falsetas, es decir, a esas inolvidables filigranas ornamentales con que solía
acompañar al cante, sino a la exigente estructura melódica, a la exquisita
plenitud de su obra de solista.
Casi sin proponérselo, Paco de Lucía llegó a ser un auténtico compositor.
Llevaba en la sangre, como suele decirse, una admirable propensión a los
traspasos musicales de la experiencia. Es lo que hizo siempre con un lenguaje
originalísimo y una asombrosa destreza imaginativa. Y todo eso sin esgrimir
nunca ninguna clase de alharacas o vanas complacencias. Amaba la música con
tanta honestidad como la vida. Con él, la guitarra flamenca alcanzó un fin de
trayecto o, más propiamente, una virtud extrema que también podría llamarse —como
he apuntado más arriba— una situación límite. Lo demás es silencio.”
Y también ha fallecido la gran María
de Ávila, la dama de la danza, a los 94 años. DEP.
Talentos del deporte (en el Real
Madrid, en el FC Barcelona y juntos en la selección española), del toreo, del
flamenco y del ballet. Ya sabes que la mejor manera de admirarlos es seguir su
ejemplo y aprender de ell@s.