Jornada en Barcelona, de reuniones
internas y avance de proyectos, y vuelo Barcelona- Bilbao a las 21,00 horas
para dormir en San Sebastián.
El deporte nos enseña muchas cosas
que podemos aplicar a nosotr@s mism@s y a nuestras organizaciones. Más
concretamente, la prensa recoge hoy un par de ejemplos muy notables, como son
el de Íker Casillas y el Eibar.
En la historia de la Copa del Rey,
nunca se había dado el caso de un equipo que no recibiera ni un solo gol en
todas las eliminatorias. Iker Casillas, portero del Real Madrid (para la Copa y
la Champions) y capitán de la selección española, lo ha conseguido. Ni el
Xátiva, ni el Osasuna, ni el Espanyol, ni el Atlético de Madrid, con 69
remates, han logrado marcarle ni un gol. No voy a entrar en la extrañeza de que
no sea el portero titular en Liga (esto ahora no toca, aunque Diego López haya
recibido 24 goles en 23 partidos y Casillas solo 5 entre Copa y Champions),
sino en el ejemplo de liderazgo de un gran jugador que, en lugar de quejarse de
su “mala suerte” y de la injusticia (que Mourinho le utilizara como chivo
expiatorio y Ancelotti no tenga la fuerza como para oponerse al poder que le
deja en el banquillo), se ha centrado en lo que tiene que hacer (dejar su
puerta a cero), en hacerlo animosamente, con alegría y entusiasmo, y conseguir
magníficos resultados. Como decía ayer Marcos Urarte en Galicia, mientras unos
lloran, otros venden pañuelos. Iker, padre de Martín, cumple 33 años el próximo
20 de mayo. Ojalá consiga levantar, como capitán, la Champions cuatro días más
tarde, y como capitán de La Roja, el campeonato del mundo en Brasil.
Otro ejemplo positivo, otro ejemplo
espectacular, es el del Eibar. Mi buen amigo José Mari Ulazia me ha mandado un
artículo sobre el equipo armero que está en lo más alto en la Liga Adelante.
Una ciudad de 27.000 habitantes, en la “frontera” entre Vizcaya y Guipúzcoa,
con una Escuela de Armería impresionante (he tenido el honor de participar en
su centenario) y con un equipo con gran tradición en Segunda. Como se dice hoy
en los medios, todo Eibar cabría en el estadio de Anoeta y apenas cubriría la
mitad del nuevo San Mamés. Sí, pero tiene una identidad, un estilo propio de
equipo: “Aquí y ahora, hay un estilo innegociable: todos somos iguales, y quien
no piense así no tiene cabida. El propio grupo le demostrará su error” (Gaizka
Garitano, entrenador del equipo).
El equipo es también un modelo de
gestión (su presidente, el amigo Álex Aranzábal, es compañero de Deusto como
profesor): calidad total, déficit cero. El presidente apela a lo que llama “el
coaching del fútbol”. Por el Eibar ha pasado el campeón mundial David Silva
(hoy en el Manchester City), Iraizoz (actual portero del Athletic), Karmona
(que jugó en el Alavés de los mejores tiempos), Ciriaco Errasti, Garate,
Gisasola, Diego (Real Sociedad), Xabi Alonso (Real Madrid y selección), Joseba
Llorente y José Mari Bakero. A punto de cumplir 75 años, tenemos pendiente “la
cena de los capitanes” en Eibar para hablar de Liderazgo.
En el artículo que me ha mandado José
Mari se habla de valores del Eibar, como seriedad (rigor) y trato familiar
(cercanía). Perfectamente compatibles. El coach Garitano ha contagiado en el
equipo sus valores como jugador: serio, trabajador y comprometido con la
filosofía del club.
Fran Garagarza, secretario técnico
del Eibar, sabe muy bien que, frente a poco dinero (para fichar, para mantener
a los mejores jugadores) ideas claras (visión, misión y valores, diríamos en el
mundo de las organizaciones). Jugadores cedidos de la Real Sociedad, como Dani
García y Yuri, una columna vertebral desde el portero (Iruretagoiena) y el
pivote (Errasti) al delantero ( Arruabarrena) y la llegada de futbolistas para
aprender y mejorar: Morales (del Levante), Diego Rivas (Hércules), Albentosa
(Cádiz), Jota Peleteiro (Celta), Urko Vera, Alain Eizmendi (Real Sociedad),
Lillo (Alcoyano), Gilván Gomes o Kijera.
Convertidos en un auténtico equipo
(“de alto rendimiento”: 42 puntos en lo que va de campeonato) por Gaizka Garitano,
ex jugador del Bilbao Athletic, Ourense, Eibar, Real Sociedad y Alavés,
entrenador que ascendió al Eibar de Segunda B a Segunda y ahora lo mantiene en
lo más alto, junto con Deportivo de A Coruña, Sporting de Gijón y Zaragoza,
equipos de gran tradición en Primera.
El presidente Álex Aranzábal debe
conseguir que el club aporte 1.724.272’95 € no por problemas del equipo, sino
por circunstancias del fútbol nacional. El Eibar tiene 3.000 socios, la mitad
menores de edad. Estoy convencido, en cualquier caso, que conseguirá resolver
la situación.
Mi gratitud, reconocimiento y
admiración a clubes que hacen bien las cosas, como el Eibar, y a líderes en el
terreno de juego, como Íker Casillas. Son “casos de éxito” que nos muestran el
camino para hacer bien las cosas.