Supervisión de procesos de Coaching: la Capacidad y el Compromiso de l@s coaches


Sábado en Alicante, en el Programa de Coaching Estratégico de FBS (Fundesem Business School), en la sesión de superivisión de procesos de coaching. Cinco horas, de 9 a 2, en las que l@s alumn@s han contado, siempre salvaguardando la confidencialidad, sus casos para reflexionar sobre ellos y para aprender qué están haciendo bien y qué podrían hacer mejor (el reconocimiento como clave para el coaching y para la gestión del desempeño). Mi gratitud a Andrés, Elisa, Felipe, Guzmán, Inmaculada, Isabel, Juan, Luisana, Marcelo, Patricia, Pepa, Rosa y Susana (y, por supuesto, a Paola y a Daniela, coach de nutrición, que estos días está en su querida Venezuela).  

El coaching era hace pocos años un completo desconocido y ahora parece que sobreabunda, que todo es coaching. Y me parece una buena noticia (los griegos clásicos llamaban “enantiodromia” a este movimiento pendular que va de la escasez al supuesto exceso). Ocurre desde el punto de la demanda, porque en este paso “Del Capitalismo al Talentismo” nos estamos dando cuenta que el Talento no es algo fijo, que “se tiene o no se tiene”, sino algo variable, que debe entrenarse desde una mentalidad de superación. El Talento que no se aprecia, se deprecia (y entendamos el Talento como “poner en valor” lo que sabemos, podemos y queremos hacer, por lo que requiere de una Marca Profesional).
Y desde el punto de vista de la oferta, necesitamos más y mejores coaches. Se critica estos coaches “de la noche a la mañana” sin preparación adecuada. Por ello, desde AECOP (la Asociación Española de Coaching) –como desde la ICF, me consta- se está haciendo un importante esfuerzo de certificación, como de código deontológico. El Coaching es ciencia, arte y ética (así se llama uno de los módulos en los programas que dirigimos). En cualquier caso, de que el coaching ha visto para quedarse no m cabe duda. Un/a directiv@ sin coach es como un/a deportista autodidacta. Vale para ser aficionad@, pero no para la alta competición. La eclosión del líder-coach (el/la directiv@ que lidera a su equipo desarrollando el talento de sus integrantes y logrando que den la mejor versión de sí mism@s) es trascendental.  

Irene Martínez, autora del reciente “Marca Profesional”, coach certificada de carrera y co-directora de los Programas de Coaching en Alicante (FBS), Zaragoza (ESIC), Asturias (Formastur y Club Asturiano de la Calidad) y próximamente en Madrid, suele decir que esto de aprender a hacer coaching es como tirarse en paracaídas. Por mucho que te sepas la teoría, las primeras veces que “te lanzas” lo haces con un/instructor/a. Solo así te sientes segur@s. Ése es uno de los grandes propósitos de los procesos de revisión, que nosotros no vemos como un examen ante un tribunal (no se trata de eso, en absoluto) sino de una magnífica oportunidad de aprendizaje en equipo. Lo he pasado maravillosamente debatiendo en el mejor de los sentidos pros y contras de la labor de l@s coaches.

Como el Talento es Capacidad por Compromiso, si bien est@s coaches “primeriz@s” todavía no cuentan con todos los conocimientos ni las habilidades requeridas (el Programa aún no ha terminado), su grado de compromiso (la energía que le ponen a estas prácticas) supera a much@s coaches experimentad@s que conozco. Es impresionante, por ejemplo, cómo le envían a sus pupil@s de coaching un recuerdo muy amplio y detallado de las metas, de los objetivos, del plan de acción, con sus obstáculos y fuentes de ayuda, de los hitos. Un caso muy claro de su involucración, de su implicación con el coaching. Capacidad y Compromiso multiplican respecto al resultado (su Talento como coaches), por lo que ese compromiso tan especial, de la persona que asume con entusiasmo esta tarea que vocacionalmente le satisface, suple ampliamente lo que le pueda faltar en términos de sus conocimientos, habilidades o experiencia.

La Pasión, ahora tan buscada, se detecta en los pequeños detalles.