Jornada en Jaén, para impartir la
conferencia para emprendedores que da inicio al programa LINCE (Laboratorio de
Inicativas de Negocio y Cooperación para Emprender). El título de mi
conferencia ha sido “Actitudes y talento para emprender, inteligencia para
liderar”. Me he referido a la crisis como excusa (para la pereza, para la ira,
para la envidia), a emprender como “sentirse preso” (de un proyecto por el que
luchar de verdad), a la necesidad de formar un tándem (ya sabes, la unidad
mínima de liderazgo), de hacer equipo, de construir la felicidad (porque la
felicidad no se busca, se construye). Cosas de sentido común, que deberíamos
convertir en práctica común, en nuestros hábitos cotidianos.
Hablando de proyecto, solemos decir
que en España (y podríamos decir que todo Occidente) carecemos de él. Y no es
cierto. Probablemente la mayor parte de los políticos no son en absoluto
inspiradores –más bien son soporíferos- y se comportan como malos gestores.
Pero proyectos, haylos.
El sagaz Roger Domingo, uno de los
mejores editores de nuestro país, nos ofrece simultáneamente dos libros que
conviene leer, sea cual sea nuestra ideología: Una alternativa liberal para salir de la crisis. Más mercado y menos
Estado, de Juan Ramón Rallo y Una
alternativa progresista. Una respuesta a la crisis económica e institucional de
España, de Jonás Fernández. El libro de JR Rallo, avalado por liberales
como Pedro Schwartz, Jesús Huerta de Soto, Alberto Recarte, Jesús Encinar,
Daniel Lacalle y José Mª Gay de Liébana. El texto de Jonás Fdez., suscrito por
progresistas como Javier Solana, Joaquín Estefanía, John Müller, José Carlos
Díez, Emilio Ontiveros y Jordi Sevilla. La alternativa liberal, prologada por
Carlos Rodríguez Braun. La alternativa progresista, por Carlos Solchaga
(economistas ambos, sólidos y de amplia trayectoria).
La alternativa progresista del Dr.
Rallo parte del análisis de tres burbujas interrelacionadas: la burbuja
financiera (por la capacidad de la banca de expandir el crédito muy por encima
del nivel de ahorro, manipulando los tipos de interés; en 2007, más del 60% de
los préstamos de las entidades a familias y empresas estaban relacionados con
el ladrillo), la burbuja productiva (pasivos de las empresas y deudas de las
familias; mercado laboral rígido, insuficiente formación, escasa I+D,
oligopolio eléctrico, fuerte restricción a la función empresarial, estructura
productiva anquilosada) y la burbuja del sector público (en sanidad, educación,
prestaciones sociales y otros gastos). Y propone “pinchar” la burbuja
financiera no a través del rescate sino del “ball-in” (que los accionistas y
acreedores asuman las pérdidas), “pinchar” la burbuja estatal con una reducción
de 135.000 M € (40.000 M en empleo público, 12.000 M en subvenciones, 25.000 M
en inversión pública, 40.000 M en transferencias sociales, 19.000 M en otros;
con el superávit, reducción de deuda y bajadas de impuestos). Y “pinchar” la
burbuja productiva con libertad de entrada en el mercado, mejor acceso a los
factores productivos y eliminación de regulaciones y costes redundantes. Este
es “un programa liberal frente a la crisis que nada tiene que ver con el
desplegado por el PP, consistente en minimizar los recortes del gasto público
subiendo salvajemente los impuestos, rescatar a los bancos a costa de los
contribuyentes y parchear ciertos mercados aparentando que los liberaliza
cuando, en lo fundamental, se mantienen hiperregulados”. El libro concluye con
24 medidas del PP que no son precisamente liberales.
La alternativa progresista de Jonás
Fernández parte de la crisis de la eurozona y la reforma de Europa, desde el
inicio de la crisis financiera en Estados Unidos. Propone reformas económicas
(del sistema financiero, fiscal –puesto que los ingresos fiscales en España se
sitúan diez puntos por debajo del promedio de la zona euro-, del mercado de
trabajo, energética, industrial y empresarial –más competencia-). La reforma
del Estado del Bienestar: el sistema de pensiones, el sistema sanitario, la
reforma educativa. La reforma de la Administración: competencial, financiación,
engarce federal (incluyendo la reforma del Senado), poder judicial. Y lo que el
autor llama “la reforma de la política”: el funcionamiento orgánico de los partidos
políticos, su modelo organizativo, el debate sobre la reforma electoral, las
vías complementarias para la mejora democrática.
Debo ser un tipo muy raro, porque
ambos textos no me han parecido antagónicos sino, en cierto modo, complementarios.
Y es que algunos nos consideramos social-liberales (más bien liberales en lo
económico y más bien progresistas en lo social) en los tiempos que corren. Por
el contrario, la “doble R” (la de D. Mariano y D. Alfredo) parece ser
socialdemócrata: liberal en lo social (mayor desigualdad) y progresista en lo
económico (porque la auténtica reforma de la Administración nunca llega, como
reconocen Rallo y Fernández).
En la prensa de hoy, Miguel Ángel Bastenier nos recuerda que
Iberoamérica estrenará ocho presidentes en 2014 (en realidad, nueve). Dos que
ganaron y estrenan mandato en Chile (Michelle Bachellet) y México (Enrique Peña
Nieto, que desea acometer grandes reformas) y siete que celebran elecciones: El
Salvador y Costa Rica en febrero, Panamá y Colombia en mayo, Bolivia, Brasil y
Uruguay en octubre. Continuismo en Colombia (Juan Manuel Santos), Costa Rica
(Johnny Araya) y Panamá (José Domingo Arias). Innovación en Chile, El Salvador
(Sánchez Cerén), Brasil (Dilma Roussef), Uruguay (José Mújica), México. “Y aún
cabría agregar un presidente “in pectore” de toda América Latina: el Papa
Bergoglio, que disfruta de la novedad de su nombramiento”. Estancamiento de la
revolución bolivariana (Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua) y avance de la
Alianza del Pacífico (México, Perú, Colombia y Chile). Un año fascinante.
El profesor Francesc Trillas, de la
Universitat Autónoma de Barcelona, nos cuenta que “cuando la política es un
combate por las fronteras se pierde un tiempo precioso para construir sobre lo
que nos une a la inmensa mayoría de catalanes y españoles: el apoyo a la
democracia y al proyecto europeo”. Se refiere al “trilema” (Dani Rodrik): hay
que elegir dos de tres opciones: o Estado-nación, o democracia política o integración
económica supranacional. “A identidades complejas y solapadas corresponden
instituciones complejas y solapadas”.
Mi agradecimiento a Pedro, Francisco,
Claudia, Miguel Ángel y todas las personas que han asistido en la Institución
Ferial de Jaén a este acto de puesta en marcha de LINCE. Me ha gustado tanto
que merece capítulo aparte y de él te hablaré mañana en este blog.