Ayer en Milán y hoy en Galicia, en
Santiago de Compostela y A Coruña, en temas relacionados con el turismo y con
el coaching al más alto nivel. Galicia se mueve, y tiene muchísimo que ofrecer
a quienes la visitan. Es un placer y honor contribuir a generar esa
experiencia.
He estado leyendo el último número de
Muy Interesante, la revista mensual
más leída en España (2.204.000 lectores). En portada, el sexto sentido. En
páginas de interior, un dossier de Luis Muiño y Fernando Cohnen. Luis se hace
eco de los estudios de Roger Culver (Universidad Estatal de Colorado), que
evaluó más de 3.000 predicciones hechas por astrólogos. Acertaron de media un
11% (un ciudadano normal acierta el 20%; Pareto también está metido en esto).
La intuición es, según el diccionario de la RAE, “la facultad de conocer las
cosas instantáneamente sin necesidad de razonamiento”. O, como escribió Lorca,
“la hija directa de la imaginación es la metáfora a veces nacida al golpe
rápido de la intuición, alumbrada por la lenta angustia del presentimiento”. El
artículo recoge las opiniones de Jerome Bert Wiesner (MIT): “Algunos problemas
son demasiado complicados para las decisiones racionales. Admiten intuiciones,
no respuestas”, de Gerd Gigerenzer (Instituto Max Planck de Berlín), para quien
la lógica choca en ocasiones con tres obstáculos: la imposibilidad de computar
todas las opciones, la falta de consistencia de los datos y la dudosa eficacia
del método. Por eso tiramos por “la vía rápida”. “La vida se vive hacia
delante, pero se comprende hacia atrás” (Kierkegard). Libros de referencia:
“Pensar rápido, pensar despacio” de Kahneman, “Inteligencia intuitiva” de Malcolm
Gladwell, “Aprender” de Guy Claxton o “Toward a Contemprary Psychology of
Intuition” de Macolm Westcott, además de la entrevista de Eduard Punset a
Gigerenzer en Redes (bit.ly/1cac0oQ) y el blog del
sorprendente psicólogo británico Richard Wiseman (richardwiseman.wordpress.com).
El cociente de intuición se obtiene
de puntuar entre 1 y 5 estas 20 frases:
1. Me impaciento cuando me están contando un problema y ya sé cómo
resolverlo.
2. Prefiero arriesgarme, aunque me equivoque.
3. Me dicen que soy creativ@ encontrando soluciones.
4. Muchas de mis decisiones se basan en corazonadas.
5. Odio los tópicos, busco las respuestas menos trilladas.
6. Soy desordenad@, o mejor tengo mi propio orden.
7. No busco certezas; me interesan los problemas con más de un resultado.
8. Me gustan las situaciones que me obligan a improvisar.
9. Estoy bastante segur@ de mis afirmaciones, confío en mi criterio.
10. No me siento culpable de los errores cometidos.
11. Admiro a las personas resolutivas.
12. No me incomodan las expectativas que depositan en mí.
13. Me siento mal cuando cambio de opinión.
14. Me aburro dándole demasiadas vueltas a una cuestión.
15. Me gusta tomar decisiones en solitario.
16. Tengo la sensación de saber la respuesta a los problemas antes que
los demás.
17. Los demás no suelen entender cómo he llegado a mis razonamientos.
18. Creo que la vida es cuestión de rapidez de decisión y de reflejos.
19. Creo que debo mis éxitos al instinto y capacidad de anticipación.
20. Me sorprende que algunas cosas no me vayan bien, a pesar de mi sexto
sentido para esos asuntos.
Con menos de 50 puntos de CI
(cociente de intuición), eres más bien caut@. Con 80 o más, muy intuitiv@.
Hay científicos que han llamado a
esta intuición “inconsciente adaptativo” (para prevenir peligros) y lo sitúan
en el córtex del cíngulo anterior, en la frontera con los hemisferios derecho e
izquierdo. Es “la mosca detrás de la oreja”. Atención a otro libro importante
(que pienso leer): “Educar la intuicion. El desarrollo del sexto sentido” de
Robin M. Hogarth (2002).
En el modelo i4 de Liderazgo de la
Dra. Silvia Damiano (el libro estará en inglés en febrero), la Intuición es uno
de los “cuatro jinetes” del Liderazgo, junto con la Inspiración, la Integración
y la Imaginación. Se puede, y se debe, educar.
También me ha gustado de Muy Interesante “El regreso de Avicena”,
el médico que interpreta Ben Kingsley en la película del mismo nombre, basada
en la novela de Noah Gordon. Abu Ali Ibn Sina, conocido en esta parte del mundo
como Avicena (980-1037) fue un pensador renacentista antes de su época y le
consideraron Al-Shaji Al-Rais, “el primero de los sabios”. Poeta, científico,
matemáticos y uno de los primeros médicos de la historia.
El valor de los frutos secos:
consumir siete o más raciones de frutos secos a la semana reduce la mortalidad
un 20%, porque combaten el colesterol, las dolencias cardiovasculares y el
cáncer. Y hablando de valor, la reflexión del escritor Juan Gómez-Jurado
(Madrid, 1977) sobre lo que ha pagado el Real Madrid por Gareth Bale (más de 90
M €), que es lo que necesita el CSIC para su financiación. En 2012, el Consejo
Superior de Investigaciones Científicas registró 145 patentes. “Los
investigadores no meten goles, pero desarrollan dispositivos que ayudan a
reducir temblores motores, consiguiendo que un paciente con Párkinson pueda
beberse un vaso de agua. Así de simple, así de inmenso”. Este contrasentido a
Juan le hace sentir Weltschmerz (dolor al ver el mundo tal como es y la enorme
distancia sobre lo que debería ser). Puedo compartirlo, sin duda, pero me
interesan los mecanismos de valor y precio que determinan que el fútbol se viva
cada día y que los héroes del CSIC sean unos completos desconocidos.
Mi gratitud a José Pardina, director
de Muy Interesante, y a su equipo, que
consigue cada mes una publicación realmente interesante (al parecer,
“interesante” es el vocablo que más se repite en las redes sociales; en este
caso, con todo sentido).