Esta noche es nochebuena, y mañana
navidad…
En nuestra cultura celebramos el
nacimiento de Jesús de Nazaret, que viene a coincidir con el solsticio de
invierno, el día en el que el sol nos “visita” menos horas. Hasta el Papa Julio
I, en el siglo IV, no se determinó esta fecha.
Navidad, del latín “Nativitas”,
Nacimiento. También en 25 de diciembre nacieron, supuestamente, el dios egipcio
Horus (3000 a.C.), el hindú Krishna (900 a.C.), los persas Zarathustra (1000
a.C.) y Mithra (600 a.c.), los griegos Heracles (800 a.C.), Dionisio (500 a.C.)
y Hermes (año 200 a.C.), Buddha (563 a.C.), el babilónico Tammuz (400 a.C.) y
el fenicio Adonis (200 a.C.). Nada es casual: se celebra el nacimiento del sol,
de tod@s aquell@s que sois un Sol. ¡¡Felicidades!!
Aunque ya hay representaciones de la
Virgen María con el niño en las catacumbas romanas, fue Francisco de Asís quien
en 1223 hizo la primera representación del “misterio”, del Portal de Belén.
Belén, “la tierra del pan”.
De los textos de Lucas se desprende
que Jesús nació de noche, porque la buena noticia se anuncia a unos pastores
que están durmiendo al raso. La noche, la oscuridad, la carencia de luz. A
partir de ahí, un nuevo amanecer.
María y José están en una humilde
choza (que simboliza la provisionalidad de este mundo) e improvisan como cuna
para su hijo un pesebre (donde comen los animales). Un símbolo de alimento. El
portal es puerta (apertura) y está en una gruta (la caverna platónica: “El mapa
no es el territorio”). No se avisa de su nacimiento a los poderosos, sino a los
estudiosos (los Reyes Magos) y a los contemplativos (los pastores).
Y desde el siglo XIII, junto a los
padres, un buey y una mula. El buey es símbolo de paz, de calma, de ser
apacible. Es la fuerza y la potencia de quien lleva el arado. Y la mula es la
ignorancia (como el asno, el burro); las tendencias más instintivas del ser
humano. Gracias a la web “Meditaciones del día” por abrirnos los ojos respecto
al simbolismo del Belén.
¿Los regalos de Melchor, Gaspar y
Baltasar –magos que simbolizan la Globalización? El oro es propio de reyes (el
talento surge, como concepto, en la Siracusa de Arquímedes para que el rey
pueda diferenciar qué coronas que le regalan realmente son de oro). Por tanto,
el oro es Talento (vale “su precio en oro”). El incienso es un aroma que se
ofrece a la divinidad (Entusiasmo: “hay un Dios dentro de ti”). Y la mirra era
una sustancia con la que se untaba a los cadáveres; por tanto, simboliza la
humanidad (estamos de paso) y la humildad.
Que esos tres cofres de Talento,
Entusiasmo y Humildad/Humanidad te acompañen todo el año. Es mi ferviente
deseo.
Y para celebrar este re-nacimiento, algunos
de mis villancicos preferidos:
- Feliz Navidad, por el grupo Boney M: www.youtube.com/watch?v=iDq5ENMf120
Mi gratitud a tod@s ell@s por sus
maravillosas versiones.