Cena de clausura del RH Club de APD esta noche en el Ritz de Madrid,
en la que he tenido la oportunidad de dirigirme a los Directores de Recursos
Humanos para hablar de “¿Qué deberíamos haber aprendido las DRH de esta mal
llamada crisis?”.
Parece que hay un cierto consenso en que España estamos al final de la
recesión, que el PIB empieza a crecer, y sin embargo parece que muchas personas
y empresas están esperando “al final de la crisis” para volver a hacer lo que
nos ha llevado a ella. Corremos el riesgo de ignorar las lecciones que estos
tiempos difíciles nos han ofrecido y repetir los errores del pasado.
Quisiera compartir con vosotr@s qué deberíamos haber aprendido de esta
mal llamada crisis. Deberíamos haber aprendido que:
- Como dicen Scott Keller y Collin Price, de
McKinsey, el mejor invento de la humanidad no es la rueda sino la organización.
La diferencia entre una organización y un negociete es que la primera tiene
Estrategia, Estructura, Comunicación, Valores, Liderazgo, Perfiles de talento y
Ambiente de trabajo, y estoy hay que considerarlo desde las DRH que van más
allá del “jefe de personal”.
- La variable más determinante para el valor y
la salud de una empresa es su Liderazgo. La Calidad Directiva supone el 60% de
la productividad y la competitividad. España es el país 51º en Calidad
Directiva (ha perdido 8 posiciones entre 2012 y 2013), con un 16% de buenos
líderes y un 38% de jefes tóxicos.
- La unidad mínima de Liderazgo es el tándem
(desde las DRH deberían formarse buenos tándem) y la curación al vértigo (miedo
a ganar) es el equipo, un grupo humano que genera sinergias.
- La cura al presencialismo que aqueja a muchas
empresas es la dirección por objetivos (DpO) y al absentismo emocional, la
existencia de un proyecto ilusionante en el que poner nuestras mejores
energías.
- El Talento ni es innato ni se mejora si un@
no quiere. El Talento se cultiva. Para ello, debemos elegir personas con
“semilla de compromiso”, dispuestas a engancharse a un proyecto y un equipo que
merecen la pena. Sin una buena selección no hay opciones de desarrollo.
- La inversión más rentable es en educación, en
aprendizaje, en desarrollo (ROI del 1.700%, Heckman). La formación es condición
necesaria, imprescindible. “No hay nada más peligroso que un tonto motivado”
(Emilio Duró).
- Un directivo sin coaching es como un
deportista autodidacta, no es competitivo. El Talento que no se aprecia, se
deprecia. Las DRH no deberían permitir directivos obsoletos.
- Las DRH deberían dedicarse a “pasar de jefes
a gefes –generadores de felicidad”, según el término creado por María Graciani.
La Felicidad no se crea sino que se construye, con doce variables que nos ha
enseñado Sonja Lyubomirsky.
- Crisis, como sabéis, es sin término médico
creado por Hipócrates (el enfermo está en crisis: puede sanar o puede morir).
En el mundo empresarial, la sostenibilidad está en la capacidad de adaptación
al entorno (la llamada “ley de Revans”). Las organizaciones paralizadas por el
miedo (o por la complacencia, que viene a ser lo mismo), perecen.
- En realidad esto no es una crisis, sino un
cambio de época, el paso del Capitalismo al Talentismo, una nueva era en la que
el Talento es más escaso que el Capital. Y ay de aquellas organizaciones que no
sepan/quieran/puedan atraer, fidelizar y desarrollar el Talento individual y
colectivo.
Mi agradecimiento a Ignacio Pausa y a la buena gente de APD, así como
a los profesionales de RR HH presentes en la cena.