Cuarta edición del Programa Experto de Coaching Ejecutivo en Fundesem
(Alicante). Una excelente noticia que el Programa cuente con un adecuado número
de alumn@s (hoy también se inaugura el Programa de Coaching Deportivo y
Ejecutivo en la Universidad de Málaga, con quórum suficiente; enhorabuena a
Raquel, Ana María y a todo el equipo). Paco Carreras hoy y mañana en el
Programa de Coaching de Asturias y el lunes taller en ESIC Zaragoza presentando el III Programa de
Liderazgo Innovador y Coaching Estratégico en la capital del Ebro. AVE a
Alicante a las 9,30 h, llegada a la capital alicantina a eso de las 12, me he
regalado un solitario paseo de reflexión junto a la playa de La Albufereta en
San Juan (18 grados y un día soleado) y, tras unas tapas en Flamenco’s (frente
al Husa Golf), primera sesión del programa de 16,30 a 21,30 h. Mañana, de 9 a
14 h sobre “Fundamentos de Coaching”.
El IV Programa de Fundesem se ha iniciado con una mezcla de alegría y
tristeza. Alegría, porque se trata nada menos que de la cuarta edición, algo
muy de agradecer en tiempos tan difíciles. Tristeza, porque a diferencia de las
anteriores no ha podido acudir a impartir la sesión inaugural, por motivos
familiares, la codirectora del curso. Hemos puesto un vídeo (tipo TED) de Irene
Martínez Porcar en julio en Asturias, en el que explica el propósito del curso,
la necesidad de que tengamos una marca profesional y los contenidos del
coaching. En su momento, impartirá Coaching de Carrera y Marca Profesional a
l@s participantes del Programa.
¿Es lo mismo la serenidad que la paciencia? Aunque forman parte del
mismo campo semántico (el de la tranquilidad del alma), serenidad y paciencia
no son estrictamente sinónimos. La serenidad o autocontrol es una competencia,
una cualidad de la inteligencia intrapersonal, que nos permite responder
adecuadamente a estímulos negativos (los que en otras condiciones nos
provocarían ira, tristeza, miedo, celos, vergüenza, bochorno o incluso asco).
La paciencia es una virtud, más prolongada y, en principio, más consciente.
Ambas tienen en común que se pueden cultivar (por ejemplo, a través
del coaching). Debemos ser conscientes de la necesidad de actuar con paciencia,
de tomarnos las cosas con perspectiva, de actuar con alma y no por impulsos
dañinos. No es tarea fácil, evidentemente, pero podemos generar nuevos hábitos
ligados a la paciencia.
¿De qué nos sirve la paciencia? Son muy conocidos los experimentos de
Walter Mischel de la universidad de Stanford con marshmallows (chuches,
golosinas). Los niños de cuatro años que se esperaban y no se comían la
golosina inmediatamente (por la promesa de recibir más un tiempo después)
tenían, de adultos, mayor éxito en la vida. La paciencia es un gran predictor
del éxito. Y se puede “diseñar”.
Si te interesa el Diseño (uno de los seis pilares de la Era
Conceptual, Daniel Pink dixit, y por tanto del Talentismo), no te pierdas el
número de la revista Fast Company dedicado
al 10º “Annual Innovation by Design”, con un análisis del laboratorio de Apple
(Jony Ive y sus chic@s), las lecciones creativas de Burberry, Fab, Google, J.
Crew, Samsung, Warby Parker, Pinterest, Nike…, los 54 mejores diseños de 2013 y
una guía en diez pasos para diseñar con éxito asegurado:
1.
El
Diseño empieza en la Alta Dirección (ha de ser estratégico).
2.
El mito
de Apple es tan poderoso como incompleto (sus productos no se han creado con
gran colaboración interna, sino con proyectos separados y muchas veces
secretos).
3.
El
desastre de hoy es el triunfo de mañana (los dividendos no van por trimestres,
como en las finanzas).
4.
No sirve
el café para todos (además de un/a CDO –Chief Design Officer-, hemos de generar
una cultura corporativa del diseño).
5.
Ir a por
la pela puede hacerte perder una fortuna (cuidado con la “mezquindad” de
algunos directores financieros respecto al ROI del Diseño).
6.
El
hambre por el buen diseño ha de ser real (el cliente es hoy más responsable y
está mejor informado que nunca).
7.
Siempre
hay algo nuevo bajo el sol (en la era del “big data”, las innovaciones aparecen
cada día).
8.
Un
producto bien diseño no es lo mismo que una empresa bien diseñada (la belleza
va más allá de la piel).
9.
El gran
cuadro es un amplio conjunto de detalles (la experiencia de diseño ha de ser
cotidiana).
10.
Cada día
es el primero (Jeff Bezos, CEO de Amazon, utiliza la expresión “Day One” para
señalar que no hay negocios maduros).
Estas diez
lecciones se complementan con las “cuatro olas” de la Innovacion:
A. Rétanos: Aunque los clientes somos criaturas
de hábitos, nos encanta que nos propongan novedades.
B. Destigmatiza la aflicción: Muchas
innovaciones fallan no porque no sean útiles, sino porque no son atractivas.
C. Reinventa la cadena de suministros: con las
impresoras 3D y el packaging creativo, hay un mundo de posibilidades.
D. Adáptate, de verdad, a los usuarios: desde la
Wii a las sillas de oficina ergonómicas, los éxitos empresariales nos enseñan
que debemos profundizar en la introspección sobre lo que los clientes
necesitan.
Desde el Diseño, volvamos a la paciencia. Sabemos, gracias a la Dra.
Sonja Lyubomirsky, que la felicidad no se busca (solo el 10% depende de
factores externos), sino que se construye. Como buen@s arquitect@s, para
construir una obra debemos primero diseñarla. En el caso de la felicidad, hemos
de hacerlo sobre doce pilares, que algunos llamamos “las doce campanadas de la
felicidad”.
¿Tienen alguna conexión con la paciencia? De las 12 claves, tres tienen
que ver con el “aguante”: la resiliencia, la capacidad de perdonar (eliminar el
resentimiento) y no darle demasiadas vueltas a las cosas (“pasar página”). La
paciencia influye y se ve influida por estos tres aspectos. Otros tres son los
“motores” de la felicidad: la gratitud, el optimismo inteligente y la fluidez.
Resulta menos evidente, pero también están conectados a la paciencia. La
práctica de la gratitud deriva de un enfoque hacia lo positivo; el optimismo
inteligente, afrontar lo que sale bien –y agradecerlo- y lo que tenemos que
cambiar para que salga mejor; la fluidez se obtiene a partir de un reto, de un
desafio, de un proyecto vital por el que elevamos nuestras capacidades (la
paciencia nos enseña que podemos obtener lo que queremos, pero que no sabemos
cuándo lo obtendremos, que el tiempo no está de nuestra mano).
El siguiente trío de campanadas de la felicidad tiene que ver con los
vínculos con otras personas: fomentar las relaciones personales, practicar la
amabilidad y saborear las alegrías de la vida. La paciencia como virtud –que,
en el fondo, es una lección de humildad- se fomenta siempre con l@s demás y es
más llevadera cuando aprendemos a disfrutar momentos, detalles y recuerdos.
Y el último trío, el del cuidado personal (comprometerte con tus
objetivos, practicar tus valores y ocuparte de tu cuerpo y de tu alma), aunque
aparentemente puedan parecer desconectado de la paciencia, son formar de
cultivarla. A través de la actividad física y mental, de los propios valores,
de perseverar en lo que consideras más valioso en tu vida. Llegará, antes o
después, si lo peleas como merece.
Vivimos en una sociedad impaciente; por ello, la paciencia debe formar
parte de nuestra seña de identidad. Mi gratitud y admiración a la gente
valiente y paciente. No te rindas, no te rindas, no te rindas.