52 consejos para elevar tu talento


Tercer día de esta “mini-gira” por Galicia y Asturias con motivo de los Cine Fórum Empresariales de APD con la película Jobs.
Después de dormir en el Hotel Los Escudos (con una maravillosa vista a la Bahía de Vigo), hemos salido Santiago Sesto (Director de APD Noroeste) y un servidor hacia Oviedo en coche. Unas cuatro horas en las que hemos estado preparando varios temas, atendiendo a los medios (por ejemplo, participando en directo en el programa matinal de Radio Asturias) y comentando sobre lo divino y lo humano. Almuerzo en el Hotel Reconquista, entrevista con La Nueva España y por la tarde, el mencionado Cine Fórum. Mi agradecimiento a los ponentes, Celestino, Pedro Luis y Carlos Manuel, a los asistentes que llenaron la sala del Parque Principado y a los organizadores de APD.
La lectura de hoy ha sido El pequeño libro del Talento. 52 propuestas para mejorar tus habilidades, de Daniel Coyle. Fruto de sus investigaciones sobre los semilleros del talento surgió su libro anterior, Las claves del talento. La labor de K. Anders Ericsson, Douglas Fields y Robert Bjork han revolucionado las antiguas creencias sobre el talento. En este librito, Coyle nos ofrece hasta 52 consejos prácticos muy útiles, en tres bloques:
I.                Ponerse en marcha. Ideas para activar la motivación de inicio. La llamada “ignición”. Propuestas 1-12.
II.               Mejorara las habilidades. Propuestas 13-42.
III.              Mantener los progresos. Para vencer el estancamiento y perseverar. Propuestas 43-52.

1.      Observa a la persona en la que deseas convertirte: Modelado.
2.      Dedica 15’ al día a grabarte la habilidad en el cerebro. Concentración intensa (como los escritores que copian pasajes de obras maestras).
3.      Roba sin complejos.
4.      Cómprate un cuaderno. Es el diario de tus actuaciones.
5.      Permítete hacer el ridículo.
6.      Escoge lo espartano y renuncia a lo lujoso (los espacios sencillos y humildes ayudan a concentrarte en las tareas importantes).
7.      Antes de empezar, determina si se trata de una habilidad “dura” (hard) o “blanda” (soft). Las hard necesitan de precisión (el swing de un golfista, el acorde de un violinista, el triple en el basket, las operaciones matemáticas) y las soft de flexibilidad (la emoción de un cantante, el ataque de un futbolista). Los profesores suelen enseñar lo hard y los maestros lo soft.
8.      Para construir habilidades hard, trabaja como un carpintero. Meticuloso, perfeccionista, lento. “Las primeras repeticiones establecen las rutas (neuronales) para el futuro”.
9.      Para las soft, practica como los aficionados al monopatín. Repeticiones y feedback.
10.    Respeta las habilidades duras. “La técnica lo es todo”.
11.    No sucumbas al mito del “niño prodigio”. El éxito temprano no lo predice a largo plazo. “Los elogios y las atenciones que reciben los niños prodigio los llevan a proteger su estatus “mágico” y asumir menos riesgos” (Carol Dweck, Stanford).
12.    Para escoger un maestro o coach, cinco criterios: Evita elegir a quien te recuerde a un camarero amable, busca al que te asuste un poco (que observe, se oriente a la acción  y sea honesto), que te proporcione instrucciones concretas y claras, a quien le entusiasme la didáctica y en caso de empate, elige al de más edad.
13.    Descubre el punto óptimo (50-80% de éxito), ni la comodidad (más del 80%) ni la supervivencia (menos del 50%).
14.    Quítate el reloj. Practica sin límite de horario, para fluir.
15.    Divide cada movimiento en segmentos. Avanza poco a poco.
16.    Intenta construir un segmento perfecto cada día. MLP: Mínimo Logro Posible.
17.    Lucha. Algo que evitamos instintivamente. “No pain, no gain”.
18.    Mejor 5’ al día que una hora a la semana.
19.    No haga ejercicios. Practica juegos breves y adictivos.
20.    Practica en solitario.
21.    Piensa en imágenes (visualizar).
22.    Cuando te equivoques, date cuenta enseguida y corrige.
23.    Visualiza la red neuronal cuando crea nuevas conexiones.
24.    Visualízala ganando velocidad. Con la práctica, pasa de 3 a 300 km/h, por el recubrimiento de mielina.
25.    Reduce el espacio (como el fútbol sala en el fútbol).
26.    Más despacio (más de lo que crees).
27.    Cierra los ojos para practicar.
28.    Simula (elimina todo salvo la acción esencial).
29.    Cuando aciertes regístralo. Repetición perfecta.
30.    Échate una siesta (Einstein, Leonardo, Napoleón, Churchill, Edison, Reagan, Kennedy o Rockefeller lo hacían).
31.    Para aprender un movimiento nuevo, exagéralo.
32.    Haz intentos positivos. Concéntrate en lo positivo, no lo negativo.
33.    Para aprender de un libro, cierra el libro.
34.    Usa la técnica del sándwich (paso correcto, incorrecto, correcto).
35.    Usa el 3 x 10 (practicar 3 veces con pausas de 10’ entre repeticiones).
36.    Invéntate exámenes diarios.
37.    Usa el baremo EIFE: Esfuerzo, Implicación, Finalidad, Evaluación.
38.    Déjalo antes de agotarte. El agotamiento ralentiza el funcionamiento del cerebro.
39.    Practica inmediatamente después de la actuación.
40.    Justo antes de dormir, visiona mentalmente la película.
41.    Termina con una nota positiva (por ejemplo, gratifícate con chocolate).
42.    Para ser mejor profesor o coach: establece una conexión emocional, evita los discursos largos, huye de expresiones vagas, prepara una tabla de puntuaciones, maximiza la “disposición al esfuerzo” y persigue alumnos independientes, con criterio.
43.    Acepta las repeticiones. “Yo no temo al que practica 10.000 tipos de patadas, sino al que ha practicado una patada 10.000 veces” (Bruce Lee).
44.    Ten mentalidad de currante. “La inspiración es cosa de amateurs” (Chuck Close, artista plástico).
45.    Por cada hora de competición, dedica 5 a la práctica (o mejor, 10).
46.    No pierdas el tiempo intentando abandonar viejos hábitos; dedícate mejor a crear hábitos nuevos.
47.    Para aprender más profundamente, enséñalo. “Los que hacen algo y lo enseñan, lo hacen mejor”.
48.    Concede a cada habilidad un mínimo de 8 semanas. Umbral.
49.    Cuando sientas que te estancas, da un cambio.
50.    Cultiva la determinación.
51.    Mantén en secreto tus grandes metas. Si las proclamas en público, tu cerebro puede creer que ya las has logrado.
52.    Piensa como un jardinero (con paciencia, sin juzgar) y trabaja como un carpintero (con constancia, estratégicamente, sabiendo que las piezas están interconectadas en un todo).

Un libro tremendamente útil, con conceptos como ignición, esfuerzo inteligente (práctica deliberada), punto óptimo, regla de las 10.000 horas, etc. Gracias al periodista Dan Coyle por este recetario tan práctico. No sé si, como elogia Tom Peters, “te cambiará la vida”, pero sí que son 52 propuestas en la dirección adecuada para elevar nuestro talento.