Rubén Turienzo nos hace sonreír


Vuelo de vuelta Guayaquil-Madrid esta noche de jueves. En los últimos días, desde mi llegada a este ciudad costeña ecuatoriana, ocho talleres sobre el talento y la gestión del desempeño a una media de 30-35 profesionales del IESS (Instituto Ecuatoriano de la Seguridad Social) por taller, tanto en Quito como en Guayaquil a partes iguales. Me voy con un cierto agotamiento, pero con la satisfacción del deber cumplido.
Entre los libros que me han acompañado en este viaje, el nuevo de mi buen amigo Rubén Turienzo, Smile. El arte de la actitud positiva. Conozco a Rubén desde hace muchos años, y he tenido el honor de prologar su Dirige de cine (inolvidable la presentación del libro por Juan Luis Galiardo, en un favor de última hora al que responden los grandes amigos). En este libro, tiene la generosidad de incluirme en su conclusión (Receta para un bizcocho sonriente”) junto a titanes de la talla de Viktor Frankl, Sonja Lyubomirsky, Ed Diener, Tal Ben Shahat, Martin Seligman y Eduard Punset. Un honor inmerecido.
Smile (Sonríe) tiene un diseño muy atractivo y nos propone que nos comprometamos realmente con la felicidad. Para vivir en positivo, mantener la actitus adecuada (“No se trata de ver el vaso medio lleno, sino de dosificar lo que tenemos mientras la sed desaparece”). Obtenemos lo que merecemos, que es lo mismo que ofrecemos a los demás. Un potente alegato a favor de la generosidad.
El modelo SMILE de Rubén Turienzo es: Simplifica, Relativiza, Positiviza, Ilusiona y Modifica. Siguiendo a Sonja L., la Felicidad es Predisposición (50%), Condiciones de vida (10%) y actividades voluntarias (40%). “Así que pide lo imposible: Ser un aspersor de sonrisas espontáneas, Ser una persona llena de energía positiva, Ser un imán de la buena suerte, Ser una persona que hace que sus deseos se hagan realidad”.
“Un optimista es un realista que siempre ve una salida”. Me gusta esa definición que nos ofrece Rubén. Porque “quien bien te quiere te hará FELIZ”.
Rubén nos habla de los cinco enemigos de una actitud positiva: desconocer nuestra verdadera identidad, aferrarnos a la idea de permanencia, temer al cambio, identificarnos con el ego y temer a la muerte. “Solo quien se plantea grandes retos celebra grandes victorias”.
Simplificar: La vida no es fácil, pero es sencilla. Relativizar: “El sabor de tu felicidad no depende del suceso, sino de los ingredientes con que lo mezcles”. Positivizar: “LA felicidad depende de aprender a ver las cosas desde un prisma positivo y practicar más el humor”. Ilusionar: “No existe naa con lo que no se pueda construir”. Modificar: “Por muchas cerraduras que tenga, toda puerta se hizo para ser abierta”. A cada queja, una propuesta.
Y además, Rubén Turienzo nos ofrece cuatro técnicas básicas muy interesantes: el “Clean Sweep” (limpieza vital: 100 elementos que dan mucha libertad personal), el método Smile (Simplifica, Relativiza, Positiviza, Ilusiona y Modifica), el método MEJORA (Meta, Escenario, Juicios, Oportunidades, Reordenación y Acción) y el Happy Passport (aeropuerto de destino, aduana de entrada, aduana de salida, aeropuerto de origen).
De coach a coach: “El mundo necesita espejos”.
Finalmente, Rubén nos presenta una veintena de ejemplos de utilización del método SMILE en la vida cotidiana. Más claro, imposible.
Y un consejo final: “Quien exige más de lo que da, no desea amar sino poseer”.    
Séptimo libro de Rubén Turienzo. Sonríe es un libro muy útil para entrenarnos en los sanos hábitos de la actitud positiva. Muchas gracias, querido Rubén, por ofrecernos generosamente estas lecciones de vida.