Vuelo a Ecuador
esta mañana de sábado. De Madrid a Quito y de allí, con una hora de espera en
el aeropuerto, a Guayaquil, en la costa del Pacífico. Ya sabes mi truco para
evitar el jet-lag: cuando un@ va hacia el oeste (de Europa a América, en este
caso) no dormir nada en absoluto; ver películas, leer libros y revistas,
escribir y reflexionar. Cenar en Guayaquil a la hora ecuatoriana (poner esa
hora en cuanto el vuelo se ha iniciado) e irse a dormir. Para ir de oeste a
este (la vuelta desde América a Europa), lo contrario: tomar algo en el
aeropuerto, no comer en el avión y dormir todo lo que un@ pueda. A mí, al
menos, me funciona.
He estado
pensando en un concepto que me comentó ayer una gran experta en marca
profesional. El aprendizaje real proviene de repetir, repetir y repetir
(pensemos en un idioma, en la danza, en conducir). Es cuestión de hábitos. Sin
embargo, en las empresas entendemos la formación como aportar conocimientos y
habilidades, cuanto más mejor. Si solo tomáramos una lección y la repetiéramos
hasta la saciedad durante horas, ¿qué pensarían los participantes de ese curso?
Que era aburrido, monótono, demasiado insistentes. Que los participantes no
habían “aprendido” demasiadas “novedades”. Que los monitores sabían en realidad
muy poco.
En el término
medio, como diría Aristóteles, está la virtud. Por eso uno se alegra del
extraordinario impacto del PDL (Programa de Desarrollo del Liderazgo) de
Ceosa-Fundosa, a lo largo de seis meses para 90 profesionales. Tenemos la mejor
organización de estas características del mundo y tenemos que sentirnos muy
orgullos@s de ella. Ojalá en Iberoamérica se asuma e implante el modelo de la
ONCE.
El jueves de la
semana pasada, 11 de abril, hubo una sesión interna con todos los participantes
para que mostraran su punto de vista a la Alta Dirección sobre el Programa de
Desarrollo de Liderazgo. Los seis grupos estuvieron magníficos (hicieron piña
con sus compañeros de otras empresas de Ceosa y Fundosa). Me alegro mucho por
ello.
Como muestra,
como ejemplo de todos ellos, la presentación del portavoz del último grupo, el
que cerraba las intervenciones. Simplemente, Pablo dijo AGRADECIDOS. Y se hizo
el silencio, una tensión difícil de mantener (reproducido con autorización).
Y después pasó
a desgranar las once letras para dar pie a once ideas, aprovechando el
acróstico.
“Aprender: está
claro que hemos aprendido mucho.
Grupo, por el
Grupo 6, porque una de las mejores cosas es haberos conocido a cada uno de
vosotros y compartir experiencias.
Reflexionar,
porque es lo que hemos hecho en cada sesión para tratar de aplicarlo a nuestro
trabajo diario.
Aunar las
ilusiones de nuestros compañeros para motivarles/orientarles en los objetivos.
Delegar:
imprescindible para crear equipo y para alcanzar mayores cotas todos juntos.
Equipo: el
equipo es la clave para el éxito, para que todo funcione y salga bien.
Compromiso:
quienes lo sienten trabajan más y mejor y lo hacen además con constancia, clave
para lograr las metas.
Inspirar a las
personas a nuestro cargo.
Desarrollo
personal, porque todos hemos crecido individualmente y eso ayudará a que
crezcan nuestras empresas.
Organización:
nos llevamos una visión global de la organización a la que pertenecemos y
salimos más comprometidos con ella.
Sueños: ahora
sabemos que todos los sueños son posibles, y que no hay imposibles si hacemos
todo lo anterior.
Por todo ello,
en definitiva, nos sentimos AGRADECIDOS.”
¡Qué manera más
completa de expresar para lo que sive un buen Programa de Desarrollo! Gracias,
Mercedes, Antonio, Arantza, Mercedes, Mª Ángeles, Eliana, Félix, Amaya, Alexis,
Conrado, Juan Manuel, Alicia, Adriano y Pablo por una síntesis tan
gratificante. Y como ell@s, a todos los grupos que han participado en el
Programa.
Siguiendo con
las buenas noticias, me ha alegrado leer en Observatorio de RR HH (www.observatoriorh.com) que EADS ha
sido nombrada la empresa más atractiva para trabajar, según el observatorio
Employer Branding 2013 elaborado por Randstad. Enhorabuena a Mariano Alonso,
DRH, y a su equipo: “RR.HH. debe ser un business partner que contribuya a la
consecución de resultados fomentando un modelo de liderazgo que genere
compromiso de las personas”. “No solo aumentamos el número de personas
completamente o parcialmente comprometidas con la empresa (76% actual) sino que
hemos reducido también el nivel de falta de involucración en quince puntos
hasta el 24% este último año.