Esta mañana de
Reyes he ido a ver The Master, la
última película de Paul Thomas Anderson, sobre los orígenes de la cienciología.
La verdad es que el cine de este guionista y director nunca deja indiferente.
Ni Boogie Nights ni Magnolia, sus cintas anteriores, te
dejaban indiferente. Tras cinco años de silencio cinematográfico, este The Master ganó en el último Festival de
Venecia el premio al mejor director, a los mejores actores y de la crítica. Y
está nominada a tres Globos de Oro.
Es un retrato
de los Estados Unidos en los 50 a través de un joven (Joaquin Phoenix) a quien
la Guerra le ha dejado y enloquecido y alcoholizado (él mismo produce
peligrosos brebajes), que coincide con un intelectual, autor de un libro y
creador de una secta (Philip Seymour Hoffman), dominado por su esposa (Amy
Adams). Entre el soldado y el maestro se genera una relación fascinante.
Una película,
curiosa, que da qué pensar. No nos tiene Hollywood acostumbrados últimamente a
un cine de este tipo, para adultos de verdad.
Por la tarde,
he ido con mi hija Zoe al Bernabéu, a ver el partido entre el Real Madrid y la
Real Sociedad. Como comentábamos Leonor Gallardo y un servidor en el libro Código Mourinho, la mejor versión del
entrenador portugués es el 2ª temporada (con el Madrid conquistó una Liga de
récord, la Supercopa y estuvo a las puertas de la Champions), pero no suele
terminar la 3ª (no lo hizo en el Chelsea y no llegó a la 3ª ni el Oporto ni en
el Inter). Ahora, como buen mago, distrae la atención para que el público mire
a otra parte: sobre la suplencia de Iker Casillas, durante los últimos cinco años el mejor
portero del mundo y el capitán de La Roja,
un equipo de leyenda. Pero como la realidad supera a la ficción, Adán, que hoy
ha saltado como portero titular, ha cometido un penalti sobre un jugador
donostiarra y ha sido expulsado en el minuto 6 del encuentro. Casillas ha jugado
casi todo el partido, contra el deseo de Mourinho; lo que está claro es que
la defensa del equipo blanco (sin Pepe, Ramos, Marcelo ni Coentrao) es de
mantequilla. Cristiano Ronaldo ha "deshecho el entuerto" con dos goles de preciosa factura. Un partido emocionante y poco más. Veremos en siete semanas, en la eliminatoria
de Champions contra el Manchester United (vuelta en Old Trafford) qué es lo que
pasa con este equipo y su entrenador.
He estado leyendo,
precisamente, La Magia, de Rhonda
Byrne, la autora del best-seller El
secreto (una buena peli, dado que ella es productora; no tan buen texto).
Rhonda parte del llamado efecto Mateo:
“A quienquiera que tenga se le dará más, y tendrá en abundancia. A quienquiera
que no tenga, incluso lo que tenga, le será arrebatado” (del Evangelio según
San Mateo). Hasta ahora, lo usábamos respecto al talento (que se aprecia o se
deprecia). Ella lo hace respecto a la gratitud:
“A quienquiera que tenga gratitud se le dará más, y tendrá en abundancia. A
quienquiera que no tenga gratitud, incluso lo que tenga, le será arrebatado”.
Al parecer, está en el Corán: “Dios proclamó: Si eres agradecido, te daré más;
pero si eres desagradecido, en verdad mi castigo será severo”. La Gratitud como
clave, que han destacado todas las grandes religiones y todos los grandes
líderes: Gandhi, la Madre Teresa, Martin Luther King, el Dalai Lama, Leonardo
da Vinci, Platón, Shakespeare, Esopo, Blake, Emerson, Dickens, Proust,
Descartes, Lincoln, Jung, Newton, Einstein…
Lo interesante
es que la propia Rhonda Byrne se consideraba a sí misma una persona agradecida,
pero no lo era (“decir de vez en cuando la palabra gracias no me convertía en una persona agradecida”). A gratitud
debe practicarse de verdad.
Y eso es lo que
nos propone en el libro, con 28 ejercicios que se han de practicar (uno cada
día, hasta generar un hábito). “El conocimiento es un tesoro, pero la práctica
es la llave del tesoro” (Ibn Jaldún Al Muqaddima, erudito del siglo XIV). Se
había criticado precisamente de El
secreto que sí, la ley de la atracción existe, pero no basta con pedir lo
que uno desea; hay que moverse para lograrlo.
De los 28
ejercicios de gratitud me quedo con las diez primeros: enumera tus bendiciones
(haz una lista de 10 y agradece esas fortalezas), cuenta con una piedra mágica
de la gratitud, mantén relaciones mágicas con personas que merecen la pena
(agradéceles que sean como son), salud mágica (agradecer), dinero, agradece
tener un trabajo, supera la negatividad (serenidad), la comida y el agua como
regalo, haz un imán del dinero (gracias-pagado), sé amable con todos.
Un libro
práctico, útil. Me ha hecho pensar que como la Gratitud es la primera de las
“doce campanadas de la Felicidad”, según las investigaciones de Sonja
Lybomirsky, tal vez las doce sean variantes de gratitud:
A. Motores:
1. Gratitud
2. Optimismo
(agradecer lo bueno y afrontar lo que puede mejorarse)
3. Fluidez
(agradecer el Retoo)
B. Vínculos
4. Amabilidad (agradecer a otras personas)
5. Relaciones sociales (emociones positivas,
de gratitud)
6. Saborear (agradecer la comida, agua,
paseos)
C. Serenidad
7.
Resiliencia (aguante, porque todo tiene un sentido)
8. No darle
demasiadas vueltas (agradecer las derrotas como episodios de aprendizaje)
9. Perdón (agradecer
a quienes nos ofenden que nos pongan en guardia y nos hagan mejorar)
D. Cuidado
personal
10. Marcarse objetivos (agradecer mirar
hacia el futuro)
11. Defender tus valores (agradecer tus
principios)
12. Ocuparte de tu mente y de tu alma
(ejercicio físico y estudio continuo)
Me parece muy
interesante, en esta era del Talentismo, la Gratitud como concepto (Era
conceptual), como comportamiento habitual (Economía conductual) y como clave
(Valor de la Generosidad). De la queja a la gratitud.
De la prensa de
hoy, el artículo de José Corbella en La
Vanguardia: “Los niños generosos son más felices y populares”. Se refiere a
un estudio con 415 niños de 9 a 11 años de Vancouver (Canadá): “Hacer algo
bueno por los demás es también bueno para quien lo hace”. El estudio se
presentó el 26 de diciembre en la revista científica Plos One.
La red social
del pajarito es para narcisistas; la del muro, para exhibicionistas. “Twitter
es un bar de borrachos (Santiago Segurola); Facebook es un burdel”. Fomentan
conexiones superficiales. No es casualidad que muchos periodistas, como dice
Carlin, sean tuiteros. A lo mejor tiene más que ver (aunque no lo dice el
artículo) con el hemisferio izquierdo (los textos cortos, de menos de 140
caracteres) y el derecho (las fotos).
En El País Negocios, Carmen Sánchez-Silva y
David Fernández escriben sobre 13 empresas de éxito, Triunfadoras en un entorno hostil. Son Inditex, Mercadona, OHL,
Mango, Jazztel, Día, Viscofan, Miquel y Costas, Gowex, Técnicas Reunidas,
Grifols, Prosegur y Viscofan. No son las únicas, sin duda (pensemos en
Desigual, R, Energy Sistem o Axis Corporate, por ejemplo).
De El Mundo, el “Cine de gestión” de
Ignacio García de Leániz sobre la película Argo: Cómo gestionar el abismo. “Tony Mendez (Ben Affleck) es
profundamente aristotélico: no se asusta del miedo; lo asume”. Un comentario
muy brillante de un gran entendido tanto en el séptimo arte como en el mundo de
la gestión.
Y en la portada
de El País Semanal, Fernando Colomo
como señor de la comedia. Un director al que admiro mucho y con el que he
tenido el privilegio de compartir algunos momentos. De su filmografía, me quedo
con Tigres de papel, ¿Qué hace una chica
como tú en un sitio como éste?, La línea del cielo, La vida alegre, Miss
Caribe, Bajarse al moro, Rosa Rosae,
El efecto Mariposa, Cuarteto de La Habana, al Sur de Granada, El próximo
Oriente y Rivales. 12 de sus 19
anteriores. Y espero con interés La banda
Picasso.
Gracias,
Fernando, por tantas y tantas películas tan divertidas (y a tus actrices y
actores: Aitana, Resines, Rosa Mª Sardá, Verónica Sánchez, María Barranco,
Echanove, Ernesto Alterio). Gracias, Iñaki, por ser tan sabio y generoso.
Gracias, John, por tu ironía (en el deporte, en las redes sociales). Gracias a
las personas generosas y agradecidas. Vosotr@s teneís La Magia. Y, sí, gracias a José Mourinho, por hacer el fútbol tan
entretenido. Eres un mago.