Tres posturas sobre la Educación


Anoche llegué a Alicante. Hoy he tenido el honor de participar en el programa Creciendo juntos de Energy Sistem en Benidorm. Hemos trabajado lo que significa SER UN EQUIPO en términos prácticos, con autodiagnóstico y un modelo que funciona. Energy Sistem es una empresa a la que admiro, que está creciendo, exportando, y haciendo muy bien las cosas. Gracias, Julio, Sergio y todo el equipo que formáis la compañía.

Esta semana, nuestro país ha recibido una nueva constatación de su pobre nivel educativo general. “Los resultados de los alumnos españoles de nueve años en lengua, matemáticas y ciencias en las pruebas internacionales señalan unos puntos flacos muy parecidos a los que se pueden comprobar a los 15.” La Asociación Internacional de Evaluación Educativa ha constatado que España cuenta con una puntuación por debajo de la media de los países desarrollados (OCDE) y de la Unión Europea (especialmente en matemáticas), con pocos alumnos en los niveles más altos y un poco más de la cuenta en la parte de los rezagados. Sí, el nuestro es un sistema equitativo (tal vez, igualitario), pero las carencias del sistema educativo español se fraguan en primaria y no se consiguen revertir
España obtiene 513 puntos en lectura, frente a los 538 de la OCDE y los 534 de la UE, por delante solo de Noruega, Bélgica, Rumanía y Malta. A la cabeza del ranking están Hong Kong (571), Rusia (568) y Finlandia (568). El porcentaje de alumnos españoles excelentes es del 4%, frente al 10% de la OCDE; y los rezagados son el 6%, frente al 3% de media. En ciencias, los alumnos españoles sacan 505 puntos (523 es la media de la OCDE). Pero los peores resultados están en matemáticas, con una media de 482 puntos, 40 por debajo de la OCDE; solo un 1% de alumnos excelentes (5% OCDE) y muy por encima en los rezagados: 13% frente al 7%. En matemáticas, España solo supera dentro de Europa a Rumanía y Polonia.
El ministro Wert presenta la séptima reforma educativa de la democracia y se oponen a ella muchos estamentos del sector. A todo esto, en España, los hijos de padres licenciados sacan 55 puntos más que los que son hijos de padres con solo estudios obligatorios. En la OCDE son 80. Y la lectura por placer es una de las características que marcan más diferencias de rendimiento en lectura, matemáticas y ciencias (hasta un 8%).
Los expertos insisten en que lo fundamental es la motivación; que las familias perciban los beneficios de estudiar, de sacar buenas notas, de conseguir una carrera. Sentido común, por otro lado.
Lo grave es que la mejora de la educación (que sin duda es la inversión más rentable) no genera apenas debate en nuestro país. Una lástima, que lastra decisivamente nuestro desarrollo.
Entretanto, en México el nuevo presidente presentó el pasado martes una agenda de reformas: “La base para transformar México es la educación”, afirmó Enrique Peña Nieto al presentar una iniciativa legal, que requiere una reforma constitucional, que propone una reorganización de la carrera docente donde el ingreso, la permanencia y la promoción de los maestros se decidan en función de sus méritos profesionales y no del compadreo o de las lealtades a las camarillas sindicales; la evaluación obligatoria de los profesores por un organismo autónomo que no esté sujeto a intereses particulares; la concesión de autonomía a las escuelas en su gestión; la creación de hasta 40.000 colegios en el sexenio y la elaboración de un censo de las escuelas y maestros en ejercicio realmente existentes.
Conviene recordar que México es el segundo país del mundo en proporción del gasto público destinado a la educación, después de Nueva Zelanda, pero sus resultados son un tanto mediocres. En el Informe Pisa de 2009, México ocupó el último lugar de la OCDE y el 48 de las 65 naciones evaluadas. De cada 100 niños que inician su educación elemental, solo 64 acaban la escuela primaria, 24 el bachillerato, 10 una licenciatura y apenas 2 o 3 concluyen un posgrado.
Al acto de presentación de la reforma asistieron también los líderes del PAN y del PRD.
Serdán, de México primero, valora positivamente el proyecto de reforma: “Es la primera señal que da la clase política de que se toma en serio la calidad educativa y de enfrentarse a un sindicato que ha privatizado un bien público”. Hay esperanza en nuestro país hermano.
Y Alemania, la “locomotora” de la UE, el gobierno de la Sra. Merkel destinará a educación 110.000 M €, un nuevo récord. Es el 9,5% del PIB. En 2015, la inversión en educación superará el 10% del Producto Interior Bruto. Contrasta con lo que ha ocurrido en Grecia, Portugal o España.
Tres posturas muy diferentes sobre la educación. México se apresta a transformarla, tras años de dominio de “La Maestra”; Alemania invierte en educación más que nunca; y en nuestro país, en un cambio de ciclo, no forma parte de las prioridades.