Ayer, el
Magazine de El Mundo publicó un especial sobre 75 años de Rey, con motivo del aniversario de nuestro monarca Don
Juan Carlos I el próximo 5 de junio. Entre datos y opiniones, he tenido el
honor de escribir sobre las cualidades de Liderazgo de nuestro Rey. Diez
características que han convertido a Don Juan Carlos en un rey longevo (37
años, de momento). ¡Larga vida al Rey!
Concluye hoy el
2012, y quisiera recordar Doce momentazos (positivos) entre la maraña de notas
trágicas de un año difícil en lo económico y convulso en lo político.
En el Deporte,
me quedo con la Eurocopa de Polonia y Ucrania, que tan brillantemente
ganó La Roja. La final de la
Champions entre el Chelsea y el Bayern fue flojita (debió ser un Clásico entre
el Barça de Guardiola y el Real Madrid de Mourinho, de no ser por la exigencia
del partido de Liga entre ambos). Los Juegos de Londres no tuvieron la
espectacularidad de Beijing hace cuatro años, y en ellos Bolt, Phelps y poco
más. Más importante la remontada de la Ryder, con el espíritu del gran
Severiano Ballesteros (gracias, Seve, que estás en los cielos).
En la Política,
me quedo con el relevo en la Secretaría General del Partido Comunista Chino
(¿podrá contener la hemorragia de corrupción?, con la victoria de Enrique
Peña Nieto en México (gran esperanza en que las cosas cambien) y con la
reelección de Obama en EE UU (¿qué habría sido de aquel país, y del mundo,
de ganar Romney?). Oportunidad perdida en Venezuela (siempre hay esperanza,
también en ese gran país), ascenso del islamismo en el mundo árabe, más Putin
en Rusia, relevo del terrible Sarkozy en Francia… Veremos qué pasa con Merkel
en Alemania en 2013.
Creo que es
buena noticia el proceso de pacificación de Colombia, entre el Gobierno
y las FARC, y la victoria de la premio Nobel de la paz Suu Kyi en Birmania.
Terribles lecciones vitales la de Malala sobre el poder de la educación en
Afganistán y la de la Amanat, violada y asesinada en la India.
El 12 ha sido
el año de los indignados comprometidos, como explico en Del Capitalismo al Talentismo. Algunos
políticos que confunden los recortes con la austeridad, que no
saben/pueden/quieren gestionar de verdad (su calidad directiva es lamentable
por inexistente), que aplican recetas obsoletas. Instituciones suicidas en
lugar de meritocracias…
Y empresarios
golfos (en la mente de todos) que ensucian la imagen de l@s que realmente crean
empleo y se esfuerzan honestamente por sacar a su empresa adelante.
Macrofiestas que muestran corrupción a todas las escalas: en el aforo, en la
seguridad, en las cámaras, en los médicos, etc. Una vergüenza tras otra.
Pensaba que la
reforma laboral iba a exigir la formación (desarrollo del talento) y
una recolocación profesional, como la que se hace en Alemania, Holanda,
Francia o Estados Unidos. Desgraciadamente, me temo que no ha sido así. El
desarrollo profesional brilla por su ausencia y en la recolocación
(outplacement) son escasos los ejemplos de proyectos realmente profesionales,
de beneficio para los empleados y la empresa.
En la ciencia, la
operación Marte, el cambio climático y la emigración de nuestros jóvenes
investigadores. El “salto” de Félix Baumgartner, el top model de Red Bull, me
parece folclórico, francamente.
En la cultura,
el contraste entre las dos “Monna Lisa” (también hablé de ello en Del Capitalismo), The Artist y Blancanieves (mudas
y en blanco negro), Intocable (cine
del bueno que apela al optimismo inteligente). Y el III Congreso sobre la
Felicidad en A Coruña (gracias, Belén, Santi, Javier y compañía).
Quiero
finalizar con dos notas positivas. La disculpa histórica de SM El Rey,
que ha conseguido con su conducta noble y ejemplar posterior al escándalo de
Botswana recuperar la confianza de los españoles (una magnífica noticia,
después de todo). Y las 49 empresas Top Employers que demuestran que son
empresas talentistas (en la cena de gala, Makro hizo un despligue espectacular
con 42 profesionales bailando una coreografía de agradecimiento).
El gran secreto
del Diablo es hacernos creer que no existe (Kaisher Soshé, en Sospechosos habituales). El del
Talentismo, en el que ya estamos inmersos, es que el 21 de diciembre parece que
no pasó nada. Y sin embargo, el cambio de ciclo se produjo.
Mi
agradecimiento a todas y todos l@s que dieron lo mejor de sí mism@s en el 2012.
Viene un año fascinante, te lo aseguro.