Todavía
resuenan los ecos de la presentación ayer de KONEKTO, la publicación de
cabecera de la Clase Directiva. Mar Delgado, directora de la revista, agradeció
al equipo, a los anunciantes, creadores de contenidos, etc. Su discurso fue muy
emotivo. Enrique Ulloa, socio-director de IDEO, habló con gran brillantez de la
importancia de formarnos y desarrollarnos (solo un 30% de las empresas disponen
de un plan estratégico y de ellos solo la mitad se implantan). Un servidor
habló de Konektando el Talentismo. Y
Eduardo García Erquiaga, director de la Escuela de Negocios Novacaixagalicia,
nos dejó aquella frase de George Pompidou: “Liderar es desteñir”. Y nos animó a
“desteñirnos con los buenos”. Excelente exposición.
La Voz de Galicia recoge el acto de ayer con estas palabras: “Un
gran número de empresarios y directivos de empresas se dieron cita ayer en el
hotel Carrís de Marineda City con motivo de la presentación de la revista Konekto, una publicación “dirigida a los
directivos para que conozcan las claves del éxito de empresas y emprendedores”,
comentó Enrique Ulloa, que estuvo acompañado por Julio Rivero, Mar Delgado y
Juan Carlos Cubeiro, que participan en este ambicioso proyecto. Este último,
uno de los grandes especialistas en management,
habló de las claves para triunfar en la nueva era, coincidiendo con la salida
al mercado de su nuevo libro, Del
Capitalismo al Talentismo. Estrategia, desarrollo directivo, marketing y
comunicación, operaciones, finanzas y formación y aprendizaje son los
principales contenidos de la publicación”. Pablo Portabales, en su programa de Radio Voz, también ha informado elogiosamente del acto de ayer.
Coincidiendo
con el lanzamiento de Konekto, los
asistentes recibieron sendos ejemplares de Del
Capitalismo al Talentismo, que estará en librerías el próximo 8 de noviembre.
El libro de una nueva era en la que el talento es más escaso –y valioso- que el
capital.
China busca un nuevo modelo económico, informaba ayer José Reinoso desde Pekín. Ese
próximo día 8 (dos días después de las elecciones presidenciales en EE UU)
comenzará el Congreso del Partido Comunista Chino. “Las contradicciones
económicas y sociales parecen estar acercándose a un límite” (Wu Jinglan,
reconocido economista). “El modelo chino se basa en una fuerte intervención del
gobierno para impulsar el desarrollo de la economía, pero ha llegado a un punto
final y no se trata de si se enfrenta a una crisis potencial sino que se
encuentra en una crisis profunda” (Hu Xingdou, profesor de Economía en el Instituto
Tecnológico de Pekín). China puede ser un gigante con los pies de barro (su
consumo per cápita es un 4% de la de EE UU y un 5’5% de la de Japón) si no
potencia un desarrollo más equilibrado, con menos corrupción y desigualdades
sociales, en el que el ciudadano (la persona) ocupe el lugar central. “Este es
un periodo de transición muy importante en China”, ha escrito Hu Xingdou.
Se
está poniendo muy animado este fin de ciclo. Y si no que se lo pregunten al
gran escritor árabe Amin Maalouf, que ha estado en España presentando Los desorientados, su última novela. Me
gustan mucho las obras de Maalouf (Las
cruzadas vistas por los árabes, León el africano, Identidades asesinas). Los desorientados trata de Adam, que
vuelve a su país tras 25 años en el extranjero. El protagonista se reencuentra
con sus amigos de juventud y descubre “las cosas que se han perdido y las
traiciones que se han cometido”. Su vida está “en suspensión, como su país,
como este planeta, como todos nosotros”. ¿Es posible que tengamos que vivir
años de locura y de violencia antes de llegar a la sabiduría?
Se
da la paradoja de que en 2010 Amin Maalouf firmó a favor de que el premio
Príncipe de Asturias se concediera a los moriscos expulsados en el XVI y XVII.
No fructificó, pero él recibió el de las Letras.
“Vivir
juntos es cada vez más difícil”, ha declarado Maalouf. “Pero no me rindo. Vivir
juntos es algo muy complicado, que necesita ser gestionado con sutileza,
lucidez y perseverancia. No es algo que se produzca espontáneamente, ni algo
que quede solucionado de una vez por todas. Pero es indispensable para evitar
esa pesadilla hacia la que nos dirigimos”. Este escritor libanés opina que
sufrimos la ley de la jungla en las relaciones económicas y sociales, con retroceso
de los valores de solidaridad y bien común.
“El
país del que tengo nostalgia no es el pasado, es el porvenir”, escribe en Los desorientados. Nostalgia de todos
los sueños no realizado, de ideales de solidaridad y equidad.
Ayer,
Mar Delgado habló de Konekto como de
un sueño hecho realidad. Te deseo que se cumplan el tuyo.
Y agradezco mucho a los idealistas prácticos, como Mar, Enrique, Julio, Eduardo, Bartolomé, Juan,
Tomás, Daniel, José Manuel o Tino, su esfuerzo y compromiso; y a las
consciencias críticas como la de Amin Maalouf que expongan sus inquietudes.