El empate, una lección de humildad


Jornada en Galicia (aquí estaré desde hoy miércoles hasta el viernes a primerísima hora). Por la mañana en Vigo; por la tarde, en La Coruña. Y cena con los ponentes de la III Conferencia Internacional de la Felicidad en el Trabajo, organizada por AEDIPE Galicia, que se celebra mañana y pasado.
Coaching estratégico durante toda la mañana. Después de una sesión así, tan gratificante (en la que el coach comprueba los enormes avances del directivo, fruto del esfuerzo, del tesón, de la perseverancia), me pregunto cómo es que muchos ejecutivos no entrenan su liderazgo. Es como competir llegando al campo, al terreno de juego, básicamente improvisando. Como el éxito no es por casualidad, los ganadores son en su gran mayoría quienes se adaptan a los nuevos tiempos y los perdedores quienes no cambian cuando todo está cambiando a su alrededor.
Ayer estuve viendo con mi hija Zoe el encuentro España-Francia de clasificación para el Mundial 2014. En la “porra” que habían hecho en el cole, Zoe había apuntado un 4-0 (y con ella, casi todos nuestros compatriotas estaban con esa euforia, después de haber ganado claramente a los galos en los tres últimos partidos). La cosa empezó bien en la primera parte: gol de Sergio Ramos, penalti a favor de España. Pero lo falló Cesc, el centro del campo español se relajó, los cambios de Deschamps dieron sus frutos, los de La Roja fueron como consecuencia de lesiones (de Silva, de Arbeloa) y el cambio final de Iniesta por Fernando Torres, aunque romántico (El Niño llevaba cinco años sin pisar el Calderón como jugador), no fue efectivo… El empate, en el minuto 94 de la segunda parte, fue muy justo.
Un resultado, como ha dicho el propio Ramos, con el que “se te queda cara de tonto”. Los medios han hablado de “pájara” y de “gatillazo”. En realidad, más que una reacción física, creo que deberíamos considerarlo una lección de humildad. Hemos de estar concentrados con intensidad: no hay “enemigo pequeño”, y menos la potente selección francesa. Volviendo a Sergio Ramos y sus declaraciones tras el partido: “El encuentro nos hace más terrenales”. Pues tendremos que ganar en el Parque de los Príncipes de París. ¡Mira que nos gustan las hazañas!
No le pasó solo a La Roja. Alemania iba ganando 4-0 y Suecia empató 4-4 en la última media hora. Portugal empató en casa contra Irlanda del Norte. Lecciones de humildad para quien quiera aprenderlas (recordemos que la diferencia entre un error y un fracaso es que de los errores se aprende y de los fracasos, no. Al fin y al cabo, ¿qué es la humildad sino aprender de verdad?).
Menos declaraciones (en el discurso todos parecemos humildes) y más realidad. El Informe Educación para todos de la UNESCO, presentado ayer, destaca que en España un 26’3% de los jóvenes entre 18 y 24 años abandonan tempranamente sus estudios sin conseguir el título de bachillerato o FP. Es el peor dato de la Unión Europea tras Malta y Portugal. Para Pauline Rose, directora del estudio, el desempleo juvenil de más del 50% “reduce la confianza en el valor de la educación y puede traducirse en más abandonos”.
¿Por qué tanto abandono? Según José Saturnino Martínez, profesor de la Universidad de La Laguna, porque en nuestro tejido empresarial “tienen mucho peso los trabajos que no requieren cualificación”. Un círculo vicioso: empresarios poco cualificados, sectores poco cualificados, empleados poco cualificados. Para Lucía Álvarez (Universidad de Oviedo), “la formación, entendida como una inversión de futuro, no llegó a calar”. “A un alumno desmotivado le resultaba muy atractivo poder obtener una remuneración rápida por un trabajo poco cualificado”. Un desastre.
El pico de abandono fue en 2009, con un 29’7%. Ahora, con la crisis, muchos jóvenes han vuelto a las aulas (o no las abandonan tanto). Sin embargo, “la gente joven piensa que la educación no es relevante para trabajar”, ha declarado Rose. Craso error: la crisis se ceba con las personas poco preparadas (en 2011, entre jóvenes hasta 24 años, el 51’4% de los que solo acabaron la primaria no tenían trabajo, casi 20 puntos más que los que habían cursado estudios superiores).
En Del Capitalismo al Talentismo, de próxima aparición, hablo de la educación como la inversión más rentable (el premio Nobel James J. Heckman lo ha demostrado fehacientemente). Ahora bien, es una cuestión de creencias arraigadas. Quienes invierten sobre todo en tierra (los terratenientes) sueñan que viven en el feudalismo; quienes invierten en capital (fondos, pisos) sueñan que viven en el capitalismo –y que durará para siempre-; quienes invierten en educación y en la de sus hijos ya están de facto en el talentismo, en la nueva época.
Por ejemplo, los entrenadores. El lunes y martes, en la ciudad del fútbol de Las Rozas, tuvo lugar un encuentro entre ellos para aprender y compartir mejores prácticas, la I Jornada de Formación Continua de la UEFA, con ponencias de Rafa Benítez (www.rfef.es/index.jsp?nodo=8&ID=3064), JIM, Patricia Ramírez, Pep Guardiola… En el encuentro participaron, entre muchos otros, profesionales de la talla de Juande Ramos, Míchel, Chendo, Karanka, Paunovic, Morientes, Luis Enrique, Hierro… Ganas de aprender y de compartir.

El valor del aprendizaje es el valor de la humildad. Mi agradecimiento una vez más a los que siguen aprendiendo y a quienes hacen posible que sigamos aprendiendo.