Me
gusta hablar de las buenas prácticas, de los ejemplos de éxito, del humanismo
con casos concretos por los que podemos sentirnos bien.
Uno
de ellos es el de Arnold Encomendero Dávalos (www.arnoldencomendero.com), CEO de
Coopetroperú (Cooperativa de Ahorro y Crédito de Petroperú), Doctor en
Economía, Máster en administración y en finanzas, en desarrollo y en economía
social, dos décadas como Gerente General (DG) en empresas de economía social,
premio Big Business Latin America Businessmen 2012. Tuve la fortuna y el honor
de que Arnold asistiera a la Jornada de Liderazgo que impartí en Lima, Perú, el
pasado 9 de septiembre, y me regaló su libro Amigo, Gerente y Líder, con una dedicatoria sumamente cariñosa:
“Para mi dilecto maestro, por un Liderazgo compartido, inteligente y ganador”.
Muchas gracias, Arnold, porque ese Liderazgo tú lo personificas en Coopetroperú
con enorme éxito.
El
autor dedica Amigo, Gerente y Líder a
los jóvenes de espíritu, a los hombres de empresa y a los líderes políticos,
sociales y de negocios. En el prólogo, Robert Marcuse (banquero, escritor y
viajero empedernido) nos anticipa que el libro contiene 150 pensamientos
empresariales, 11 lecciones de CEOs internacionales, 2 Códigos éticos, 32
versos de cuatro de nuestros principales poetas, cinco poesías
tecno-gerenciales y un relato homenaje a Luis Banchero Rossi, “el Albatros de
Oro”. Un texto para generar más y mejores emprendedores.
Arnold
distingue al líder (guía, ejemplo) del caudillo, que se sirve de los otros, es
cerrado y caprichoso. El líder debe ser gerente y debe ser amigo (“el último
extremo de la perfección, en las relaciones que ligan a los humanos”,
Montaigne). “Un Gerente debe ser Amigo, porque inspira confianza en sus
dirigidos, que quieren formarse como líderes”.
“Para
ser AMIGO, GERENTE y LÍDER, se necesita:
Aprender
a serlo. Ser mejor siéndolo.
Enseñar
lo aprendido y bien hecho, magistralmente.
Luego,
triangular humanamente el ser, el tener y el compartir”, nos enseña Arnold
Encomendero. Ideas maestras para el éxito gerencial: Pensamiento crítico, I+D,
Estrategia, Visión de futuro, Previsión y cautela, Espíritu audaz y
emprendedor, Control interno y externo.
Para
el autor, la Inteligencia emocional da vigor al cuerpo; la Inteligencia
espiritual da vigor al alma y la Inteligencia económica da futuro a la vida. Lo
humano se reduce con Miseria, Soledad y Violencia; le dan vida a la razón de
vivir el Amor, la Solidaridad y la Paz.
No
faltan las alusiones a su amada región geográfica: “América Latina es una
región donde los dilemas de desarrollo crecen en progresión geométrica,
mientras que las acciones de desarrollo lo hacen en forma aritmética. En
conclusión, América Latina es un fortín de dilemas aún no resueltos”.
“Los
sentidos que más pierde un gerente son el sentido de urgencia, el sentido de
pertenencia y el sentido de las proporciones y probabilidades”, nos enseña
Arnold. Y cita, entre otras, la famosa frase de Peter Drucker: “Solo hay un
auténtico Líder: aquel que tiene seguidores”. O la de Eric Kuhn, CEO del Grupo
Varsity: “No subestime la importancia de disfrutar del trabajo y de
proporcionar a los empleados la oportunidad de comprometerse con sus metas a
largo plazo”.
Dos
códigos éticos nos ofrece el libro. Éste es del ejecutivo:
1.
Ser consciente que la calidad humana es base para la calidad empresarial.
2.
Ser tolerante, amable y convincente con el cliente para tenerlo satisfecho, por
siempre.
3.
Perfeccionar nuestra visión personal de empresa y hacerla congruente con
nuestra misión.
4.
Hacer de nuestro trabajo una expresión real de calidad, con mínimos costos y
cero defectos.
5.
Darle a nuestra tarea un valor superior con idea propia o de otro que lo hizo
mejor.
6.
Aprender con humildad pero con interés, pues la educación es la más óptima
inversión.
7.
Ser honrado en el diario quehacer, prudente en la crítica y justo en el elogio.
8.
Valorar el trabajo propio como el ajeno; ambos son útiles para la mejora
empresarial.
9.
Saber racionalizar el tiempo para que sobre, y así, rendir más para el éxito
propio y el de nuestra empresa.
10.
Integrar nuestro aporte al esfuerzo solidario para lograr un todo superior, de
por vida.
Para
Arnold, un líder gerencial necesita de la solidaridad humana de César Vallejo (“Hay
ganas de volver, de amar, de no ausentarse”), del amor tierno y eterno de Pablo
Neruda (“Amo el amor que se reparte en besos, lecho y pan”), de la palabra
esencial de Paulo Coelho (“Los hombres que se creen sabios son indecisos a la
hora de mandar y rebeldes a la hora de servir”) y de los acordes cotidianos del
amor y la justicia de Mario Benedetti (“Cada acto de amor es un ciclo de vida
en sí mismo… Un puño de vida”).
Muchas
gracias, Dr. Encomendero, querido Arnold, por un libro tan sincero, tan
importante, tan completo. Tu labor en Coopetroperú es impresionante. Eres un líder
humanista, un gerente eficaz y por supuesto un amigo.