Radiografía de un país poco competitivo


Vuelo de Lima a Madrid para llegar a España a eso de las dos de la tarde.
Una de las grandes noticias de la semana debería haber sido la publicación del Informe de Competitividad Mundial 2012-2013 del World Economic Forum. Es el reporte que anualmente, por estas fechas, compara a casi todos los países en una serie de variables macro y microeconómicas. Un termómetro de Liderazgo como ningún otro.
En términos de Competitividad (y productividad, que es la otra cara de la misma moneda), España se mantiene en el puesto 36º. En el Top Ten: Suiza, Singapur, Finlandia, Suecia, Holanda, Alemania, Estados Unidos (pierde dos puestos), Gran Bretaña (gana dos puestos), Hong Kong y Japón. En Iberoamérica: Chile (33º), Panamá (40º), Brasil (48º), Portugal (49º), México (53º), Costa Rica (57º), Perú (61º), Colombia (69º), Uruguay (74º), Guatemala (83º), Ecuador (86º), Honduras (90º), Argentina (94º, ha caído 9 puestos), El Salvador (101º), Bolivia (104º), República Dominicana (105º), Nicaragua (108º) y Paraguay (116º).
En Calidad Directiva (Relliance on profesional management), España ocupa el 43º. Recupera dos puestos en relación al año pasado, después de situarse en el 27º en 2008, 28º en 2009 y 35º en 2010. Ojalá la tendencia sea ahora al alza y no en caída libre (10 puestos) como entre 2010 y 2011. El Top Ten mundial son Nueva Zelanda, Finlandia, Holanda, Noruega, Suecia, Suiza, Canadá, Dinamarca, Gran Bretaña y Australia. Alemania es 15ª, EE UU es 19ª, Francia 34ª, Brasil 39ª, Chile 41ª, Costa Rica 44ª, Perú 47ª, Argentina 53ª, México 67ª, Venezuela 75ª, Portugal 79ª, Colombia 82ª, Uruguay 97ª.
Los cinco mayores obstáculos para hacer negocios en España son el acceso a la financiación, las normas laborales restrictivas, la burocracia ineficiente del gobierno, la insuficiente capacidad para innovar y la fiscalidad. 4ª en Escuelas de Negocio, 7ª en esperanza de vida, 8ª en infraestructura ferroviaria, 36ª en marketing, 44ª en científicos e ingenieros, 64ª en voluntad de delegar, 44ª en capacidad de innovar,  60ª en independencia judicial, 66ª en orientación al cliente, 106ª en despilfarro del gasto público, 110ª en procedimientos para empezar una empresa, 117ª en cooperación entre empresas y trabajadores,  120ª en regulación gubernamental, 122ª en acceso al crédito, 129ª en flexibilidad salarial y prácticas de contratación y despido, 133ª en retribución ligada a productividad.
Los cinco mayores obstáculos en México para hacer negocios son la corrupción, el crimen organizado, la burocracia gubernamental, el acceso a la financiación y las prácticas laborales restrictivas; en Colombia: la corrupción, la burocracia gubernamental, la falta de infraestructuras, el acceso a la financiación y los delitos; en Perú: la burocracia gubernamental, la corrupción, las prácticas laborales restrictivas, la falta de infraestructuras y la escasa preparación de la fuerza de trabajo; en Venezuela: las regulaciones de divisas, las prácticas laborales restrictivas, la inestabilidad política, la ineficiencia gubernamental y la corrupción; en  Brasil: las regulaciones fiscales, la falta de infraestructuras, los impuestos, la ineficiencia gubernamental y las regulaciones laborales; en Chile: las regulaciones laborales, la fuerza de trabajo poco preparada, la ineficiencia gubernamental, la escasa capacidad de innovar y el acceso a la financiación; y en Argentina: la inflación, la inestabilidad política, la corrupción, las regulaciones sobre divisas y el acceso a la financiación.

Te animo a profundizar en los datos del Informe Mundial de Competitividad en www3.weforum.org/docs/WEF_GlobalCompetitivenessReport_2012-13.pdf

Si perteneciera a un gobierno nacional, utilizaría el Informe de Competitividad Mundial como un mapa imprescindible. Y el libro Por qué fracasan los países, que estará en castellano el 11 de septiembre, como una brújula para nuestra política.
Mi agradecimiento a todos los especialistas del WEF que nos aportan este Informe tan valioso.