Una mezcla química hacia el caos


Día frío, gris, lluvioso y desapacible en Madrid. Esta mañana hemos ido a ver Los vengadores en 3D (Zoe tenía muchas ganas de verla). Buena técnicamente, muy larga (más de dos horas). No es nada del otro mundo, no pasará a la historia del cine, pero tiene un par de frases buenas: “Somos una mezcla química que provoca el caos”, dice uno de los protagonistas respecto del género humano. “Vas a perder; te falta convicción”, le dice la mano derecha del líder Nick Furia a su enemigo, Locki.
Hablando de “mezcla química”, he estado preparando la presentación en Alicante del próximo viernes 4. Hablaré, durante media hora en Fundesem, de La Bioquímica de la Mentalidad Ganadora. Refiriéndome al libro que he tenido el honor de escribir junto con Unai Emery, el entrenador más eficiente de la Liga, lo he ligado a las hormonas y neurotransmisores. Hablaré, respecto a cada uno de los “dilemas” (desde “Cómo detectar talento” a “Cómo liderar a tu jefe”), de los seis super-neurotransmisores del cerebro (acetilcolina, dopamina, norepinefrina, serotonina, GABA y epinefrina) y de hormonas como las endorfinas, el cortisol, la testosterona, la oxitocina y la vasopresina. Una alineación esencial para las emociones. Me he divertido mucho preparando este viaje por la endocrinología.
De la prensa de hoy, me quedo con el artículo de José Antonio Marina (en Ideas), sobre el Crecimiento. “¿Saben los políticos europeos lo que hacen? Los ciudadanos asistimos con preocupación a sus dogmatismos y a sus incertidumbres. La austeridad, la reducción del déficit, los recortes y la reestructuración bancario han constituido el centro del discurso económico durante los últimos años. Hay que mantener vivo al enfermo. Pero la hibernación no resulta una solución aceptable. Ahora, la posibilidad de un cambio político en Francia reactiva el tema del crecimiento. Habrá una próxima cumbre sobre el tema. Se estudia la posibilidad de lanzar unos bonos para fomentar la inversión en infraestructuras. The Economist habla del peligroso Hollande. Alemania teme a la inflación, porque tiene sus propios fantasmas históricos, como la hiperinflación de la república de Weimar. La “creación del dinero” puede provocar inflación, pero lo cierto es que se está creando mucho dinero aunque no para estimular la economía, sino para apuntalar las deudas nacionales y del sistema financiero. ¿Se equivocan? Los estudiantes de economía de Harvard se rebelan contra el modelo que le les están enseñando. Stigliz les apoya. Leo que los problemas financieros comenzaron cuando la aplicación de sofisticadas matemáticas separó la economía contable de la economía real. Tal vez tengamos que volver a una economía más intuitiva. El sistema económico se parece a un coche híbrido. Para echar a andar necesita combustible que le llega de fuera –en el caso económico, el capital-, y sólo así puede cargar sus baterías, para seguir andando”. Brillante una vez más, maestro.
Me ha encantado el homenaje que le ha dispensado el Schalke 04 al futbolista Raúl González Blanco, “Sr. Raúl”. 4-0 en el estadio de Gelserkirchen (un gol de Raúl). Un adiós en el césped, con sus cinco hijos. ¡Qué lección de cariño de los alemanes! Ahora, Raúl irá al Golfo Pérsico. Ojalá luego sea entrenador y vuelva al club de sus amores, como una especie de “nuevo Guardiola” merengue.
En la contraportada de ABC, Anna Grau entrevista a Susanna Griso, líder de las mañanas con su Espejo público. Se levanta a las 5.30 de la mañana de lunes a viernes, y le cuesta aguantar en la cama el sábado hasta las 8. Carles, su marido, y ella son muy deportistas y se coordinan con sus hijos Jan y Mireia. “Concilio bien porque conciliamos”. Sobre la capacidad de trabajo de mi amiga Susanna, reconoce “Haces lo que te gusta, y disfrutas. Y que dure”.
Y Joaquín Estefanía, un par de páginas sobre los Creadores de escasez. “Las ayudas estatales al sistema financiero están en el epicentro de buena parte de los problemas de déficit y endeudamiento”. “Mientras los beneficios (de unos pocos) siguen siendo individuales, los riesgos (de la mayoría) se socializan”. “Los intensos ataques a la universalidad del Estado del bienestar se producen sin apenas debate público”. “Pese a la reaparición de los populismos, hoy no hay alternativa al capitalismo del siglo XXI”. Con todo respeto al ex director de El País y eminente ensayista, algunos creemos que sí la hay: es el Talentismo, en el que nos estamos adentrando. La Economía Conductual y la Economía del Bien Común son opciones muy interesantes.
Cuando nos demos cuenta de la importancia (real) de la Educación, del Aprendizaje, del Desarrollo y de que el Talento (colectivo) que no se aprecia se deprecia, podremos salir de ésta. Si añoramos las burbujas del falso crecimiento, no tenemos remedio.     

“Me emociona el Talento” (Miguel Bosé, jurado de Número uno en el programa Buenas noches y Buenafuente). A mí también, cada día más. Me provoca reacciones químicas de suma felicidad.