Prepárate... para los idus de marzo

Hoy he ido a ver la última película dirigida por George Clooney, Los idus de marzo. Con un reparto excepcional (además del propio Clooney, Ryan Gosling, Phillip Seymour Hoffman, Paul Giamatti y Marisa Tomei), trata de las primarias demócratas, en la que se enfrentan un gobernador (George Clooney) y un senador. Es una tremenda parábola sobre los entresijos de la política estadounidense (tal vez también la nuestra). Entre las frases de la peli: “Cada vez que trazo una línea en la arena tengo que desplazarla”, le dice el gobernador a su esposa. “La capacidad de ganarte el respecto de la gente, transformando su miedo en amor por ti”. “Has roto la única regla de la política. ¿Quieres llegar a ser presidente? Puedes empezar una guerra, puedes mentir, puedes engañar, puedes hundir al país en la bancarrota… pero no te puedes tirar a una becaria”. “No importa lo que pienses. Importa lo que hiciste, y lo que no hiciste”. Una cinta interesante, bien dirigida, con una crítica inteligente al sistema.

“Cuidado con los idus de marzo”. Los idus de marzo era el 15º día del mes tercero del calendario (es decir, dentro de cuatro días). La fecha es famosa porque Julio César fue asesinado en esa fecha el año 44 a.C. Fue advertido del peligro, pero hizo caso omiso. Plutarco escribió: “Lo que es más extraordinario aún es que un vidente le había advertido del grave peligro que le amenazaba en los idus de marzo, y ese día cuando iba al Senado, [Julio César] llamó al vidente y riendo le dijo: «Los idus de marzo ya han llegado»; a lo que el vidente contestó compasivamente: «Sí, pero aún no han acabado». Shakespeare inmortalizó la frase en su famosa obra.

En la prensa de hoy, José Antonio Marina nos habla en su columna Ideas de que acababa de leer el último libro de Lynda Gratton, Prepárate. El futuro del trabajo ya está aquí. De paso, JAM nos recuerda que la maestría se consigue con 10.000 horas (práctica deliberada).

En la revista semanal de El País, Jesús Ruiz Mantilla entrevista, precisamente, a Lynda Gratton: “Quien quiera un trabajo deberá inventarlo a su medida”. “El mundo que hemos conocido no regresará”. “Debemos reinventarnos”. “El cambio de mentalidad al que nos enfrentamos requiere retos de pensamiento y psicológicos”. “No esperemos a que los gobiernos y las empresas nos resuelvan el futuro”.

Como la señal era doble, había que leer el libro de la catedrática de Práctica Directiva de la London Business School, una de las personas más influyentes de la gestión empresarial. Un texto voluminoso, de unas 350 páginas, bien investigado.

La Dra. Gratton imparte un master de posgrado sobre el futuro del trabajo. “El trabajo del mañana empieza hoy”. Nos habla de “las cinco fuerzas que conformarán nuestro mundo” (la tecnología, la globalización, la demografía, la sociedad y los recursos energéticos), con un total de 32 piezas que conformarán las próximas décadas. A partir de ahí, la autora nos ofrece “el lado oscuro de un futuro por defecto” (una vida laboral fragmentada, de aislamiento, de desconfianza en las instituciones, con disminución de la felicidad y con nuevos pobres; la tecnología sustituye a los puestos de trabajo) y “el lado positivo de un futuro elaborado” (diversidad y co-creación, interconexión, conocimiento digitalizado, participación social, sostenibilidad; el auge de la empatía y el equilibrio, de la reflexividad, del talento femenino y del hombre mesurado; microemprendedores que diseñan vidas creativas, austeridad en la innovación y mayor longevidad).

La parte IV del libro es Prepárate para el cambio: 1º De generalista superficial a máster interdisciplinario (elegir lo que más nos guste, adquirir maestría, pensar como un artesano, jugar como un niño, transformarnos). 2º De competidor aislado a enlace innovador (Cuadrillas, comunidades de aprendizaje con confianza y reciprocidad). 3º De consumidor voraz a productor apasionado (consumir menos y compartir).

Entre las habilidades que destaca Lynda Gratton para el futuro, la capacitación (coaching). “En un mundo cada vez más virtual, será crucial crear relaciones de apoyo que nos ayuden a navegar a través de la vida, hagan que los empleados que trabajan excesivamente se sientan bien y aborden los retos de la creciente fragmentación del tiempo”. Cita a Mathias Horx, “Son personas que ofrecen un diseño de aroma, que cantan nuestras alabanzas, que ordenan los papeles de nuestro escritorio a cambio de unos honorarios, que nos leen en voz alta y que nos entierran o embalsaman con nuevos rituales”. Con todo el respeto, me temo que la Gratton no ha pillado el concepto respecto al coaching y lo que significa realmente para el desarrollo del talento individual y colectivo.

Prepárate nos ofrece la información que necesitamos para transitar hacia el futuro, aunque más desde la investigación académica que desde la ilusión por conquistarlo. Es cuestión de valentía y de marca profesional. Sí, como dijo Alan Kay (y se cita tantas veces), “la mejor manera de predecir el futuro consiste en inventarlo”. Cada uno de nosotros y como sociedad (aunque creo que los “inventores sociales” no están en Londres ni en Nueva York sino de Shanghai o Singapur).