La sonrisa

Hoy domingo he visto, por fin, Extraterrestre, la nueva película de Nacho Vigalondo. Conocí a este genio de la dirección cuando la Dirección General de la Juventud del Gobierno de Cantabria, que en ese momento llevaba Raúl Gil, le otorgó un premio como cántabro y me cayó magníficamente. Después, tuve ocasión de estar con él de nuevo en la preparación de un Curso de Verano sobre el Arte y los Creadores de Tendencias. Y, por supuesto, vi su primer largometraje, Los Cronocrímenes, que me encantó. Nacho Vigalondo es de lo mejorcito del cine español, un talentazo con mayúsculas.

Extraterrestre es, como se dice en el cartel de la película, “Una marcianada”. Una cinta supuestamente de ciencia-ficción, aunque en realidad se trata de una historia de amor (en realidad, dos). Con la “excusa” de la invasión alienígena (a diferencia de las pelis americanas, en las que todas las de ETs son un combate entre el ejército y los invasores, en ésta no se sabe nada y la llegada de grandes naves se convierte en un “sálvese quien pueda”), la chica (Michelle Jenner, que está espléndida) se debate entre un novio idealista que la cree a pies juntillas y bebe los vientos por ella y otro con el que se ha enrollado una noche de copas y que le exige mucho. Y tiene que decir (o tal vez se quede con el que más aguante).

Me quedo con dos de sus críticas:

"Bajo la apariencia de comedia ligera, la película esconde muchos

retos para el espectador intrépido. (...) extraordinaria (...)

Puntuación: **** (sobre 5)" (Eduardo Galán: Cinemanía)

"Vigalondo propone una estimulante variación sobre el modelo

(...) Lo mejor: el suspense al servicio de lo minúsculo. Lo peor:

que su aparente ligereza condicione algunos juicios (...) Puntuación: **** (sobre 5)" (Jordi Costa: Fotogramas)

De la prensa de hoy, sobre todo en el Magacine de El Mundo, un artículo sobre la sonrisa con Raquel del Rosario, la cantante del grupo El sueño de Morfeo. La sonrisa es signo de inteligencia, es sexy para las mujeres y no lo es tanto para los hombres (las mujeres pueden desconfiar del varón sonriente, atractivo para ella y para todas las demás, y por tanto –en la mentalidad femenina- peligroso), según un estudio de la Universidad de British Columbia en Canadá.

La frase del día es del primer ministro italiano: “España está dando motivos de gran preocupación a Europa… y se teme un efecto contagio que podría extenderse por el continente”. ¡Vaya con el tecnócrata! Se dedica a echar basura a los vecinos, en un gesto de insolidaridad vergonzoso. O es estúpido (que no lo creo, dadas sus credenciales) o el Sr. Monti es un jeta de marca mayor. El gobierno español ha pedido explicaciones y me parece muy bien.

En la línea del ‘Signore’ Monti, un empleado de Goldman Sachs durante 12 años, Greg Smith, se despide de su empresa por considerarla un ambiente tóxico y destructivo. Mandó su carta de renuncia al “New York Times” y ha generado revuelo. Algunos siguen tirando de la cuerda, como el italiano; otros se bajan del cacharro (Greg Smith dice que ha escuchado hasta a cinco gestores de GS referirse a sus clientes como “teleñecos”). Así es el final del capitalismo en este cambio de era.

El médico venezolano Dr. José Marquina comenta en una entrevista que Hugo Chávez tiene un tumor y tres metástasis, que el tratamiento en Cuba ha sido un desastre y que el líder bolivariano tiene los días contados. Le queda hasta noviembre o dicembre, siempre según este doctor, o con radioterapia (si responde positivamente) hasta abril de 2013.

Michael Robinson y John Carlin han escrito en la revista semanal de El País un artículo de siete páginas sobre el Barça: ¿evolución o revolución? Muy interesante. Y hablando del fútbol, he estado hablando largo y tendido con una persona relevante en nuestra Liga sobre la “recta final” de la temporada. Un Tourmalet de apenas 15-16 partidos (10 de Liga, 5 de competiciones europeas, 1 final de Copa) en la que los equipos están exhaustos, la diferencia con el Madrid y el Barcelona es imposible y que se está viviendo desde la tensión excesiva, la ansiedad y la angustia.

Necesitamos, también en el fútbol, la sonrisa amable, el disfrute por el juego, el calor de la afición, el impacto de lo positivo, activar el circuito cerebral del placer (el sabor de unos buenos bombones, por ejemplo, y de celebrar estar juntos con un poco de champán) y no el de las amenazas, que nos acogotan, nos atenazan. Relajarse un poquito y disfrutar.

El valor de la sonrisa. No me quedo con la frase despiadada de Mario Monti, sino con una de Maribel Verdú, la actriz que está estupenda en su nueva juventud: “En el amor es importante que tu pareja nunca deje de tratarte como lo que eres: una auténtica princesa”. Amen.

Mi agradecimiento y admiración a aquellos que van con una sonrisa por la vida, porque de ellos y ellas será la “Mentalidad Ganadora”.