Gamestorming

En este día de Huelga General, un coche amplio y cómodo me ha llevado de Alicante a Barcelona. Salida de la capital alicantina a las 9 de la mañana y llegada a la ciudad condal a las 15.30 horas. Bastante tráfico en la Diagonal como consecuencia de la huelga, la manifestación y los disturbios.

He estado dando clase en el Instituto Gomá, del Programa de Coaching de la Universidad de Barcelona, sobre Autoliderazgo, Valores y Coaching. En esta nueva era, la del Talentismo, es esencial entender bien en qué consiste el Talento, cómo atraerlo y desarrollarlo, y el papel de las creencias y las emociones en todo ello. Ha sido un placer compartir con los alumnos del programa estos temas tan apasionantes.

Muchas gracias a todos los participantes en el programa. Coaches excelentes que empiezan su carrera profesional en este campo con pasión y entusiasmo, como Pilar Perea. Grandes personas como Vanessa, David, Gifré, Albert, Gemma, Andreu, Ana, Lluis, Ángels, Brenda… o Marisa, la madre de Andrea Huisgen (Miss Barcelona y Miss España), que va a leer el libro Mentalidad Ganadora para conseguir ser Miss Universo… Me apunto al Club de Fans para que lo logre.

He estado leyendo Gamestorming, de Dave Gray, Sunni Brown y James Macanufo. Un texto que nos presenta las ventajas de usar los juegos para fomentar la innovación. Las personas somos “seres lúdicos”, que disfrutamos del juego y eso nos hace humanos. Por ello, necesitamos retos para dar lo mejor de nosotros mismos. Los objetivos implican movernos de A a B, del punto actual en el que estamos a aquel deseado en que queremos estar. El espacio entre A y B es lo que se llama “el espacio del reto” (Challenge Space). Cuando hablamos de innovación rupturista, no siempre es posible determinar durante el proceso de creación cuál es el punto específico al que se pretende llegar.

Como en algunos juegos infantiles, en ciertas innovaciones las reglas no están explicitadas al principio, sino que aparecen a medida que el juego se desarrolla.

Alan Blackwell, de la Universidad de Cambridge, ha investigado el concepto de objetivos difusos y contempla la actividad innovadora como una mezcla entre foco y "Serendipity" (serendipia, supuesto azar). Si el foco está en las personas, es lo que llamamos “serempatía”.

En el Gamestorming, los objetivos difusos deben ser:

- Emocionales: Motivan la pasión y la energía del equipo.

- Sensoriales: Se representan en forma de dibujos o modelos.

- Progresivos: Se van ajustando en el proceso.

¿Cómo se diseña un buen juego para innovar? Según los autores el líder innovador debe pensar como un director de orquesta, organizando las actividades para conseguir la armonía entre creatividad, reflexión, análisis, energía y toma de decisiones. La cantidad de tiempo requerido para cada componente depende del tipo de grupo y la cultura. Por ejemplo, parece ser que en Finlandia son frecuentes los largos silencios antes de responder una pregunta.

Los juegos parten del establecimiento de objetivos y análisis de la situación actual, pasando por la divergencia o generación de ideas, hasta la convergencia. Los resultados de un juego sirven como inicio para el siguiente.

Un libro muy valioso para conocer y practicar juegos que potencien la creatividad como base de la innovación.

Me han venido dos ideas leyéndolo. La primera, recordar una vez más que las personas felices son el triple de creativas (Sonja Lyubomirsky, Ed Diener), por lo que no podemos generar innovación en entornos tristes y en ambientes irrespirables, tóxicos. Y la segunda es que el juego nos adentra en el circuito cerebral del placer, de las recompensas; la seriedad, la rigidez, el excesivo formalismo nos conectan con el circuito de las amenazas, y eso lo cambia todo.