Todos practicamos la DPO

Por la mañana, clase de Talento y Liderazgo en Zamudio de 8.30 a 12.30 horas. Hemos partido de las noticias del día respecto a este tema (como ejemplos, “Mi belleza es que soy rico” (Donald Trump), el reforzamiento del liderazgo de Urkullu en el PNV, la tendencia a que los empleos cada vez sean más baratos –el talento cada vez es más caro y aporta más-, “¡Ah, si pudiera escribir como Messi juega al fútbol”, António Lobo Antunes). Y especialmente mi homenaje al Dr. Juan Antonio Usapirtza, que falleció ayer a los 92 años. Como ha dicho el alcalde de Bilbao, era “maestro en ayudar al prójimo”. Médico ginecólogo (era una de las personas que más bilbaínos ha traído al mundo), fundó DYA y a esta asociación dedicó buena parte de su vida. Un gran ejemplo de persona generosa, dedicada a los demás.

He participado en el programa “Pensamiento Positivo” de Sergio Fernández. El tema era el aprovechamiento del tiempo. En realidad, no gestionamos el tiempo sino la energía. He recomendado las películas “Atrapado en el tiempo”, con Bill Murray y Andie McDowell. Una comedia muy profunda sobre el aprendizaje y las relaciones. Y, estrenada ayer, “La chispa de la vida” de Álex de la Iglesia. Una película que no tiene nada de comedia sobre lo que es importante y lo que es aleatorio… Somos el tiempo que nos queda, como escribió Caballero Bonald.

Ligeramente tumefacta


pero ofrecida con codicia,


llegó la boca hasta el lindero


de la precaria intimidad.


Iban reptando las parejas


que se apiñaban en lo oscuro:


no se miraban, se sumían


en un compendio de sudores,


se convertían en secuaces


de la penumbra suspensiva.


Como un furtivo postulado


brilló el mechero de los cómplices.

No te preocupes no me he ido,


¿cómo iba a irme sin saber?


Somos el tiempo que nos queda.

Y ya los cuerpos se anudaban


bajo la oscura marquesina,


sin decidir con qué argumentos


recobrarían su ansiedad.


Era una esquirla el clarinete,


un estertor de la armonía.

Toda la noche resonando


como una sábana en tus pechos,

toda la noche entre emboscadas


buscando llaves que no abrían.

Chorros de gritos tan vehementes


que entrechocan con los vasos


iban tiñendo de lujuria


los cortinajes y butacas.


Entre el estruendo de los rótulos


unas caderas rebullían


como impulsadas por la piel


incandescente del tambor.

Mira qué prendas, qué proclamas


de irremediable soledad.


Habla más alto, no se escucha


más que el furor de los licores.


Todo está lleno de luciérnagas


y de insufribles fumarolas,


todo parece confiscado


por los que nunca saben nada.

Pero la boca ya ofrecía


sus rezumantes terciopelos,


boca promiscua, saturada


de zumos ávidos y esguinces.


Está invadida de jadeos,


no se parece a las demás.


No se parece, no es mentira.

Pisando vidrios, esgrimiendo


restos de yerbas y de músicas,


llegaron nuevas avalanchas


de adormilados oficiantes.


Era la hora del suicidio


y algunos miembros de la secta


se desnudaron en la sala


con voluptuosa dejadez.

¿Cómo evitar el simulacro,


cómo vivir sin desvivirnos?


Surcan los días por tu vientre.


Somos el tiempo que nos queda.

Vuelo a Madrid a las 13.45 h, almuerzo con Zoe cerca de casa y por la tarde, preparando asuntos para la semana siguiente. He estado viendo un par de encuentros: la remontada del Real Madrid en Mallorca y la derrota en Mestalla del Valencia. Parece mentira el 6-1 de la Copa. El Real Mallorca empezó marcando y perdió a cinco minutos del final. El Valencia CF comenzó dominando el encuentro, recibió un gol fortuito y al final, dominando el partido, no consiguió ni siquiera empatar. Es lo que tiene el fútbol: emoción a raudales, incertidumbre...

Todos practicamos la DPO. Unos, la Dirección por Objetivos; otros, la Dirección por Ocurrencias (improvisando, sin retos bien definidos, sin poner toda la carne en el asador, sin compromiso absoluto con las metas y los objetivos). Creo que el concepto es de Manuel Carneiro, brillante ejecutivo y buen amigo. La ilusión hay que merecerla, con un proyecto acorde…

Y en la revista Fortune, el futuro de la educación, de la tecnología, de los negocios… Anticipan que es el fin de la banca de inversión, de los medios de comunicación tal como los conocemos, de las aulas convencionales, de la energía basada en los fósiles, de la jubilación (trabajaremos muchos más años).

Mi agradecimiento hoy a los alumnos del Master, a Laura y a Zoe.